El teatro copía a la vida,como diría Mariela Romero.
Nunca dejaremos de
reseñar que la hiperkinética y pequeña
hija de Rosalía Romero, jamás sospechó como su obra El juego,
premiada en un concurso del Ministerio de Justicia, del año 1976, tendría larga
y positiva vida en los escenarios venezolanos y del mundo. Nos referimos a
Mariela (Ibarra) Romero, nacida en Caracas hacia 1949, quien con experiencia y
talento logró crear un estilo que la caracteriza, al reflejar, en buena parte
de sus argumentos teatrales, relaciones más que temas y personajes más que
situaciones.
Y citamos a Mariela Romero porque ha permitido
que el Taller Nacional de Teatro de la Fundación Rajatabla (Carlos Gimenez, 28
de febrero de 1971) como parte de su promoción XXVIII montará El juego, precisamente una de sus piezas
más emblemáticas, capaz de llevar al público a una especie de recorrido por una
montaña rusa de emociones. Y mostrar así, bajo la dirección general de Jennifer
Morales, como Fabiola Ferrer (Ana II) y María Teresa Molina (Ana I) logran encarnar
a los personajes de las pequeñas Anas, a quienes un despiadado adulto mayor las
tiene encerradas en un asqueroso potrero. Otra vez más: la explotación de los
seres humanos por la acción de un desalmado se muestra desde un escenario como
para que nadie lo olvide.
Sin
reconocerse a sí mismas, Ana 1 y Anna II viven, en cuerpos y almas, inmersas en
la indigencia; atormentadas por la miseria, el hambre y la explotación de un
malvado hombre, sus mentes precoces luchan para sobrellevar la agonía de la
cotidianidad con juegos que reflejan su día a día, especialmente cuando salen a
las calles a trabajar para él. Dos esclavas en el mundo de la posmodernidad en
una ciudad imaginaria, pero que tiene varios perfiles semejantes a Caracas. Este teatro mantiene su
vigencia. Se trata de un melodrama sobre un dueto de indigentes que luchan para
sobrevivir en medio de una sociedad que los excluye o persigue. Ahí se
materializan a las desposeídas Ana I y Ana II ¡El teatro copia crudas y jamás
superadas realidades!
Este montaje, muy cuidado y limitado en su planta de movimientos por el
espacio escénico, y apuntalado además en la dirección de actores (Andreina Bustamante),
demuestra un intenso y laborioso trabajo de la directora Jennifer hasta obtener
un producto de calidad artística, conseguido con mínimos recursos. Es notable
la aparición de estas jóvenes comediantes, María y Fabiola, quienes demuestran ya su sólido proceso de capacitación, adelantado en diferentes instituciones
caraqueñas y especialmente en Rajatabla, quienes ahora saldrán al mercado de
trabajo artístico,porque para ello han estudiado y trabajado.
Hay
que recordar que Mariela Romero (su nombre artístico) inició su carrera
artística como actriz en el grupo Bohemio, tras egresar de la Escuela de Arte
Dramático del Ateneo de Caracas. Hoy por hoy es una dramaturga célebre y además
afamada escritora de telenovelas. También ha realizado numerosas adaptaciones y
versiones de los clásicos, lo cual le ha permitido escudriñar los secretos de
la estructura dramática. Pero es más conocida internacionalmente en estos tiempos por sus
telenovelas, unas 50, entre adaptaciones y plausibles creaciones.
El juego, estrenada el 23 de julio de 1976 por el director
Armando Gota para el grupo Rajatabla, con la participación de la autora
encarnando a una de las protagonistas de esa trama- está nuevamente en la
cartelera caraqueña, específicamente en la sala de la Fundación Rajatabla para recontar
la historia de dos féminas, y quienes además comparten la miseria y la
represión impuesta por una figura masculina que las obliga a trabajar para él.
La acción dramática se desarrolla en una habitación arruinada y donde la pareja
se entrega a un juego de poderes para matar el tedio en que viven y mientras
esperan al cruel amo que vendrá a regañarlas y abusar de ellas, crean situaciones,
las actúan, y llegan hasta pensar que son reales. Las Anas hacen una especie de
teatro dentro del mismo teatro, recurso que les permite revelar, a través de
diferentes caracterizaciones, la intensidad de la relación de dependencia entre
ellas. Juzgamos que las actuaciones están en el punto exacto de esa verdad que
debe brotar siempre de un escenario donde hay un texto perfecto y correctamente
escenificado.
Una vez más,
Mariela Romero reitera como la debilidad del oprimido radica en ser opresor de
otro tan dominado como él. El juego del poder siempre tiene un perdedor y en El juego también. Debutó como autora teatral hacia 1967 con Algo alrededor del espejo,
pero es durante 1976 cuando irrumpe con El juego. Tiene otros textos como Este mudo circo, El juego de los vampiros, El cáncer es curable no lo malgaste, El vendedor y Esperando al italiano (dos
de sus éxitos de taquilla), además de El regreso del Rey Lear. Pero en
todas esas piezas reitera las constantes que la caracterizan: el mundo femenino
en lucha contra complejos contextos machistas y los conflictos socioeconómicos
donde están envueltas sus heroínas o antiheroínas. Tiene esas banderas y no las
ha quemado.
La dramaturga
Mariela Romero lleva más de dos décadas en Florida, Estados Unidos de América,
y nunca ha dejado de escribir telenovelas y comedias exitosas para abrillantar su
nombre artístico y estar a tono con la estirpe de su inolvidable tío, el
legendario músico Aldemaro Romero, nos contó que su teatro ha revivido en Miami.
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