Vicente Lira, venezolano con 48 años a cuestas, no se cambia por nadie. Ha dejado de ser un dramaturgo tardío y con premios y ahora es autor de literatura dramática editada, con lo cual las posibilidades de ser leído y montado, no sólo en el exterior, son mayores, porque las piezas teatrales inéditas están destinadas a ser devoradas por chiripas o borradas por virus que invadas la computadora del angustiado teatrero, como son todos en este país donde el éxito es esquivo.”Un libro te inmortaliza, te saca del anonimato”, dijo en la noche del bautizo colectivo de 12 escritores lanzados por Monte Ávila Editores.
Es por eso que Lira -se gana la vida como técnico superior en informática, además de ostentar una licenciatura en letras- comenta que ha escrito dos piezas y que ambas han sido premiadas: Las tumbas son pa’ los muertos , ganadora del premio “Chela Atencio”, en el 2005, cuya puesta en escena fue realizada en el 2006, con reposición en noviembre 2006.Y Los dioses del sur, merecedora del galardón Monte Ávila 2006, editado en enero 2007. “Aparte de esto, acabo de terminar Quince minutos antes del exilio, en donde Jesucristo y María se cuestionan, creyendo que ellos son Edipo y Yocasta. Todo ocurre en un manicomio, que también es una cueva, y José, y Layo son los cuidadores de ese lugar, en donde un ojo que todos creen que es “el oráculo de Delfos”, o “el Ángel Gabriel” , los acompañan. Todo va girando, hasta que se dan cuenta de que la vida es algo más que querer ser “un todopoderoso”, y que “un todopoderoso” es algo más que “tener el poder de hacer todo”. En fin, que Jesucristo reconoce que si tuvo algo con Maria, y no precisamente la Magdalena y que la humanidad necesita algo más que milagros para seguir existiendo”.
-¿Qué aborda esta obra que ahora le publican?
-Se trata de cómo se manipula a muchas personas en un cementerio como el Cementerio General del Sur, delimitando los espacios entre el cementerio mismo, el área en donde se realiza el papeleo, y la funeraria. Todo está visto de tal manera que sea un mundo ficcional, pero la realidad de esta historia es conocida por muchas de las personas que las han vivido, no sólo en este cementerio, sino en cualquiera de los cementerios del interior de la Republica. La historia es vista, estableciendo una relación entre los personajes que participan en la historia, y los dioses griegos. La inspiración para esta obra, viene del hecho de que mi madre fue enterrada en el Cementerio General del Sur, y muchas de las personas que conozco, de una u otra forma han vivido algunas de las historias contadas en la obra, aunque parezca algo barroco e increíble. De hecho, el mismo día del sepelio de mi mamá, me ofrecieron una fosa con cuatro puestos, por cuatro millones de bolívares, en la entrada del cementerio. Aún hoy me quedan éstas preguntas sin respuesta: ¿De quien era la fosa que me estaban vendiendo? ¿Acaso dejaron vacías estas fosas y desaparecieron los restos allí encontrados? ¿Quizás lo soñé y esto nunca ha ocurrido en un lugar como éste?
-A dos años de cumplir 50 años, se ha preguntado ¿por qué el teatro?
-Sí, el teatro es una experiencia gratificante. Los diálogos, emocionalmente hablando, son algo más que lo que se logra al escribir un cuento, o al transitar por una novela. Es algo cercano a la poesía, pero de tal manera que, el hecho visceral expuesto a todos, puede ser escondido entre personajes. Ciertamente es importante aprender a pasarse el suiche cuando transitamos entre los estilos literarios, porque la seguridad de poder obtener un buen resultado en un estilo depende, en mucho, de la capacidad de reconocer el cómo y el por qué se trabaja en un estilo y no en otro. La visceralidad obtenida por el hecho teatral al transformarse el escritor en personaje, es una visceralidad, que no es propia, porque pertenece al mundo ficcional creado, pero es una visceralidad que se sufre de la misma manera que si lo fuese, al tener que sentir en cada uno de los diálogos generados, el dolor, la ironía, el sarcasmo y el amor, en fin, la sensibilidad que quiere darse a cada uno de los personajes, para concentrarlos de tal manera que sean coherentes con el texto, el espacio y la realidad concebida. Para que estos personajes sean sensibles y convincentes hay que vivir el diálogo del personaje, dentro del espacio propio del autor que se transforma en personaje, y revivir su historia como si fuese la propia historia del autor, para que esta emoción pueda ser trasladada al espectador. Si esto no ocurre, solo estamos transmitiendo, o una información vacía, o una serie de personajes sin historia.
