Producir conocimientos y no dedicarse a reproducir mas “información bancaria”, como diría Paulo Freire, es la meta de los profesores y los estudiantes de la recien creada Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) y por eso que Pedro Barboza ha iniciado una campaña teórica, por ahora, entre los estudiantes y sus colegas, para que le pierdan el miedo a la transdisciplinariedad. Y para eso dio una conferencia, de la cual hemos preparado este resumen, que difundimos por la importancia del mismo.
Creación colectiva
- La transdisciplinariedad, va más allá de la palabra misma, que sugiere un encuentro entre diferentes disciplinas, porque la transdisciplinariedad es una nueva visión de mundo, una visión que transgrede el opuesto binario y apuesto por la inclusión de estos. Es, definitivamente, una apuesta revolucionaria, una necesidad de preservar el planeta en el que vivimos.
-Desde hace muchos años he venido investigando sobre el tema de la creación colectiva. Al principio de una manera menos teórica y más empírica directamente desde la creación, es decir, reuniéndome con otros artistas e inventando proyectos-excusas para trabajar juntos. El trabajo colectivo es una necesidad del mundo en el que vivimos. Es necesario vincular las diferentes disciplinas, no sólo aquellas disciplinas llamadas “artísticas” sino todas aquellas disciplinas creadoras. Luego en el camino, ésta misma necesidad se convierte es un actitud de vida y comienza la conciencia de la reunión de las disciplinas sin partir de una disciplina jerárquica sobre las otras. El encuentro de creadores para inventar eso que llamo el un-no-sabemos-que-va-a-salir-de-esto, es una necesidad de explorar, investigar, buscar nuevos caminos de integración y ampliar nuestros niveles de percepción. Partir de la premisa de no agregar disciplinas por el simple hecho de ser multidisciplinarios, lo importante es pensar transversalmente desde las experiencias múltiples, pensar “más allá” de las disciplinas.
Ciencias y artes
-En este siglo es necesario re-vincular las ciencias con las artes, que no es más que el vinculo entre la ciencias con la cultura, el encuentro entre lo objetivo y lo subjetivo, la subjetividad y la objetividad, la afectividad y la efectividad, que fueron separados desde hace muchos con la llegada del pensamiento clásico, cartesiano, determinista. Todo este pensamiento está muy presente en las actividades del pensamiento occidental, especialmente en la educación y formación desde los niveles básicos. Es necesario un cambio de conciencia en cuanto a la formación, primero pensar en la formación de formadores. Necesitamos formar niños creativos, que luego se conviertan en disciplinarios creadores. Sólo así podremos afrontar los problemas del mundo en el que vivimos, desde la creación.
Un trío necesario
-Einstein decía que los científicos eran creadores de teorías, mientras que Deleuze afirmaba que los filósofos son creadores de conceptos y los artistas creadores de percetos (cúmulos de percepciones y afectos). Si juntamos un colectivo de creadores de diferentes disciplinas podemos ampliar nuestros niveles de percepciones y entender otros niveles de realidades. Sin duda, de esta manera podremos ver desde diferentes perspectivas un objeto de estudio. Una transpercepción es necesaria para entender el momento socio-político-científico-artístico en el que vivimos.
Nuevas teorías
-No podemos hablar de la transdisciplinariedad sin antes hacer una breve reseña histórica de la relación del sujeto-objeto, subjetividad-objetividad, simplicidad-complejidad, ciencias exactas-ciencias humanísticas, efectividad-afectividad, entre otras. Muy brevemente podemos ir atrás, justo en el Medio Evo, cuando la percepción de la realidad siempre estaba sujeta a lo sagrado. La lógica de lo sagrado predominaba y justificaba cualquier pregunta con referencia a entender el mundo, la naturaleza y el ser humano. Como respuesta a esto surge de manera paulatina un reconocimiento del hombre y su capacidad de racionalizar, hasta el punto de llegar a la idea que la razón, el rigor matemático, las ciencias exactas eran la única manera de justificar la veracidad de un conocimiento. Cualquier idea que sugiriera un rasgo de subjetividad era tildada de metafísico, y de inmediato menospreciada. Y es justamente esta lógica del pensamiento clásico - el pensamiento cartesiano - la que ha regido durante siglos en cuanto a la evolución de las ciencias, el Big Bang disciplinario, la educación implantada en las universidades, la lógica de dominio de la naturaleza y la destrucción paulatina - cada vez más rápida y eficaz- del planeta. Es en este período en donde se rompe el diálogo entre las ciencias y las artes.
-Como respuesta a este pensamiento clásico y el surgimiento de la teoría de los sistemas, la informática y la cibernética y la física cuántica aflora un nuevo movimiento de filósofos, científicos y artistas que comienzan a proponer una mirada otra del mundo. Una mirada desde una perspectiva compleja, unificadora, transversal; se rompe con las dualidades del objeto-sujeto y se busca la inclusión de los opuestos, los sistemas abiertos, el diálogo entre las disciplinas y la mirada holística e integradora del conocimiento. Es aquí en este momento cuando surgen las nuevas teorías del pensamiento complejo y la transdisciplinariedad.
