A Dios gracias el teatro venezolano no es únicamente el que se produce y muestra en Caracas. Lamentablemente, por problemas de transporte, como la carencia de un hilvanado sistema ferroviario, es difícil la posibilidad de un turismo cultural centrado especialmente en las actividades teatrales que se realizan en todo el país. Cuando los trenes unan las capitales de las 24 regiones, se disfrutará de una agenda cultural nacional. Mientras tanto, hay que recurrir al incomodo y extenuante transporte terrestre y ni hablar del costoso y limitado uso de la aviación. ¡ Pero, nadie puede dudarlo, un buen espectáculo bien vale un sacrificio
Tras esta advertencia, que no es nueva, invitamos a los teatromaníacos para que planifiquen sus actividades a partir del 12 de junio, cuando en Guanare, estado Portuguesa, comience una temporada de tres semanas con la comedia La Nonna, de Roberto Cossa. Sube a escena por la dirección de Aníbal Grunn y la producción y con los actores de la Compañía Regional de Portuguesa: Jesús Plaza, Julián Ramos, Elvis Collado, Mercy Mendoza, Edilsa Montilla, Giuseppe Fichetti y Elizabeth Prato. ¡Vendrán algunas funciones en otras poblaciones y Caracas está en esa ruta!
Aníbal Grunn, actor, autor y director argentino de 60 años, pero con más de tres décadas en Venezuela, aclara que él no cree en divisiones geográficas, pero sí cree que “el teatro es uno solo, se haga donde se haga”. Por otra parte, cada vez que lo llaman para dirigir un montaje en la Compañía Regional de Portuguesa, le produce tanto placer como sentarse ante una espléndida mesa a deleitarse con exquisitos manjares. Utiliza ese ejemplo, ya que la obra que está trabajando tiene referencias culinarias. Y con este espectáculo, salda una cuenta con su pasado.
Vio el estreno de La Nonna en Argentina, hacia 1978, en plena dictadura militar, y le impactó su contenido político y social. Inmediatamente se dijo que alguna vez la iba a dirigir. Y así lo ha cumplido. La Nonna es la historia de una voraz anciana de 100 años, cabeza de una pequeña familia, que devora todo lo que encuentra a su paso, “es como el capitalismo que no deja nada en pie”. Es, a su vez, uno de los peores pecados capitales: la gula. A ella la acompañan su hija Angela, solterona llena de odios y de envidia; sus nietos Carmelo (la ira) y Chicho (la pereza), su nieta política, la esposa de Carmelo, María (la soberbia), su bisnieta Martica (la lujuria) y un ser ajeno a la familia, alguien con quien casan a la Nonna, Francisco (la avaricia). “Con todos estos ingredientes y mucho humor negro, mucho sarcasmo y mucho absurdo, tenemos 90 minutos de un sainete contemporáneo”.
La Nonna es una metáfora sobre los siete pecados capitales, los cuales forman parte en mayor o menor medida de cada uno de nosotros. Y si no profundizamos tanto, podría decir que todos, absolutamente todos tenemos una Nonna cerca de nosotros. No es una versión, pero se le eliminaron los argentinismos para darle cierta universalidad y le recortaron algunas escenas y no está ubicada en ningún lugar geográfico específico.
Para este espectáculo Aníbal tiene a su lado, por segunda vez, a Manuel Manzanilla, que ha diseñado un espacio escénico compuesto de guacales de madera, que hacen de paredes, de muebles, etcétera. También se ocupó del interesante vestuario. Subraya, que está dedicado a mostrar humor escénico, porque lo disfruta mucho más. Siente que a través del humor puede llegar a decir muchas más cosas que con un texto de mayor intensidad dramática. ¡El público recibe mejor las cosas si aprende a reírse y disfrutar de la risa!
Aníbal Grunn creyó conveniente aclarar que su pasantía por el Teatro Escena 8 de Caracas fue extraordinaria. Se siente orgulloso de haber hecho de ese espacio una referencia importante para el movimiento teatral. "Cuando me ofrecieron la gerencia, muchos compañeros y colegas me dijeron que estaba loco, que esa sala estaba muerta, que no iba a poder. Ahora que me he ido, me piden que vuelva, que el movimiento teatral me necesita. Creo que, como todo en la vida, nada es para siempre. Cumplí un rol importante, trabajé mucho, me entregué en cuerpo y alma. Le dediqué todos mis días en esos dos años. Pero nada es infinito. Alguna vez se tenía que acabar. Puedo asegurar que fueron momentos gloriosos, extraordinarios".
Guanare
Hay vida teatral permanente en Guanare. Ahí funciona la Compañía Regional de Teatro y en sus dos salas, que componen La Sede, presenta semanalmente espectáculos, no sólo de su propia cosecha, sino que es alternativa para otras agrupaciones del país y de la región, además de eventos especiales, festivales y encuentros. Durante las temporadas anuales realiza festivales regionales y nacionales de importancia y, por supuesto, el internacional Festival de Teatro de Occidente, que lleva 26 años de labores ininterrumpidas. Esa actividad es grande y se debe además al trabajo del grupo Tempo y el Instituto de Cultura Carlos Emilio Muñoz Oraa, instituciones que también programan valiosas actividades.
