martes, mayo 17, 2011

Beca y libro para Edgar Borges

En el reino de España, el caraqueño Edgar Borges es noticia de nuevo. Se ganó una beca catalana y hacen el lanzamiento de su más reciente publicación.

El Tocayo” (con 45 años), como lo denominamos cariñosamente, cuenta que el próximo miércoles 25 de mayo, a las 20:30h, en La Marabunta Librería-Café de Madrid, el director de cine Emilio Barrachina le presentará su nuevo libro Crónicas de bar (Editorial Milrazones, 2011). Además obtuvo una Beca Residencia en el Centre d'Art La Rectoría, de Barcelona, un Centro muy prestigioso que selecciona a artistas de diversas partes del mundo y de variadas disciplinas para que terminen un proyecto de trabajo.

El Tocayo” explica como el proyecto que concluirá durante dos meses de residencia es una investigación novelada sobre la obra de Peter Handke (Griffen, Carintia, Austria, 1942) y la censura mediática. “El resultado final, de ese trabajo en el que estoy sumergido desde hace un buen tiempo, será una novela para 2012. En ese proyecto participan intelectuales de diversas partes del mundo, amigos de Peter Handke, traductores, investigadores y escritores”.

-¿Un ensayo sobre Peter o una novela?

- Se trata de una investigación novelada sobre la obra del escritor austríaco Peter Handke y la censura mediática. No es un ensayo, es una novela, híbrida, pero novela al fin; es híbrida porque tiene algo de diario y mucho de investigación. La novela se cuenta desde los apuntes que recopila día a día un investigador. Podría decir que es la historia de una investigación contada desde el plano intimo, desde los detalles de una persona que busca datos que le permitan, por un lado, disfrutar de la obra de Peter Handke, a quien admira mucho, y, por el otro, demostrar cuánto puede censurarse una voz literaria dentro de un mundo “reconocidamente democrático”, y es aquí cuando opera la ley impositiva del mercado: sólo se conoce lo que al sistema de consumo le conviene. Es un proyecto bien interesante del cual no debo dar muchos detalles porque será concretado en el marco de la Beca Residencia en el Centre d'Art La Rectoría, de Barcelona, que recientemente he obtenido vía concurso. Ese es un Centro que recibe a artistas internacionales de diversas disciplinas. Ahí el artista concluye el proyecto de trabajo que presentó a concurso. En mi caso ingresaré en julio de 2011 y permaneceré ahí, internado, batallando con mi proyecto, pero siempre acercándome a alguna ventana para ver el mundo. Esta novela saldrá en 2012 y será mi trabajo más ambicioso, literariamente hablando, hasta ahora.

-¿Cómo ha pensado abordar todo aquello?

- En este trabajo llevo mucho tiempo invertido. Su desarrollo ocupa mi atención desde hace algo más de un año, pero ya venía investigando sobre la obra de Handke desde hace mucho tiempo. La literatura de Peter Handke representa la reivindicación de la palabra en medio de un mundo enajenado por un sistema uniforme de sobreinformación. Para esta investigación novelada he entrevistado a siete intelectuales de países como Venezuela, Chile, España y Alemania, todos de primer nivel.

-¿Es una escritura por compromiso o tienes libertad plena para la temática?

- Como en todo lo que escribo tengo libertad plena, de lo contrario no lo escribiría. El Centre d'Art La Rectoría otorga la Beca Residencia y sólo pide el resultado de la propuesta introducida, pero la propuesta, en buena medida, se supone que ya debería estar encaminada. Ese es el caso de mi trabajo, ya venía desarrollándose por la propia dinámica que yo mismo le puse al asunto. Es literatura libre que busca reventar a su manera, desde mi espacio particular, ese molde tan odioso que hoy en día nos venden como novela uniforme y poco inteligente. Yo para hacer arte conservador me dedicaría a otra cosa más digna. La literatura, como todo el arte, y como el mundo en general, está padeciendo una severa crisis de conservadurismo, de puritanismo. En pleno siglo XXI el mundo se ha vuelto un mega convento. Pero en el fondo lo que impera es la misma doble moral de siempre, ahora avanzando de forma feroz para instaurar una segunda Edad Media en beneficio de una supra élite rectora de las iniciativas individuales. El poder económico y sus empleados, los políticos, han hecho de valores como la democracia y la libertad cascarones vacíos. Ellos dicen justicia y ya no dicen nada, dicen igualdad cuando en realidad quieren decir uniformidad. Dicen pueblo como si fuese un mantra aniquilador de personalidades. No obstante, soy un convencido de que el siglo XXI será el siglo de la estupidez pero también el siglo de la gran respuesta humana que le plantará cara al sistema bestialmente capitalista y a sus derivados que se alojan en una falsa izquierda.

-¿Qué ha pasado con sus otras obras?

-Todas han marchado bien, unas mejor que otras, como es normal. Lo cierto es que, una vez publicadas, esas obras ya no le pertenecen al escritor. En estos momentos se están traduciendo al italiano varios de mis relatos. Todo está germinando con la necesaria lentitud que requiere hacer las cosas bien dentro de una maquinaria global que corre a paso loco y atropellado. Yo, en ninguno de los roles que desempeño, pretendo participar en esa carrera. No, yo dejo que el monstruo siga su ruta loca, le dejo ir con su apetito insaciable y con sus pasos ruidosos. Yo voy a paso prudente, observando el camino y escribiendo mis ideas, un poco apostando a hacer cosas que vayan más allá de esta sociedad en transición. Tiene que venir algo mejor y mucho menos estúpido.

-¿Que de especial tiene esta obra que presenta en Madrid?

-La obra que se presenta, el próximo miércoles 25 de mayo, en La Marabunta Librería-café del barrio de Lavapiés de Madrid se titula Crónicas de bar. Se trata de un libro de apuntes, de observaciones, en el que he reunido 21 crónicas, 21 propuestas que tienen que ver con los mundos y submundos de los bares, de las tabernas, de los cafés. Crónicas de bar es un homenaje a la calle, a la vida, a los encuentros pero también a los desencuentros. En sus páginas el libro reconoce y celebra que un bar es un punto de esperanza pero también de despecho. ¿Qué otro lugar para lavar las heridas cotidianas que un bar? Con Crónicas de bar he pretendido celebrar la vida en un momento especialmente difícil en el que el ruido mediático nos reitera segundo a segundo que “somos bestias” que no amamos ni padecemos. Crónicas de bar deja en cada línea, en cada frase, en cada observación, ese brillo de humanidad que en mis recorridos taberneros capté en los diálogos y en los silencios. Mucha gente se está sintiendo identificada con el libro y creo que es justamente por percibir esos detalles de humanidad que no registran las noticias. El libro lo presentará el escritor y director de cine Emilio Ruiz Barrachina (Madrid, 1963), con quien sostendré una tertulia de bares, submundos y literatura. En una de las 21 crónicas del libro sostengo un diálogo virtual con Emilio, cada uno desde un café, él en Londres y yo en Oviedo. Ahora nos disponemos a convertir en realidad aquel diálogo en una tertulia festiva y literaria.


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