- La transdisciplinariedad, va más allá de la palabra misma, que sugiere un encuentro entre diferentes disciplinas, porque la transdisciplinariedad es una nueva visión de mundo, una visión que transgrede el opuesto binario y apuesto por la inclusión de estos. Es, definitivamente, una apuesta revolucionaria, una necesidad de preservar el planeta en el que vivimos.
-Desde hace muchos años he venido investigando sobre el tema de la creación colectiva. Al principio de una manera menos teórica y más empírica directamente desde la creación, es decir, reuniéndome con otros artistas e inventando proyectos-excusas para trabajar juntos. El trabajo colectivo es una necesidad del mundo en el que vivimos. Es necesario vincular las diferentes disciplinas, no sólo aquellas disciplinas llamadas “artísticas” sino todas aquellas disciplinas creadoras. Luego en el camino, ésta misma necesidad se convierte es un actitud de vida y comienza la conciencia de la reunión de las disciplinas sin partir de una disciplina jerárquica sobre las otras. El encuentro de creadores para inventar eso que llamo el un-no-sabemos-que-va-a-salir-de-esto, es una necesidad de explorar, investigar, buscar nuevos caminos de integración y ampliar nuestros niveles de percepción. Partir de la premisa de no agregar disciplinas por el simple hecho de ser multidisciplinarios, lo importante es pensar transversalmente desde las experiencias múltiples, pensar “más allá” de las disciplinas.
Ciencias y artes
-En este siglo es necesario re-vincular las ciencias con las artes, que no es más que el vinculo entre la ciencias con la cultura, el encuentro entre lo objetivo y lo subjetivo, la subjetividad y la objetividad, la afectividad y la efectividad, que fueron separados desde hace muchos con la llegada del pensamiento clásico, cartesiano, determinista. Todo este pensamiento está muy presente en las actividades del pensamiento occidental, especialmente en la educación y formación desde los niveles básicos. Es necesario un cambio de conciencia en cuanto a la formación, primero pensar en la formación de formadores. Necesitamos formar niños creativos, que luego se conviertan en disciplinarios creadores. Sólo así podremos afrontar los problemas del mundo en el que vivimos, desde la creación.
Un trío necesario
-Einstein decía que los científicos eran creadores de teorías, mientras que Deleuze afirmaba que los filósofos son creadores de conceptos y los artistas creadores de percetos (cúmulos de percepciones y afectos). Si juntamos un colectivo de creadores de diferentes disciplinas podemos ampliar nuestros niveles de percepciones y entender otros niveles de realidades. Sin duda, de esta manera podremos ver desde diferentes perspectivas un objeto de estudio. Una transpercepción es necesaria para entender el momento socio-político-científico-artístico en el que vivimos.
Nuevas teorías
-No podemos hablar de la transdisciplinariedad sin antes hacer una breve reseña histórica de la relación del sujeto-objeto, subjetividad-objetividad, simplicidad-complejidad, ciencias exactas-ciencias humanísticas, efectividad-afectividad, entre otras. Muy brevemente podemos ir atrás, justo en el Medio Evo, cuando la percepción de la realidad siempre estaba sujeta a lo sagrado. La lógica de lo sagrado predominaba y justificaba cualquier pregunta con referencia a entender el mundo, la naturaleza y el ser humano. Como respuesta a esto surge de manera paulatina un reconocimiento del hombre y su capacidad de racionalizar, hasta el punto de llegar a la idea que la razón, el rigor matemático, las ciencias exactas eran la única manera de justificar la veracidad de un conocimiento. Cualquier idea que sugiriera un rasgo de subjetividad era tildada de metafísico, y de inmediato menospreciada. Y es justamente esta lógica del pensamiento clásico - el pensamiento cartesiano - la que ha regido durante siglos en cuanto a la evolución de las ciencias, el Big Bang disciplinario, la educación implantada en las universidades, la lógica de dominio de la naturaleza y la destrucción paulatina - cada vez más rápida y eficaz- del planeta. Es en este período en donde se rompe el diálogo entre las ciencias y las artes.
-Como respuesta a este pensamiento clásico y el surgimiento de la teoría de los sistemas, la informática y la cibernética y la física cuántica aflora un nuevo movimiento de filósofos, científicos y artistas que comienzan a proponer una mirada otra del mundo. Una mirada desde una perspectiva compleja, unificadora, transversal; se rompe con las dualidades del objeto-sujeto y se busca la inclusión de los opuestos, los sistemas abiertos, el diálogo entre las disciplinas y la mirada holística e integradora del conocimiento. Es aquí en este momento cuando surgen las nuevas teorías del pensamiento complejo y la transdisciplinariedad.
Asi pìensa Pedro Barboza y así lo predica... !Ahora manos a la obra!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario