Carmela y Paulino, comicastros de poco monta, cantan, bailan y tratan de divertir a las tropas franquistas y al grupo de prisioneros que plenan una sala de teatro. Pero ella tiene una aguda crisis de conciencia y decide no continuar más con su torpe parodia contra la ya casi derrotada Segunda República Española, con cuya bandera se ha improvisado un vestido. Deja de actuar y “los improvisados empresarios”, la sacan de escena para fusilarla al amanecer, junto a los republicanos capturados, mientras su partenaire debe continuar el show para que no lo maten también.
Cuando el ensimismado público presencia aquello, grita de rabia o guarda conmovido un pesado silencio. Está en Caracas y en el Teatro Trasnocho presencia una representación del exitoso melodrama ¡Ay Carmela!, del español José Sanchis Sinisterra, con los comediantes Tania Sarabia y Basilio, puesta en escena por Armando Álvarez, el cual se exhibe, durante los fines de semana.
¡Ay Carmela! alude a los fusilamientos y las peripecias de un dueto de comediantes en medio de una lucha fraticida, la Guerra Civil Española (1936-1939), que además se internacionalizó. Teniendo en cuenta la intolerancia de una sociedad escindida entre rojos o republicanos y nacionalistas o franquistas, se desencadenan las tragicómicas pericias de Carmela y Paulino, quienes regresan a Valencia, pero en el camino entran en la zona nacional o franquista, son detenidos y encerrados en un colegio, donde se hacinan con los milicianos capturados. Todo indica que serán fusilados, pero al enterarse un oficial que ellos son histriones, les hacen una oferta para que trabajen como actores para su bando. La posibilidad de salvar sus vidas pasa por interpretar un sainete que incluye una parodia contra los republicanos y porque además pretenden burlarse de los brigadistas internacionales que van a ser ejecutados.
¡Ay Carmela! no es más que es una creación teatral sobre la intolerancia de un conjunto de comunidades escindidas y entregadas a un ritual cainítico, además de una faceta sobre la tragedia de los artistas e intelectuales en medio de una conflagración, como fue esa hecatombe escenificada en la península ibérica. Esa guerra civil, con apoyo de nazis, fascistas italianos, soviéticos y combatientes de otras nacionalidades, dio la victoria a un régimen fascista atípico, tras un millón de muertos de ambos bandos. Pero la paz para todos los hispanos comenzó a imponerse a mediados de los años 70, por la cual aún se lucha dentro de una monarquía parlamentaria y con un gobierno controlado por una mayoría socialista a la española.
¡Ay Carmela! -se había exhibido en Caracas durante un festival internacional a mediados de los años 80, actuada por los españoles Verónica Forqué y José Luis Gómez, además de la versión cinematográfica- le permite al dramaturgo dejar constancia del dilema hamletiano de la intelectualidad hispana de esa época y por eso sus protagonistas se debaten entre la conciliación o el diálogo de moderación que propone Paulino y la razonada actitud y valiente conducta de Carmela. Al final, matan a quien no negocia con sus ideales. Y dejan vivir, si eso se llama vida, al necesario sirviente que requiere la sangrienta victoria.
La puesta en escena es lograda de manera sobria y profesional por Armando Álvarez, contando con la magistral performance de Tania Sarabia como la ejemplar Carmela, secundada correctamente por Basilio Álvarez en el desesperado y cobarde Paulino, delirante y conmovedor a la vez. Todo eso hace de este montaje una monumental prédica sobre lo que nunca debe ocurrir en esta Tierra de Gracia.
Es obvia, casi panfletaria, la moraleja de esta pieza, que por peculiaridades de su escritura y la inteligente manipulación del folklore español, se convierte en una larga hora de puro sainete que se amarga con los angustiosos minutos finales, los cuales congelan las risas y advierten de forma protuberante lo que fue el drama de esos artistas o ciudadanos que nunca esperaron ser masacrados por sus compatriotas en nombre de un ideal apuntalado en la muerte.
