El actor argentino Anibal Grunn (Bahia Blanca, 1947), como tantos otros talentosos inmigrantes sureños que llegaron a Venezuela en los años 70, trajo únicamente dos mudas de ropa, cuatro libros y montones de proyectos. A 31 años de su desembarco, Aníbal García Belardinelli (su nombre legal) tiene ya más libros y mucha ropa, además de una notable saga de labores útiles en pro del desarrollo cultural del país, realizadas desde los escenarios, los estudios de televisión, los platós cinematográficos y ahora desempeña un importante cargo ejecutivo y artístico en el Teatro Escena 8, el cual funciona en la calle La Guairita, de Las Mercedes.
Cuenta Grunn que fue en septiembre del 2005 cuando entró, por primera vez, a las instalaciones del Teatro Escena 8, porque dirigía una obra de Gennys Pérez, Sólo para ellas, que producían Elisa Escámez y Marián Valero. “Ahí conocí al presidente del teatro, César Loyo, quien le propuso a Marián que se hiciera cargo de la gerencia. Ella aceptó pero me sugirió que la acompañara en esa aventura, en calidad de director artístico. Yo en ese momento no podía, porque tenía encima el Festival de Teatro de Occidente y debía trabajar en ese evento, como hago todos los años, apoyando a otro valioso artista y gerente cultural, Carlos Arroyo. Pero les dije que si me podían esperar hasta enero, podía comenzar a trabajar. No sólo me esperaron, sino que además me buscaron para que no se me olvidara la promesa. Así comencé y dos meses mas tarde con Marián teníamos armada casi toda la programación del 2006. Pero ella, que es tan activa como yo o más, decidió que quería producir dos espectáculos y de pronto me quedé a cargo del teatro, gerenciando y dirigiendo. Nada de todo esto lo hubiera podido hacer si no contara con el equipo que cuento: un teatro preparado como una maravillosa joya, para ser lucido en los mejores momentos; un personal técnico y administrativo de primera y, por último, una directiva que me ha apoyado en cada uno de esos momentos”.
Advierte Grunn que el Teatro Escena 8 pertenece a un conjunto de empresas de Global Group Entertainment, comandadas cada una por un gerente y una junta directiva particular. “Es como una gran familia donde cada quien se ocupa de lo suyo, pero todos luchamos por el mismo objetivo. Nuestras reuniones son permanentes, con los gerentes, los jefes de ventas y los socios. Los productos de las distintas empresas nos pertenecen a todos, son responsabilidad de todos y todos nos involucramos en las actividades, para trabajar en conjunto. Nos apoyamos unos con otros, no existen diferencias”.
Ahora tiene entre sus metas hacer más rentable y más conocido al Teatro Escena 8, pero él sabe que insertarse en una comunidad como la de Caracas no es nada fácil. “Existen varios métodos: uno crear un espacio de moda, que no perduraría mucho en el tiempo, porque nos cansamos rápido y buscamos nuevos espacios; otro es tratar de mantener una cartelera teatral de calidad, permanente, asunto nada fácil, porque nadie sabe dónde está el éxito, y algunas veces la pegas pero otras no. La que estamos tratando de imponer en este momento, lo cual no creo que sea lo único, es ofrecer alternativas al espectador consecuente, al esporádico, al intelectual y al que sólo desea divertirse sin comprometerse demasiado con la propuesta que va a ver. Es decir: opciones escénicas, teatro, danza, música y pronto hasta cine tendremos”.
No pretende rivalizar con el Centro Cultural Trasnocho, porque piensa que rivalizar no es lo idóneo. “Al contrario, debemos unirnos y crear fuerzas comunes, para lograr que el público vuelva al teatro, que no le tenga miedo y pueda comentar las obras como lo hace con el cine. Como cosa curiosa, en este momento en la zona este de Caracas se están desarrollando espacios teatrales con importante asistencia de espectadores: el Trasnocho, el Teatro Luisela Díaz y nosotros. Creo que en Baruta es la cosa, para decirlo como lema publicitario".
La sala de Escena 8 tiene “una perfecta visual y una buena acústica, que pronto tendrá numeradas sus 220 butacas y eso permitirá al público reservar las entradas con anticipación. Este espacio cultural cuenta con un eficaz servicio de valet parking y personal de seguridad; el espectador llega, deja su carro, se lo estacionamos y se lo cuidamos mientras ve la obra y se lo devolvemos al salir, en perfecto estado. Todo eso sin costo alguno. Además tenemos la policía de Baruta que vigila las calles cercanas al teatro, permanentemente”.
La programación de la sala va de martes a domingos. “Para los martes, miércoles y jueves se han programado, hasta ahora, una función diaria; dos para viernes, sábados y domingos: pero, sábados y domingos tenemos dos más, porque, hay teatro para niños,claro que no de una misma obra. El criterio de programación es amplio, porque buscamos un teatro un poco más serio y más comprometido para los primeros días de la semana y algo más divertido, menos duro, para los fines de semana. Pero sobre todas las cosas impera la calidad, buenos elencos, excelentes textos, y los riesgos normales en la dirección”.
Sobre su método de trabajo, revela que es una persona planificadora y que respeta mucho sus horarios y los horarios de los demás. “Cuento con muy buenos asistentes. Hay veces que siento que se me enreda el papagayo y me provoca tirar la toalla, pero gracias a Dios siempre puedo. Creo mucho en Dios y sé que no me abandona y que su tiempo es perfecto. Siempre se me acomodan las cosas. También me pongo bravo, grito, armo rollos cuando los tengo que armar, porque no todo el mundo tiene el mismo ritmo de trabajo. Soy un adicto al trabajo y cuando no tengo nada que hacer me preocupo, me angustio y me lleno de culpas. Parece mentira pero es así. Los que están cerca de mí saben que no miento. ¿Será que estoy enfermo? No lo sé, pero soy feliz siendo como soy, haciendo lo que hago y viviendo como vivo".
Aníbal Grunn es un soñador y tiene muchos planes, pero no los cuenta. “En principio debo seguir atendiendo el teatro, dirigiendo y por ahí vienen dos o tres cosas más. Viajar, me encanta y no puedo evitarlo. Debo programar el Festival de Occidente. También me han propuesto algunas obras como actor, pero no creo que pueda. De hecho pienso no volver a dirigir después de agosto por lo que resta del 2006. Me gustaría reposar un poquito y ocuparme de la gerencia solamente. Tampoco voy a hacer televisión por ahora. Aunque si me ofrecieran algo de cine, que es mi pasión, sí lo haría. Y además tengo mis ratos para el amor y la cocina ”.
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