Nació en La Habana y a los 14 años se radicó en Caracas para culminar sus estudios, licenciarse en Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello y gracias al claustro jesuítico logró formar actores y espectadores destinados al movimiento cultural, al tiempo que lideró el grupo de Teatro UCAB, cuya semilla sembró Marcos Reyes Andrade. Además se desposó, fue madre y la hicieron abuela, para aportar así más generaciones de venezolanos. ¡Mientras en silencio y con sus dificultades han crecido otros miles de compatriotas que juntos decidirán el destino de esta Tierra de Gracia que recibió a sus ascendientes!
Ya Virginia Aponte está jubilada pero prosigue en la brega artística y además comanda la Fundación Medatia, con la cual, utilizando al teatro como herramienta para el dialogo, adelanta labores comunitarias en Mérida, Miranda y el Distrito Capital. Que la siniestra no sepa lo que hace la diestra, nos enseñaron en la escuela y con su tarea existencial eso ha ocurrido, para bien de ella y de la gente que la secunda.
Como cristiana católica, esta periodista teatrera exalta la Navidad y por eso, desde 1999, se las ha ingeniado para presentar Canción de Navidad, depurada y didáctica versión teatral de Un cuento de Navidad o A Christmas Carol (1843), del inglés Charles Dickens, donde un huraño consigue cambiar su destino final gracias a una pesadilla que le permite otro rumbo diferente a su vida. Es la saga del viejo y avaro Ebeneezer Scrooge, cuya amargura se hace más latente cada Navidad. El día antes de Nochebuena se le aparece su fallecido socio Jacobo Marley para anunciarle la visita de tres espíritus: la Navidad pasada, la presente y la futura. Estos fantasmas llevarán al viejo solitario, junto con el público, a un sorprendente viaje en el tiempo. Y después de esa noche, para Scrooge ya nada será igual. Toda una joya literaria de un escritor realista que fue un revolucionario para su tiempo y cuyos planteamientos tienen total vigencia en estos complejos y descreídos años.
Más allá de la fiesta navideña, que es el sano pretexto para escenificar esta metáfora maravillosa, estamos ante un sencillo regalo de Charles Dickens (Portsmouth, Inglaterra, 7 de febrero de 1812 Gadshill Place, Inglaterra, 9 de junio de 1870), hombre conocedor de tristezas, miserias y soledades, en los tiempos de la reina Victoria, pero quien siempre entendió que más allá de cualquier dificultad está la capacidad de los hombres para recapacitar y entender que volver a empezar es el privilegio de todo ser humano que comprenda al amor como único sentido de vida, nos ha comentado esta directora, quien tiene en su haber más de 100 montajes a lo largo de sus 30 años de pulcra trayectoria.
Montaje 2010
Desde la temporada de 1999, Virginia Aponte y su calificado equipo humano están mostrado su Canción de Navidad sin pretender rivalizar con los otros teatristas que redescubren las Navidades, pero eso si buscando llegar al espectador joven, especialmente a los niños y las niñas para advertirles de los problemáticos personajes de carne y hueso que encontraran en sus vidas.
Siempre nos habíamos resistido a contemplar en un escenario venezolano una fabula que degustamos en el cine y en la televisión, además de un montaje musical en Nueva York, pero doblegamos obstáculos y en matinal función dominical nos sumergimos en la agradable salita del teatro Escena 8 y nos dejamos atrapar por esa fantasía que no es precisamente para público infantil sino todo lo contrario, si se tiene en cuenta la crudeza de la anécdota. Nos olvidamos del crispado presente y fue un grato viaje hacia aquellas épocas cuando los 24 y los 25 decembrinos eran momentos gratos por conciliación de las familias y la ilusión de la muchachera ante los regalos que aparecían en el Pesebre o en el arbolito de Navidad, además de todos los rituales religiosos católicos que nos acompañaron hasta que llegó el reventón de la adolescencia y el complejo enfrentamiento ante un mundo desprovisto precisamente de magia e ilusiones gratas.
Hemos quedado maravillados por la concreción de la versión y la calidad del montaje que logró la directora, quien usa marionetas para acentuar la teatralidad de algunas escenas, además del profesional juego actoral desplegado con un amplio y juvenil elenco, donde dos generaciones de comediantes se cruzan y hasta compiten sanamente. Ver al periodista y actor Unai Amenábar dándole la replica al siniestro Scrooge, encarnado magistralmente por Wilfredo García, nos permite soñar con décadas venideras de este siglo cuando los montajes tendrán otros interpretes tan sólidos en sus labores de composición y creación escénicas, además del depurado trabajo con el lenguaje y sus tonos.
Gracias, pues, a la bien hilvanada anécdota, la precisión del espectáculo, con un cuidado preciso del tiempo y el ritmo escénicos, y el desempeño actoral, disfrutamos plenamente de esos 90 minutos, que nos parecieron menos, de este oportuno regalo teatral navideño, donde la fantasía devolvió gratas remembranzas que teníamos escondidas. ¡Y hasta nuestra moraleja sacamos muy a tiempo!
.Ficha artística
Actores y actrices: Carlos Domínguez, Wilfredo García, Unai Amenábar, Lucrecia Baldassare, Aymé Visconti, Leonardo Van Schembeek, Diego Maggi, Juan Coello, Jorge Patiño, Andreina Gómez, Ana O´Callaghan, Miguel Abreu, Ellen Andara, Víctor Escalona, Oriana Suárez, Eduardo Burguer, Miguel Abreu, Mate González, Gilmar Bastardo, Charlot Prins, Rebeca Pan Dávila, Gabriel Escalona, Mauricio Subero, Soraya Siverio, Oriana Suárez, Daniela Gamboa, Ámbar Chacín, Daniela Gamboa, Josue Villavicencio, Carlos Torres, María Leonor Comerma, Gilmar Bastardo, Tetelo Fernández, Valentina López, Daniela Gamboa, Laura Santana, Duilia Villavicencio, Lerryns Hernández, María Leonor Comerma, Ingrid Serrano, Manuela y Camila Hernández, Marcela Burger y Bernarda Briceño. Música: Víctor Escalona y Lerryns Hernández, Escenografía, Teresa Sánchez. Vestuario: Tetelo y Diana Fernández. Dirección general y dirección adjunta: Virginia Aponte y Ana O´Callaghan. Dirección técnica José Rafael Briceño. Producción ejecutiva: Wilfredo García. Producción general: AGO Teatro.
Calidad de vida
Medatia es una organización sin fines de lucro, integrada por más de 100 miembros activos, que desarrollan diversas actividades en el campo de la comunicación y la educación no formal. Su trabajo esta orientado a generar procesos individuales y grupales hacia una mejor calidad de vida, centrados en la dimensión humana del desarrollo, en la dignidad y en la conciencia de los sujetos y de sus comunidades. Su centro piloto de atención comunitaria y formación de facilitadores, esta ubicado en San Rafael de Mucuchíes, en el municipio Rangel del estado Mérida.
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