La Biblia pide a los esposos evitar separaciones durante lapsos prolongados, capaces de alterar las relaciones de dos seres humanos que se aman y se han jurado fidelidad y asistencias mutuas hasta la muerte. Y por eso saltó a Miami, para acompañar a su compañero, asesorarlo y así luchar ambos, para afrontar la sobrevivencia, con sus labores artísticas, y además proseguir la crianza y los debidos cuidados para sus descendientes.
Así razona la venezolana Indira Páez, reconocida autora teatral y guionista de televisión, el por qué de su “huida” al Norte y no precisamente en pos de una quimera. “Tengo una familia, de esas bien modernas, conformada por los tuyos, los míos y los nuestros. Así pues, la ex esposa de Frank Quintero (mi actual marido) se vino a vivir aquí a Miami y por supuesto se trajo a su hijo, o sea, mi hijo putativo. Cuando en Venezuela comenzamos a hablar de cambios de todo tipo, planes b, emigrar, libertades económicas restringidas, no es cierre si no fin de la concesión, y comenzaron a añadirse nuevas palabras, eslóganes, humores y desamores a nuestra convulsionada cotidianidad, pues él y yo pensamos, sí, en irnos. Teniendo a su hijo aquí, venirnos para Miami era lo lógico. ¿Por un tiempo? ¿la vida entera? No lo sé. A los 40 años me he desdicho tantas veces que prefiero no predecirme. El tiempo dirá lo que haremos”.
Durante los últimos años ha tenido que reinventarse, reconstruirse y reaprenderse. “Y de paso, trabajar para el canal de televisión MegaTV. Allí coescribí una miniserie protagonizada por Chayanne y por El Puma José Luis Rodríguez, una historia sobre vampiros. Fue una experiencia interesantísima, un formato distinto al que estoy acostumbrada a manejar en TV. También fui co-host de un segmento en radio, junto a mi jefe Agustín. Ahí cada lunes hacíamos un resumen del capítulo anterior de la serie, que se transmitió durante diez domingos. También entrevistábamos a los artistas de la miniserie. Recientemente estrené un café concert, Mujeres de par en par, con algunos textos míos, música de Frank al piano, la producción de Beatriz Urguelles y la dirección de Juan David Ferrer, un cubano interesantísimo. Hicimos cinco semanas y bajamos ahora en enero. Nos ha ido chévere de público y crítica, gracias a Dios. Ha sido una experiencia lindísima que me ha permitido conocer gente deliciosa de varias regiones del mundo, además”.
El 2009 la sorprende desarrollando otro show de comedias en MegaTV, y por otro lado con su Frank registraron IQ Productions en Miami, la misma compañía que tienen en Venezuela y con la cual hicieron varios montajes y conciertos. “Con IQ queremos realizar ahora una pieza para hombres, coproducida por Franklin Virgüez. También vamos a estrenar en el Teatro Abanico, que dirige Lili Rentería, Amanecí como con ganas de morirme. Estoy escribiendo la obra Cosas que perdí en la mudanza, para estrenarla durante la segunda mitad de 2009”.
No le ha sido difícil insertarse en el mundo mayamero, porque “afortunadamente, Beatriz Urgüelles montó acá, hace un par de años, mi obra Crónicas desquiciadas, bajo la dirección de Manuel Mendoza para el Festival de Teatro Hispano, en representación de Venezuela y como una producción de Venevisión. Así mi nombre se dio a conocer en la comunidad artística, que es mínima. Luego el mismo Mendoza hizo Esperanza Inútil, pieza que escribí con Dairo Piñeres. También la produjo Beatriz y la protagonizó Alicia Plaza. Ambos espectáculos fueron bien recibidos, entonces cuando me mudé, ya la gente me conocía, porque esta ciudad de veintipico de millones de habitantes, es en realidad un pueblito de cuatro calles en donde todo el mundo se conoce. Especialmente la comunidad hispana, bohemia, teatrera y hedonista”.
Y no puede olvidar que en Venezuela siguen su familia entera, sus obras y sus amores. Ahora mismo está en cartelera El circo de los sueños, musical infantil que coescribió con su hermana Amaris Páez, y el cual se ganó el TIN en 1999, lo dirige Dairo Piñeres. Y en el Teatro Escena 8, el padre de su hija, Sebastián Falco, está dirigiendo Pareja en regla, escrita por él a partir de una idea de Indira. ”Así…que nada, los escritores no tenemos geografía, ni direcciones postales, y mucho menos nuestros afectos no desaparecen”, brama desde Florida.
13 minutos
Indira Páez de Quintero revela que vive corriendo más que nunca. “Llevo a los niños al colegio, me voy a trabajar, a hacer diligencias, mercado, lo que sea. A las cuatro salgo corriendo a buscar a Nicolás a la guardería, a Oriana al fútbol. Llego a la casa para hacer cena, lavar platos, ropa, niños, caras, dientes, lo que sea que haya que lavar. Cuando se duermen los chamos, contesto emails, escribo, hago el amor, me baño, qué sé yo...me duermo tardísimo, por supuesto. Aquí cada hora me dura unos 13 minutos, porque las distancias son demasiado largas y uno no tiene señora de servicio, o mamá, o vecina o hermana que te haga la segundita”.
