“Comenzó otro importante periplo de Simón Bolívar. El pasado 17 de noviembre estuvo en La Habana. Y durante los años 2010 y 2011 se presentará en Moscú, Madrid y Londres, por ahora. Pero durante esos lapsos, cuando Venezuela celebrará el Bicentenario de su Independencia ante el Imperialismo del reino de España, también se mostrará en diversas salas teatrales de nuestro país”.
La información, con la voz cargada de emoción, la dio el dramaturgo y también actor Jean Carlos Du Boulay (Caracas, 25 de agosto de 1979), recién llegado de Cuba donde acompañó a su agrupación Contratipo, la cual representó su pieza teatral Bolívar, la gloria de un general, en el cine Acapulco de la capital isleña, en ocasión de los 179 años de la muerte del Libertador.
Du Boulay comenta que a esa función, como parte del homenaje organizado en La Habana, acudió Ronald Blanco La Cruz, embajador de la República Bolivariana de Venezuela en La Habana, además de numerosos miembros del cuerpo diplomático acreditado, entre otras personalidades, y un crecido grupo de jóvenes venezolanos que estudian en la Isla.
Señaló, que antes de la representación, Marlene Nápoles, agregada cultural de Venezuela, se dirigió a la audiencia para destacar que "el sueño del gran prócer Simón Bolívar sobre la libertad y la integración de las naciones americanas, lo adelantan hoy los miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA)".
Puntualizo Du Boulay que con su pieza, de textura didáctica, se plasman en la escena los días finales del Padre de la Patria, y además se propone al público una oportuna reflexión sobre lo efímero que son el poder y la gloria, además de plantear una revisión exhaustiva sobre la condición humana de ese militar y pensador fuera de serie, quien tras saborear la sensación de la inmortalidad y recibir todos los honores fue abandonado a su suerte, hasta morir.
“Con esta obra se quiso desmembrar la esfinge histórica de Bolívar y mostrarlo más humano, con un sentimiento y una pasión por lo que hacía, entregado completamente a su causa libertaria”, subraya Du Boulay.
Completa tetralogía
Revelo el joven escritor que durante el 2010 completará su primera tetralogía dramatúrgica sobre los próceres de nuestra Independencia, iniciada con Bolívar, la gloria de un general, por lo cual, una tras otra subirán a escena sus obras Sucre, Miranda y Manuelita, por lo que ya inició la selección de los respectivos elencos.
Contratipo en escena
Jean Carlos Du Boulay, en declaraciones a Todosadentro, publicadas el 29 de agosto, reconoció que su grupo Contratipo surgió en el año 2005, gracias a su alianza con varios jóvenes egresados de una academia de actuación. “Yo andaba en la búsqueda de una institución para desarrollarme artísticamente. Materializamos la idea de formar este grupo para explorar otros espacios de la actuación distintos de la televisión, pues en ese trabajo, que es muy respetable, muchas veces no es tan auténtico como lo que se puede encontrar en el teatro. Porque el teatro es mucho más distinto y es más dedicado. Nos entregamos en cuerpo y alma a la consecución de nuestros personajes y a la estructuración del grupo”, indicó.
Como primer espectáculo presentaron el montaje El amigo de mi primo, siguiendo luego con No me cuentes más, Circo de los sueños, ¿Estás ahí? y La flauta mágica (en conjunto con el grupo Séptimo Piso).
Actualmente Contratipo cuenta con una junta directiva compuesta por cuatro personas y funciona con actores y actrices invitadas de acuerdo al montaje. Generalmente, sus obras son trabajadas con el apoyo de Séptimo Piso, agrupación que dirige Dairo Piñeres, con la que en conjunto hacen gala de las capacidades histriónicas desde los más expertos hasta los más noveles en las tablas.
Señala que cuando la agrupación decide escoger una obra consideran el mensaje que transmitirán al público. “Nos ponemos en el lugar del público y observamos qué queremos ver, qué nos gustaría, cuáles son lo movimientos en escena que nos agradarían”.