Tras esta advertencia, que no es nueva, invitamos a los teatromaníacos para que planifiquen sus actividades a partir del 12 de junio, cuando en Guanare, estado Portuguesa, comience una temporada de tres semanas con la comedia La Nonna, de Roberto Cossa. Sube a escena por la dirección de Aníbal Grunn y la producción y con los actores de la Compañía Regional de Portuguesa: Jesús Plaza, Julián Ramos, Elvis Collado, Mercy Mendoza, Edilsa Montilla, Giuseppe Fichetti y Elizabeth Prato. ¡Vendrán algunas funciones en otras poblaciones y Caracas está en esa ruta!
Aníbal Grunn, actor, autor y director argentino de 60 años, pero con más de tres décadas en Venezuela, aclara que él no cree en divisiones geográficas, pero sí cree que “el teatro es uno solo, se haga donde se haga”. Por otra parte, cada vez que lo llaman para dirigir un montaje en la Compañía Regional de Portuguesa, le produce tanto placer como sentarse ante una espléndida mesa a deleitarse con exquisitos manjares. Utiliza ese ejemplo, ya que la obra que está trabajando tiene referencias culinarias. Y con este espectáculo, salda una cuenta con su pasado.
Vio el estreno de La Nonna en Argentina, hacia 1978, en plena dictadura militar, y le impactó su contenido político y social. Inmediatamente se dijo que alguna vez la iba a dirigir. Y así lo ha cumplido. La Nonna es la historia de una voraz anciana de 100 años, cabeza de una pequeña familia, que devora todo lo que encuentra a su paso, “es como el capitalismo que no deja nada en pie”. Es, a su vez, uno de los peores pecados capitales: la gula. A ella la acompañan su hija Angela, solterona llena de odios y de envidia; sus nietos Carmelo (la ira) y Chicho (la pereza), su nieta política, la esposa de Carmelo, María (la soberbia), su bisnieta Martica (la lujuria) y un ser ajeno a la familia, alguien con quien casan a la Nonna, Francisco (la avaricia). “Con todos estos ingredientes y mucho humor negro, mucho sarcasmo y mucho absurdo, tenemos 90 minutos de un sainete contemporáneo”.
La Nonna es una metáfora sobre los siete pecados capitales, los cuales forman parte en mayor o menor medida de cada uno de nosotros. Y si no profundizamos tanto, podría decir que todos, absolutamente todos tenemos una Nonna cerca de nosotros. No es una versión, pero se le eliminaron los argentinismos para darle cierta universalidad y le recortaron algunas escenas y no está ubicada en ningún lugar geográfico específico.
Para este espectáculo Aníbal tiene a su lado, por segunda vez, a Manuel Manzanilla, que ha diseñado un espacio escénico compuesto de guacales de madera, que hacen de paredes, de muebles, etcétera. También se ocupó del interesante vestuario. Subraya, que está dedicado a mostrar humor escénico, porque lo disfruta mucho más. Siente que a través del humor puede llegar a decir muchas más cosas que con un texto de mayor intensidad dramática. ¡El público recibe mejor las cosas si aprende a reírse y disfrutar de la risa!
Aníbal Grunn creyó conveniente aclarar que su pasantía por el Teatro Escena 8 de Caracas fue extraordinaria. Se siente orgulloso de haber hecho de ese espacio una referencia importante para el movimiento teatral. "Cuando me ofrecieron la gerencia, muchos compañeros y colegas me dijeron que estaba loco, que esa sala estaba muerta, que no iba a poder. Ahora que me he ido, me piden que vuelva, que el movimiento teatral me necesita. Creo que, como todo en la vida, nada es para siempre. Cumplí un rol importante, trabajé mucho, me entregué en cuerpo y alma. Le dediqué todos mis días en esos dos años. Pero nada es infinito. Alguna vez se tenía que acabar. Puedo asegurar que fueron momentos gloriosos, extraordinarios".
Guanare
Hay vida teatral permanente en Guanare. Ahí funciona la Compañía Regional de Teatro y en sus dos salas, que componen La Sede, presenta semanalmente espectáculos, no sólo de su propia cosecha, sino que es alternativa para otras agrupaciones del país y de la región, además de eventos especiales, festivales y encuentros. Durante las temporadas anuales realiza festivales regionales y nacionales de importancia y, por supuesto, el internacional Festival de Teatro de Occidente, que lleva 26 años de labores ininterrumpidas. Esa actividad es grande y se debe además al trabajo del grupo Tempo y el Instituto de Cultura Carlos Emilio Muñoz Oraa, instituciones que también programan valiosas actividades.
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