Actores de relevo para no muera el teatro criollo. |
Hizo una breve temporada en el Teatro Alberto
de Paz y Mateos el espectáculo Federico y Dióscoro, dirigido por
Maigualida Gamero, el cual regresará a los escenarios durante año próximo,como
no los dijo esta aguerrida teatrera.
Este Federico y Dióscoro, del autor
español Rubén Burén (Madrid, 1974) es un texto, de estructura
nada convencional, donde se combinan la narrativa novelesca y la
técnica teatral, lo cual impacta porque obliga a reflexionar sobre los últimos
días del escritor Federico García Lorca quien es encarcelado, presuntamente,
por su condición sexual, y recrea lo que
pudo ser aquel desasosiego carcelario. Es
pues, una dura crítica a un sistema que corroe que anula al ser humano. Sin
embargo entre ensoñaciones y poesía se van develando secretos y podemos
ponderar la condición excluyente de ciertas sociedades.
No hay nada nuevo bajo el sol, como enseña el
rey Salomón en esta pieza, todo es conocido gracias a otros autores que han
pretendido recrear las horas finales del autor de La casa de Bernarda Alba.
Eso no es malo ni bueno, simplemente no es novedoso, pero se acepta por todo el
trabajo ahí presente. Creemos que el autor hispano venezolano José Antonio Rial
es quien mejor plasma esas horas finales en su texto La muerte de García
Lorca, gran espectáculo de Rajatabla cuando vivía Carlos Gimenez.
FRATRICIDIO ESPAÑOL
Ahí, en un acto, no superior a los 75 minutos
de representación, se muestra a Federico vinculado a Dióscoro en una celda de
condenados a muerte, un maestro transgresor; de igual manera nos presenta
a Luis Rosales, un gran amigo del escritor, el único contacto con el exterior.
Rubén Burén logra crear un texto que se construye fragmentariamente como una
película, una especie del discurso cinematográfico que nos lleva a una
propuesta estética y escénica multimedia que se conjuga desde la puesta en escena
con videos y microfónicas, como advierte la directora Maigualida Gamero.
Hay que recordar que hace 81 años España se desangraba en fratricida
contienda. Una guerra civil por injustificables motivos escindía la historia de
una nación que había imperado en Europa y América, pero que por la intolerancia
de los bandos enfrentados se convirtió en cadalso de caínes y abeles. Las
consecuencias todavía atormentan y desvelan a descendientes de víctimas y
vencedores. Nadie quiere otra brecha igual.
En la larga lista de ese millón de muertos que dejó como saldo, hay un
nombre en especial que evocamos, porque, precisamente, el 18 de agosto de 1936
fue fusilado el poeta y dramaturgo Federico García Lorca, a los 38 años. Todo
un artista de sólidos principios y no un soldado o un guerrillero de pacotilla,
a quien los fascistas eliminaron, creyendo que así lo borrarían de la historia.
¡Jamás!
García Lorca es uno de esos artistas de quien casi todo el mundo ha oído
hablar pero al que, lamentablemente, muy pocas personas han leído a fondo. Su
personalidad extravagante, además de la forma tan trágica como murió,
desgraciadamente ha opacado sus verdaderos logros y su importancia como
escritor de vanguardia. Algunos recuerdan más su sórdido final y no lo otro, lo
que rompe el silencio de los tiempos, su obra.
Federico, por muchas declaraciones escandalosas que había hecho para
defender al socialismo de la república española, y por haberse convertido en
una ‘loca pública’, había despertado el odio de conservadores y reaccionarios
españoles. Estaba marcado y que sus enemigos querían deshacerse de él, a
cualquier precio. Y así lo hicieron, pero su obra ha derrotado al tiempo, una
victoria por encima de la muerte.
El documental Lorca. El mar deja de moverse, de Emilio
R. Barrachina, desvela que la muerte del célebre escritor “nació en el seno
familiar”. Ahí se afirma que Juan Luis Trescastros Medina, casado con una prima
lejana del padre del poeta y dramaturgo de Fuentevaqueros, sería el autor
material de su muerte, “Fue quien, después del asesinato, fue contando por ahí
que le había metido dos balas en el culo por maricón”, dijo el hispanista Ian
Gibson, uno de los historiadores que más profundamente investigo este episodio.
En ese documental están las palabras de 25 personas y las de Rafael Amargo,
quien declara que a Lorca lo mataron sus primos. “El run, run popular de que
los familiares eran los instigadores, ahora se confirma”, dice.
El documental acredita que la homofobia “como componente político” es
también “una de las causas de la muerte del poeta. Siempre se ha tratado de
tapar su homosexualidad, incluso por parte de la izquierda, porque un mártir de
izquierda no podía ser homosexual”, dice Barrachina.
ESPECTACULO 2017
Federico y Dióscoro es un
juego de la mente hecho teatro, donde Isaac De Lima encarna al poeta, Carlos
del Castillo es Dióscoro y Ademir Alfonzo es Luis. David Blanco es el
responsable de la iluminación, mientras que el diseño de la escenografía es de
Armando Zullo. Y la creadora de todo eso ritual es Maigualida Gamero, como una
directora general de una densa ceremonia con ritmos de lectura dramatizada y de
teatro de acción que se alternan. Toda una producción bien lograda y digna de
aplauso, además de oportuna para los tiempos que se viven en la patria de El
Libertador.
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