Un héroe popular, de carne y hueso, se prepara para combatir a la violencia urbana, especialmente en las parroquias del centro de Caracas. No viene del espacio interestelar ni es dueño de conjuros o especiales sortilegios. Se trata del primer largometraje, Libertador Morales, el justiciero, de la periodista y cineasta Efterpi Charalambidis, el cual será producido por la Villa del Cine.
Charalambidis cuenta que Libertador Morales es un mototaxista aficionado al respeto de las normas, que ejerce justicia a cuenta propia al robarle a los ladrones lo robado y devolvérselo a sus dueños.”La cotidianidad transcurre, matizada por las lecciones de Libertador Morales, en una parroquia del centro de Caracas, sesgada por la acción de una banda de maleantes que roban comercios y atracan constantemente. Transformado en justiciero, nuestro héroe popular se aventura a frustrar los robos de los malhechores, quitándoles la mercancía y devolviéndola, secretamente, a sus dueños. Así, el justiciero Libertador Morales deja a los ladrones furiosos y a las autoridades intrigadas, mientras los vecinos agradecen la audacia del misterioso ladrón de ladrones. El filme, pues, aborda todo esto en clave de comedia”.
—¿Cómo nace este proyecto fílmico sobre su Libertador Morales?
—La idea para el guión Libertador Morales, el justiciero nace aproximadamente, hacia los años 2003 o el 2004, precisamente cuando estaba culminando mi especialización en dirección de cine en la Universidad de Columbia, en Nueva York. En ese entonces se abrió la convocatoria del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (Cnac) para el desarrollo de guiones, precisamente cuando estaba estrenando mi cortometraje El chancecito. Fue en ese momento que introduje un tratamiento de esta historia y salí aprobada. Durante los años 2004 y 2005 desarrollé el guión y lo entregué al Cnac en el lapso estipulado, pero yo lo seguí afinando, y me ayudó mucho el haber acudido a una serie de lecturas cruzadas en el laboratorio de cine del Cnac, una iniciativa que aplaudo mucho, por esa sana confrontación que ayuda a enriquecer los guiones.. De ese contacto, con especialistas como Gustavo Michelena, Henry Herrera y Frank Baiz, entre otros, me dieron sus comentarios y además hicieron serios estudios de mi guión, pero yo seguí trabajándolo. Llegó el momento en que sentí que el guión estaba suficientemente maduro como para comenzar a buscar financiamiento y como es lógico, lo presente al Cnac para la convocatoria del 2007, pero mientras esperaba la decisión me acerqué a los directivos de Villa del Cine, Lorena Almarza y Marco Mundaraín, les presenté mi guión y les pregunté como podrían ayudarme. Ellos lo estudiaron y lo presentaron a la junta directiva de la institución, de donde salió una oferta para realizarlo con ellos, que la Villa del Cine fuera la productora del proyecto íntegro, el cual como es obvio yo dirigiría. Acepté y ahora estamos en las tareas propias de la preproducción.
—¿Costos de esa producción de la Villa del Cine?
—Habría que preguntarle a ellos, que además le harán la respectiva promoción, porque se trata de una productora como tal, una productora del gobierno. Admito que tuve mis dudas, cedí algunos derechos, pero había que hacerlo posible. Para que el proyecto se convirtiera en cine, en mi primer largometraje. Al aceptar que la Villa del Cine fuese la productora y eso ocurrió antes que el Cnac diera los anuncios de las producciones que ellos avalarían, opté por retirarles mi proyecto. Antes de dos meses comenzaremos a trabajar en su rodaje y el mismo se hará en video digital y después se pasará al formato de 35 mm. Serán de ocho a nueve semanas de rodaje y la primera copia estaría lista para octubre de este año...
—¿Se hará casting para los actores?
—Si, por supuesto, eso se hará muy profesionalmente y para ello tengo un director de casting, que es Beto Benites, quien además es un compañero de alta creatividad, pero las contrataciones las hará la Villa del Cine. Por ahora no tenemos grandes nombres y la idea es que los actores de este película tienen que ser muy nuestros, con habilidad histriónica, aunque hay por supuesto muchos personajes secundarios con diálogos .Pero los personajes más importantes tiene que tener experiencia teatral, cinematográfica o televisiva, pero deben ser muy naturales.