Taquillazo
¡Ay Carmela! inicio su temporada el 18 de enero y debe culminar el 29 de junio, cuando habrá realizado unas 72 funciones, que, a un promedio de 200 espectadores, en una sala de 300 puestos , “retrata” no menos de 14 mil doscientos espectadores, cifra nada despreciable. Las razones del éxito de taquilla son una mezcla del valor mediático de la actriz Tania Sarabia, suficientemente conocida no sólo por su pasantía por la televisión local, sino también por su constancia profesional, porque desde la década de los 90 está en los escenarios con sus monólogos, como aquel ¡Que me llamen loca! El otro factor que ayuda es la temática de la guerra civil, pero en este caso centrada en las peripecias melodramáticas de dos actores que hacen todos los esfuerzos para la sobrevivencia ante sus bárbaros opresores
Cuando el ensimismado público presencia aquello, grita de rabia o guarda conmovido un pesado silencio. Está en Caracas y en el Teatro Trasnocho presencia una representación del exitoso melodrama ¡Ay Carmela!, del español José Sanchis Sinisterra, con los comediantes Tania Sarabia y Basilio, puesta en escena por Armando Álvarez, el cual se exhibe, durante los fines de semana.
¡Ay Carmela! alude a los fusilamientos y las peripecias de un dueto de comediantes en medio de una lucha fraticida, la Guerra Civil Española (1936-1939), que además se internacionalizó. Teniendo en cuenta la intolerancia de una sociedad escindida entre rojos o republicanos y nacionalistas o franquistas, se desencadenan las tragicómicas pericias de Carmela y Paulino, quienes regresan a Valencia, pero en el camino entran en la zona nacional o franquista, son detenidos y encerrados en un colegio, donde se hacinan con los milicianos capturados. Todo indica que serán fusilados, pero al enterarse un oficial que ellos son histriones, les hacen una oferta para que trabajen como actores para su bando. La posibilidad de salvar sus vidas pasa por interpretar un sainete que incluye una parodia contra los republicanos y porque además pretenden burlarse de los brigadistas internacionales que van a ser ejecutados.
¡Ay Carmela! no es más que es una creación teatral sobre la intolerancia de un conjunto de comunidades escindidas y entregadas a un ritual cainítico, además de una faceta sobre la tragedia de los artistas e intelectuales en medio de una conflagración, como fue esa hecatombe escenificada en la península ibérica. Esa guerra civil, con apoyo de nazis, fascistas italianos, soviéticos y combatientes de otras nacionalidades, dio la victoria a un régimen fascista atípico, tras un millón de muertos de ambos bandos. Pero la paz para todos los hispanos comenzó a imponerse a mediados de los años 70, por la cual aún se lucha dentro de una monarquía parlamentaria y con un gobierno controlado por una mayoría socialista a la española.
¡Ay Carmela! -se había exhibido en Caracas durante un festival internacional a mediados de los años 80, actuada por los españoles Verónica Forqué y José Luis Gómez, además de la versión cinematográfica- le permite al dramaturgo dejar constancia del dilema hamletiano de la intelectualidad hispana de esa época y por eso sus protagonistas se debaten entre la conciliación o el diálogo de moderación que propone Paulino y la razonada actitud y valiente conducta de Carmela. Al final, matan a quien no negocia con sus ideales. Y dejan vivir, si eso se llama vida, al necesario sirviente que requiere la sangrienta victoria.
La puesta en escena es lograda de manera sobria y profesional por Armando Álvarez, contando con la magistral performance de Tania Sarabia como la ejemplar Carmela, secundada correctamente por Basilio Álvarez en el desesperado y cobarde Paulino, delirante y conmovedor a la vez. Todo eso hace de este montaje una monumental prédica sobre lo que nunca debe ocurrir en esta Tierra de Gracia.
Es obvia, casi panfletaria, la moraleja de esta pieza, que por peculiaridades de su escritura y la inteligente manipulación del folklore español, se convierte en una larga hora de puro sainete que se amarga con los angustiosos minutos finales, los cuales congelan las risas y advierten de forma protuberante lo que fue el drama de esos artistas o ciudadanos que nunca esperaron ser masacrados por sus compatriotas en nombre de un ideal apuntalado en la muerte.
Taquillazo
¡Ay Carmela! inicio su temporada el 18 de enero y debe culminar el 29 de junio, cuando habrá realizado unas 72 funciones, que, a un promedio de 200 espectadores, en una sala de 300 puestos , “retrata” no menos de 14 mil doscientos espectadores, cifra nada despreciable. Las razones del éxito de taquilla son una mezcla del valor mediático de la actriz Tania Sarabia, suficientemente conocida no sólo por su pasantía por la televisión local, sino también por su constancia profesional, porque desde la década de los 90 está en los escenarios con sus monólogos, como aquel ¡Que me llamen loca! El otro factor que ayuda es la temática de la guerra civil, pero en este caso centrada en las peripecias melodramáticas de dos actores que hacen todos los esfuerzos para la sobrevivencia ante sus bárbaros opresores
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