El adiós en Santa Marta
Bolívar, la gloria de un general presenta los momentos claves en la vida del Padre de la Patria, su lado más humano y sus encuentros con los personajes que marcaron su existencia: Francisco de Miranda, Antonio José de Sucre, su apasionada amante e intrépida seguidora Manuela Sáenz y su fiel servidor -muy poco mencionado en la historia- José Palacios.
La pieza resalta el espíritu luchador del Libertador, la grandeza de un hombre que a pesar de estar tan cerca de la muerte y de la falta de reconocimiento, seguía esperanzándose con las victorias de sus aliados, quienes aún perseguían su más fuerte sueño: la conformación de La Gran Colombia.
Allí, José Palacios narra los sucesos más importantes que marcaron la vida del Libertador, cuando fue abandonado ingrata e injustamente. En su lecho de muerte, Bolívar (encarnado por Oswaldo Paiva, pero la pieza la estrenó Roberto Moll) se pasea por sus innumerables recuerdos de aquellos días heroicos que ya no están y que evidencian lo efímero de la gloria y el poder.
En Bolívar, la gloria de un general, también se examina la condición humana de un hombre que saboreó la sensación de inmortalidad, recibió todos los honores y luego fue abandonado ingrata e injustamente.
Dairo Piñeres, director de la pieza, afirma que se “nos presenta a un Bolívar no sólo heroico sino también humano, y muy cercano a nosotros”. Un vestuario diseñado y confeccionado ajustándose a los originales de la época y una utilería en su mayoría proveniente de aquellos años, complementan los elementos históricos de esta pieza, en la que se destacan las charreteras auténticas elaboradas en bronce y fibras de oro -que se presume pertenecieron al mismo Libertador- y una réplica de la Espada del Sol que el pueblo del Perú, mediante la Municipalidad de Lima le regaló a Bolívar, en homenaje a la batalla que liberó las milenarias tierras del imperio Inca el 9 de diciembre de 1824.
Completan el elenco Antonio Cuevas como José Palacios, Carolina Torres (sustituyó a Janset Rojas) encarna a Manuela Saénz, Emiliano Molina es Francisco de Miranda y Ernesto Ceballos materializa a Antonio José de Sucre, acompañados por Karla Martínez, Melissa Inojosa, Franklin Álviarez y Omar Vegas.
La información, con la voz cargada de emoción, la dio el dramaturgo y también actor Jean Carlos Du Boulay (Caracas, 25 de agosto de 1979), recién llegado de Cuba donde acompañó a su agrupación Contratipo, la cual representó su pieza teatral Bolívar, la gloria de un general, en el cine Acapulco de la capital isleña, en ocasión de los 179 años de la muerte del Libertador.
Du Boulay comenta que a esa función, como parte del homenaje organizado en La Habana, acudió Ronald Blanco La Cruz, embajador de la República Bolivariana de Venezuela en La Habana, además de numerosos miembros del cuerpo diplomático acreditado, entre otras personalidades, y un crecido grupo de jóvenes venezolanos que estudian en la Isla.
Señaló, que antes de la representación, Marlene Nápoles, agregada cultural de Venezuela, se dirigió a la audiencia para destacar que "el sueño del gran prócer Simón Bolívar sobre la libertad y la integración de las naciones americanas, lo adelantan hoy los miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA)".
Puntualizo Du Boulay que con su pieza, de textura didáctica, se plasman en la escena los días finales del Padre de la Patria, y además se propone al público una oportuna reflexión sobre lo efímero que son el poder y la gloria, además de plantear una revisión exhaustiva sobre la condición humana de ese militar y pensador fuera de serie, quien tras saborear la sensación de la inmortalidad y recibir todos los honores fue abandonado a su suerte, hasta morir.
“Con esta obra se quiso desmembrar la esfinge histórica de Bolívar y mostrarlo más humano, con un sentimiento y una pasión por lo que hacía, entregado completamente a su causa libertaria”, subraya Du Boulay.
Completa tetralogía
Revelo el joven escritor que durante el 2010 completará su primera tetralogía dramatúrgica sobre los próceres de nuestra Independencia, iniciada con Bolívar, la gloria de un general, por lo cual, una tras otra subirán a escena sus obras Sucre, Miranda y Manuelita, por lo que ya inició la selección de los respectivos elencos.