Miranda y Zamora
Un total de 19 producciones audiovisuales, entre largometrajes, documentales y series de televisión, tiene planteado desarrollar la Villa del Cine durante este año. Así lo dio a conocer la presidenta de esta institución, Lorena Almarza, quien resaltó que algunas de estas producciones serán realizadas exclusivamente por la Villa del Cine y otras en calidad de coproducción con otros países. Los dos proyectos más ambiciosos de la institución para este año son Miranda regresa y Zamora, las cuales se realizarán como largometrajes para cine y miniserie para televisión, simultáneamente.
El cineasta Luis Alberto Lamata dirigirá e iniciará el rodaje de Miranda regresa el próximo 26 de febrero. Este film es una coproducción con Cuba. Por su parte, Zamora será dirigido por César Bolívar e iniciará su rodaje durante el primer trimestre del año.
También se rodarán las películas La clase, de José Antonio Varela; Un té en La Habana, de Fina Torres, film que se coproducirá con Cuba; Libertador Morales, el justiciero, de Efterpi Charalambidis; y Comando, de Pablo de la Barra.
Se encuentra en post producción Orinoco, de Michael New, obra que también se realizará simultáneamente como film y como miniserie.
La Villa del Cine también se encuentra estudiando la posibilidad de coproducir el próximo largometraje de Luis Alberto Lamata, Boves, el urogallo, así como el documental Isla 10, del chileno Miguel Littín.
En cuando a documentales, la Villa del Cine realizará las obras Concibiendo revolución, de Laura Vásquez y Otro mundo nuevo, de Marc Villá.
Los documentales Petróleo nuestro de cada día, de Marc Villá; y Desaparecidos, de Stella Jacobs ya se encuentran en post producción.
La película Zeeling, así como los dos largometrajes que se realicen a partir de los ganadores de la convocatoria de guiones que la Villa del Cine realizó el año pasado, serán otros tres films a rodar, que aún no cuentan con director asignado.
Charalambidis cuenta que Libertador Morales es un mototaxista aficionado al respeto de las normas, que ejerce justicia a cuenta propia al robarle a los ladrones lo robado y devolvérselo a sus dueños.”La cotidianidad transcurre, matizada por las lecciones de Libertador Morales, en una parroquia del centro de Caracas, sesgada por la acción de una banda de maleantes que roban comercios y atracan constantemente. Transformado en justiciero, nuestro héroe popular se aventura a frustrar los robos de los malhechores, quitándoles la mercancía y devolviéndola, secretamente, a sus dueños. Así, el justiciero Libertador Morales deja a los ladrones furiosos y a las autoridades intrigadas, mientras los vecinos agradecen la audacia del misterioso ladrón de ladrones. El filme, pues, aborda todo esto en clave de comedia”.
—¿Cómo nace este proyecto fílmico sobre su Libertador Morales?
—La idea para el guión Libertador Morales, el justiciero nace aproximadamente, hacia los años 2003 o el 2004, precisamente cuando estaba culminando mi especialización en dirección de cine en la Universidad de Columbia, en Nueva York. En ese entonces se abrió la convocatoria del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (Cnac) para el desarrollo de guiones, precisamente cuando estaba estrenando mi cortometraje El chancecito. Fue en ese momento que introduje un tratamiento de esta historia y salí aprobada. Durante los años 2004 y 2005 desarrollé el guión y lo entregué al Cnac en el lapso estipulado, pero yo lo seguí afinando, y me ayudó mucho el haber acudido a una serie de lecturas cruzadas en el laboratorio de cine del Cnac, una iniciativa que aplaudo mucho, por esa sana confrontación que ayuda a enriquecer los guiones.. De ese contacto, con especialistas como Gustavo Michelena, Henry Herrera y Frank Baiz, entre otros, me dieron sus comentarios y además hicieron serios estudios de mi guión, pero yo seguí trabajándolo. Llegó el momento en que sentí que el guión estaba suficientemente maduro como para comenzar a buscar financiamiento y como es lógico, lo presente al Cnac para la convocatoria del 2007, pero mientras esperaba la decisión me acerqué a los directivos de Villa del Cine, Lorena Almarza y Marco Mundaraín, les presenté mi guión y les pregunté como podrían ayudarme. Ellos lo estudiaron y lo presentaron a la junta directiva de la institución, de donde salió una oferta para realizarlo con ellos, que la Villa del Cine fuera la productora del proyecto íntegro, el cual como es obvio yo dirigiría. Acepté y ahora estamos en las tareas propias de la preproducción.