Preventa de guiones telenovelescos
Es por eso que Lira -se gana la vida como técnico superior en informática, además de ostentar una licenciatura en letras- comenta que ha escrito dos piezas y que ambas han sido premiadas: Las tumbas son pa’ los muertos , ganadora del premio “Chela Atencio”, en el 2005, cuya puesta en escena fue realizada en el 2006, con reposición en noviembre 2006.Y Los dioses del sur, merecedora del galardón Monte Ávila 2006, editado en enero 2007. “Aparte de esto, acabo de terminar Quince minutos antes del exilio, en donde Jesucristo y María se cuestionan, creyendo que ellos son Edipo y Yocasta. Todo ocurre en un manicomio, que también es una cueva, y José, y Layo son los cuidadores de ese lugar, en donde un ojo que todos creen que es “el oráculo de Delfos”, o “el Ángel Gabriel” , los acompañan. Todo va girando, hasta que se dan cuenta de que la vida es algo más que querer ser “un todopoderoso”, y que “un todopoderoso” es algo más que “tener el poder de hacer todo”. En fin, que Jesucristo reconoce que si tuvo algo con Maria, y no precisamente la Magdalena y que la humanidad necesita algo más que milagros para seguir existiendo”.
-¿Qué aborda esta obra que ahora le publican?
-Se trata de cómo se manipula a muchas personas en un cementerio como el Cementerio General del Sur, delimitando los espacios entre el cementerio mismo, el área en donde se realiza el papeleo, y la funeraria. Todo está visto de tal manera que sea un mundo ficcional, pero la realidad de esta historia es conocida por muchas de las personas que las han vivido, no sólo en este cementerio, sino en cualquiera de los cementerios del interior de la Republica. La historia es vista, estableciendo una relación entre los personajes que participan en la historia, y los dioses griegos. La inspiración para esta obra, viene del hecho de que mi madre fue enterrada en el Cementerio General del Sur, y muchas de las personas que conozco, de una u otra forma han vivido algunas de las historias contadas en la obra, aunque parezca algo barroco e increíble. De hecho, el mismo día del sepelio de mi mamá, me ofrecieron una fosa con cuatro puestos, por cuatro millones de bolívares, en la entrada del cementerio. Aún hoy me quedan éstas preguntas sin respuesta: ¿De quien era la fosa que me estaban vendiendo? ¿Acaso dejaron vacías estas fosas y desaparecieron los restos allí encontrados? ¿Quizás lo soñé y esto nunca ha ocurrido en un lugar como éste?
-A dos años de cumplir 50 años, se ha preguntado ¿por qué el teatro?
-Sí, el teatro es una experiencia gratificante. Los diálogos, emocionalmente hablando, son algo más que lo que se logra al escribir un cuento, o al transitar por una novela. Es algo cercano a la poesía, pero de tal manera que, el hecho visceral expuesto a todos, puede ser escondido entre personajes. Ciertamente es importante aprender a pasarse el suiche cuando transitamos entre los estilos literarios, porque la seguridad de poder obtener un buen resultado en un estilo depende, en mucho, de la capacidad de reconocer el cómo y el por qué se trabaja en un estilo y no en otro. La visceralidad obtenida por el hecho teatral al transformarse el escritor en personaje, es una visceralidad, que no es propia, porque pertenece al mundo ficcional creado, pero es una visceralidad que se sufre de la misma manera que si lo fuese, al tener que sentir en cada uno de los diálogos generados, el dolor, la ironía, el sarcasmo y el amor, en fin, la sensibilidad que quiere darse a cada uno de los personajes, para concentrarlos de tal manera que sean coherentes con el texto, el espacio y la realidad concebida. Para que estos personajes sean sensibles y convincentes hay que vivir el diálogo del personaje, dentro del espacio propio del autor que se transforma en personaje, y revivir su historia como si fuese la propia historia del autor, para que esta emoción pueda ser trasladada al espectador. Si esto no ocurre, solo estamos transmitiendo, o una información vacía, o una serie de personajes sin historia.
Preventa de guiones telenovelescos
A partir del 22 de febrero de 2007 y hasta el 25 de febrero, un grupo de escritores mostrara a selectos productores, directores y actores, una propuesta individual y personal de una telenovela, como si fuese una especie de preventa de los libretistas, del texto presentado, y de los actores en escena. Será una lectura dramatizada, con toda la parafernalia propia del hecho televisivo. Son seis primeros capítulos, y son seis escritores, los cuales partieron de un taller dictado por Mónica Montañés en el Celarg.
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