Contratipo en escena
Jean Carlos Du Boulay, en declaraciones a Todosadentro, publicadas el 29 de agosto, reconoció que su grupo Contratipo surgió en el año 2005, gracias a su alianza con varios jóvenes egresados de una academia de actuación. “Yo andaba en la búsqueda de una institución para desarrollarme artísticamente. Materializamos la idea de formar este grupo para explorar otros espacios de la actuación distintos de la televisión, pues en ese trabajo, que es muy respetable, muchas veces no es tan auténtico como lo que se puede encontrar en el teatro. Porque el teatro es mucho más distinto y es más dedicado. Nos entregamos en cuerpo y alma a la consecución de nuestros personajes y a la estructuración del grupo”, indicó.
Como primer espectáculo presentaron el montaje El amigo de mi primo, siguiendo luego con No me cuentes más, Circo de los sueños, ¿Estás ahí? y La flauta mágica (en conjunto con el grupo Séptimo Piso).
Actualmente Contratipo cuenta con una junta directiva compuesta por cuatro personas y funciona con actores y actrices invitadas de acuerdo al montaje. Generalmente, sus obras son trabajadas con el apoyo de Séptimo Piso, agrupación que dirige Dairo Piñeres, con la que en conjunto hacen gala de las capacidades histriónicas desde los más expertos hasta los más noveles en las tablas.
Señala que cuando la agrupación decide escoger una obra consideran el mensaje que transmitirán al público. “Nos ponemos en el lugar del público y observamos qué queremos ver, qué nos gustaría, cuáles son lo movimientos en escena que nos agradarían”.
El adiós en Santa Marta
Bolívar, la gloria de un general presenta los momentos claves en la vida del Padre de la Patria, su lado más humano y sus encuentros con los personajes que marcaron su existencia: Francisco de Miranda, Antonio José de Sucre, su apasionada amante e intrépida seguidora Manuela Sáenz y su fiel servidor -muy poco mencionado en la historia- José Palacios.
La pieza resalta el espíritu luchador del Libertador, la grandeza de un hombre que a pesar de estar tan cerca de la muerte y de la falta de reconocimiento, seguía esperanzándose con las victorias de sus aliados, quienes aún perseguían su más fuerte sueño: la conformación de La Gran Colombia.
Allí, José Palacios narra los sucesos más importantes que marcaron la vida del Libertador, cuando fue abandonado ingrata e injustamente. En su lecho de muerte, Bolívar (encarnado por Oswaldo Paiva, pero la pieza la estrenó Roberto Moll) se pasea por sus innumerables recuerdos de aquellos días heroicos que ya no están y que evidencian lo efímero de la gloria y el poder.
En Bolívar, la gloria de un general, también se examina la condición humana de un hombre que saboreó la sensación de inmortalidad, recibió todos los honores y luego fue abandonado ingrata e injustamente.
Dairo Piñeres, director de la pieza, afirma que se “nos presenta a un Bolívar no sólo heroico sino también humano, y muy cercano a nosotros”. Un vestuario diseñado y confeccionado ajustándose a los originales de la época y una utilería en su mayoría proveniente de aquellos años, complementan los elementos históricos de esta pieza, en la que se destacan las charreteras auténticas elaboradas en bronce y fibras de oro -que se presume pertenecieron al mismo Libertador- y una réplica de la Espada del Sol que el pueblo del Perú, mediante la Municipalidad de Lima le regaló a Bolívar, en homenaje a la batalla que liberó las milenarias tierras del imperio Inca el 9 de diciembre de 1824.
Completan el elenco Antonio Cuevas como José Palacios, Carolina Torres (sustituyó a Janset Rojas) encarna a Manuela Saénz, Emiliano Molina es Francisco de Miranda y Ernesto Ceballos materializa a Antonio José de Sucre, acompañados por Karla Martínez, Melissa Inojosa, Franklin Álviarez y Omar Vegas.
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