En enero del 2011 visité a Isaac en su penthouse y lo capté en su pose favorita. |
Margot Antillano, Manuel Poblete y Rafael Briceño dieron
vida a Triángulo, montaje de tres
obras breves, el viernes 14 de septiembre de 1962, en el Teatro Arte de Caracas
(TAC), ubicado en los altos del edificio del Cine Radio City, en Sabana Grande.
Ahí Román Chalbaud dirigió su comedia Las
pinzas, Eduardo Mancera escenificó el drama Tradicional hospitalidad de José Ignacio Cabrujas y Horacio
Peterson montó el texto A propósito de triángulo
de Isaac Chocrón.
Para experimentar con la creación colectiva, Chocrón
pidió a Chalbaud y Cabrujas que escribieran sus textos (no más de 30 minutos)
con estas obligaciones: mínimos vestuario, escenografía y utilería; dos actores
y una actriz y una primera página común para desarrollar la trilogía, según
tendencias e intereses particulares. Especie de abecé para el parto de Triángulo.
Las pinzas es un absurdo donde Chalbaud usa una siniestra
noticia periodística para armar la farsa trágica de un hombre que muere por
mala praxis médica. Cabrujas en Tradicional
hospitalidad aplica técnica clásica y plasma el drama exacerbado del exilio
del ex ministro de un régimen militar y Chocrón dicta catedra con A propósito de Triangulo sobre las
difíciles artes del teatro y el actor cercanas a la perfección para lograr una
prístina representación.
A escasos 54 años de ese crucial espectáculo, Venezuela
es otra, no solo en lo relacionado con sus multisápidas artes escénicas; del conjunto
de dramaturgos y artistas que participaron en esa tripleta solo sobrevive Román
Chalbaud (Mérida, 10 de diciembre de 1931), quien, precisamente, el pasado
viernes 8 de abril estaba como invitado en la primera fila de la sala Espacio Plural
del Trasnocho Cultural, porque el director Federico Pacanins había repuesto Triángulo con los comediantes María
Antonieta Hidalgo, Aitor Aguirre, Aníbal Cova, Greisy Mena, Nattalie Cortez,
Daniel Jiménez y César Bencid.
Pacanins respetó los textos y cambió, para bien,
unas cuantas didascálicas y reglamentaciones originales. Utilizó cortinas musicales
y elementos escénicos para separar las piezas, además creo un
presentador-utilero que ayuda a las transiciones. Él lo calificó como “una dinamización
del montaje” y obtuvo así un ritmo sostenido. Logró que los actores resolvieran
sin estridencias sus roles y pudieran impactar con los personajes encomendados,
especialmente: Aníbal, Nattalie, Daniel y César.
Triángulo, en estos tiempos, invita a revisar todo lo que escribió y
presentó la Santísima Trinidad, mote que
dio el periodista Lorenzo Batallán a la alianza de Chalbaud, Cabrujas y Chocrón,
motores de El Nuevo Grupo (1968-1988), fenomenal plataforma de lanzamiento del
mejor teatro venezolano del siglo XX. Otro reto para historiadores.
Pacanins resucitó el experimento Triángulo -cuya premisa general es la incomprensión
que anida en los seres humanos- como
parte de los festejos del Centro Venezolano Americano por sus 75 años de
labores útiles a la comunidad y porque el teatro breve o microteatro (de 15
minutos) ha resurgido con fuerza y lleva siete festivales en dos años. Sendos
temas para ser analizados por sociólogos, críticos y teatrólogos.
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