Así razona la venezolana Indira Páez, reconocida autora teatral y guionista de televisión, el por qué de su “huida” al Norte y no precisamente en pos de una quimera. “Tengo una familia, de esas bien modernas, conformada por los tuyos, los míos y los nuestros. Así pues, la ex esposa de Frank Quintero (mi actual marido) se vino a vivir aquí a Miami y por supuesto se trajo a su hijo, o sea, mi hijo putativo. Cuando en Venezuela comenzamos a hablar de cambios de todo tipo, planes b, emigrar, libertades económicas restringidas, no es cierre si no fin de la concesión, y comenzaron a añadirse nuevas palabras, eslóganes, humores y desamores a nuestra convulsionada cotidianidad, pues él y yo pensamos, sí, en irnos. Teniendo a su hijo aquí, venirnos para Miami era lo lógico. ¿Por un tiempo? ¿la vida entera? No lo sé. A los 40 años me he desdicho tantas veces que prefiero no predecirme. El tiempo dirá lo que haremos”.
Durante los últimos años ha tenido que reinventarse, reconstruirse y reaprenderse. “Y de paso, trabajar para el canal de televisión MegaTV. Allí coescribí una miniserie protagonizada por Chayanne y por El Puma José Luis Rodríguez, una historia sobre vampiros. Fue una experiencia interesantísima, un formato distinto al que estoy acostumbrada a manejar en TV. También fui co-host de un segmento en radio, junto a mi jefe Agustín. Ahí cada lunes hacíamos un resumen del capítulo anterior de la serie, que se transmitió durante diez domingos. También entrevistábamos a los artistas de la miniserie. Recientemente estrené un café concert, Mujeres de par en par, con algunos textos míos, música de Frank al piano, la producción de Beatriz Urguelles y la dirección de Juan David Ferrer, un cubano interesantísimo. Hicimos cinco semanas y bajamos ahora en enero. Nos ha ido chévere de público y crítica, gracias a Dios. Ha sido una experiencia lindísima que me ha permitido conocer gente deliciosa de varias regiones del mundo, además”.
El 2009 la sorprende desarrollando otro show de comedias en MegaTV, y por otro lado con su Frank registraron IQ Productions en Miami, la misma compañía que tienen en Venezuela y con la cual hicieron varios montajes y conciertos. “Con IQ queremos realizar ahora una pieza para hombres, coproducida por Franklin Virgüez. También vamos a estrenar en el Teatro Abanico, que dirige Lili Rentería, Amanecí como con ganas de morirme. Estoy escribiendo la obra Cosas que perdí en la mudanza, para estrenarla durante la segunda mitad de 2009”.
No le ha sido difícil insertarse en el mundo mayamero, porque “afortunadamente, Beatriz Urgüelles montó acá, hace un par de años, mi obra Crónicas desquiciadas, bajo la dirección de Manuel Mendoza para el Festival de Teatro Hispano, en representación de Venezuela y como una producción de Venevisión. Así mi nombre se dio a conocer en la comunidad artística, que es mínima. Luego el mismo Mendoza hizo Esperanza Inútil, pieza que escribí con Dairo Piñeres. También la produjo Beatriz y la protagonizó Alicia Plaza. Ambos espectáculos fueron bien recibidos, entonces cuando me mudé, ya la gente me conocía, porque esta ciudad de veintipico de millones de habitantes, es en realidad un pueblito de cuatro calles en donde todo el mundo se conoce. Especialmente la comunidad hispana, bohemia, teatrera y hedonista”.
Y no puede olvidar que en Venezuela siguen su familia entera, sus obras y sus amores. Ahora mismo está en cartelera El circo de los sueños, musical infantil que coescribió con su hermana Amaris Páez, y el cual se ganó el TIN en 1999, lo dirige Dairo Piñeres. Y en el Teatro Escena 8, el padre de su hija, Sebastián Falco, está dirigiendo Pareja en regla, escrita por él a partir de una idea de Indira. ”Así…que nada, los escritores no tenemos geografía, ni direcciones postales, y mucho menos nuestros afectos no desaparecen”, brama desde Florida.
13 minutos
Indira Páez de Quintero revela que vive corriendo más que nunca. “Llevo a los niños al colegio, me voy a trabajar, a hacer diligencias, mercado, lo que sea. A las cuatro salgo corriendo a buscar a Nicolás a la guardería, a Oriana al fútbol. Llego a la casa para hacer cena, lavar platos, ropa, niños, caras, dientes, lo que sea que haya que lavar. Cuando se duermen los chamos, contesto emails, escribo, hago el amor, me baño, qué sé yo...me duermo tardísimo, por supuesto. Aquí cada hora me dura unos 13 minutos, porque las distancias son demasiado largas y uno no tiene señora de servicio, o mamá, o vecina o hermana que te haga la segundita”.
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