—¿Costos de esa producción de la Villa del Cine?
—Habría que preguntarle a ellos, que además le harán la respectiva promoción, porque se trata de una productora como tal, una productora del gobierno. Admito que tuve mis dudas, cedí algunos derechos, pero había que hacerlo posible. Para que el proyecto se convirtiera en cine, en mi primer largometraje. Al aceptar que la Villa del Cine fuese la productora y eso ocurrió antes que el Cnac diera los anuncios de las producciones que ellos avalarían, opté por retirarles mi proyecto. Antes de dos meses comenzaremos a trabajar en su rodaje y el mismo se hará en video digital y después se pasará al formato de 35 mm. Serán de ocho a nueve semanas de rodaje y la primera copia estaría lista para octubre de este año...
—¿Se hará casting para los actores?
—Si, por supuesto, eso se hará muy profesionalmente y para ello tengo un director de casting, que es Beto Benites, quien además es un compañero de alta creatividad, pero las contrataciones las hará la Villa del Cine. Por ahora no tenemos grandes nombres y la idea es que los actores de este película tienen que ser muy nuestros, con habilidad histriónica, aunque hay por supuesto muchos personajes secundarios con diálogos .Pero los personajes más importantes tiene que tener experiencia teatral, cinematográfica o televisiva, pero deben ser muy naturales.
Miranda y Zamora
Un total de 19 producciones audiovisuales, entre largometrajes, documentales y series de televisión, tiene planteado desarrollar la Villa del Cine durante este año. Así lo dio a conocer la presidenta de esta institución, Lorena Almarza, quien resaltó que algunas de estas producciones serán realizadas exclusivamente por la Villa del Cine y otras en calidad de coproducción con otros países. Los dos proyectos más ambiciosos de la institución para este año son Miranda regresa y Zamora, las cuales se realizarán como largometrajes para cine y miniserie para televisión, simultáneamente.
El cineasta Luis Alberto Lamata dirigirá e iniciará el rodaje de Miranda regresa el próximo 26 de febrero. Este film es una coproducción con Cuba. Por su parte, Zamora será dirigido por César Bolívar e iniciará su rodaje durante el primer trimestre del año.
También se rodarán las películas La clase, de José Antonio Varela; Un té en La Habana, de Fina Torres, film que se coproducirá con Cuba; Libertador Morales, el justiciero, de Efterpi Charalambidis; y Comando, de Pablo de la Barra.
Se encuentra en post producción Orinoco, de Michael New, obra que también se realizará simultáneamente como film y como miniserie.
La Villa del Cine también se encuentra estudiando la posibilidad de coproducir el próximo largometraje de Luis Alberto Lamata, Boves, el urogallo, así como el documental Isla 10, del chileno Miguel Littín.
En cuando a documentales, la Villa del Cine realizará las obras Concibiendo revolución, de Laura Vásquez y Otro mundo nuevo, de Marc Villá.
Los documentales Petróleo nuestro de cada día, de Marc Villá; y Desaparecidos, de Stella Jacobs ya se encuentran en post producción.
La película Zeeling, así como los dos largometrajes que se realicen a partir de los ganadores de la convocatoria de guiones que la Villa del Cine realizó el año pasado, serán otros tres films a rodar, que aún no cuentan con director asignado.
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