De los 33
años que lleva el Grupo de Teatro Bagazos, entregados a la capacitación de
actores y espectadores, los últimos 144 meses sirvieron para formar unos
cuantos dramaturgos porque no hay sólido desarrollo teatral si la escena carece
de suficientes poetas propios. Por eso Gerardo Blanco López inventó el Premio
Chela Atencio para exaltar a los más destacados en los talleres “Cómo echar un
cuento que va a ser visto”, que la autora Mónica Montañés Chalbaud conduce como
apostolado.
Secreto a voces de Totti Vollmer,
en el año 2000, fue la primera ganadora de ese galardón que se caracteriza por
la esencial puesta en escena. Y para esta temporada “bisagra” del 2012, Sandra I.
Corrales, Francisco Barrios, Inés Muñoz Aguirre y Nayaurí Jiménez son los
triunfadores con sus obras En sesión, Hazme la caridad, Madre e
hija y La novia amnésica, con
las cuales produjeron el espectáculo Mesa
reservada, complementado con Por
cierto de Montañés Chalbaud, dirigido por Blanco López y exhibido en la
Caja Teatral del Centro de Artes Integradas, en los predios de la Universidad Metropolitana.
Mesa reservada, que no supera los 80 minutos de
duración, se caracteriza porque sus
textos tienen a la mesa como el espacio donde sus personajes comparten vivencias
y plasman sus absurdas cotidianidades para confrontar al espectador con su
mundo interior. Enseñan esas micro piezas algunas realidades ocultas
y amargas que subyacen en los estereotipados conceptos de lo que es la
felicidad.
Cuatro
pacientes reunidos para compartir sus penurias, mezcladas entre el humor y el
drama, tras salir de sus respectivas terapias, dan vida y cuerpo a En sesión, la cual subraya como la
desesperación por la normalidad no es únicamente para otros sino para quien la sufre.
Hazme
la caridad enseña que el sexo es usado también para el mero placer
egoísta sin tener en cuenta lo que ocurre en el mundo interno de cada uno de
los miembros de la pareja. Es el sexo exprés que resuelve la pulsión animal,
más nada. Madre e hija aborda el ancestral tema de las relaciones familiares, donde las risas
o las lágrimas advierten la crueldad posible en el círculo familiar. La
novia amnésica es el
melodrama de la dama a punto de casarse pero ella ha perdido la brújula de su
seso. Y Por cierto recuerda que las
palabras pueden convertirse en el principal vehículo para la incomunicación en
medio de una sociedad caótica.
Nos gusta
esta exótica Mesa reservada por la
absurdidad de sus contenidos y las depuradas actuaciones exhibidas, pero
creemos que cada autor deberá ampliar su pieza para mostrarla
independientemente. Tienen material que les permitirá redondear las historias y
hacerlas más extensas e intensas.
Yuvanna
Montalvo, Geisy Rojas y Johnny Cáceres
impactaron al resolver sus complejas caracterizaciones, mientras Violeta Alemán
y Héctor Campobello reiteraron sus veteranías actorales, secundados por Jesús
Guzmán y María Fernanda Esparza.
Hay que subrayar que las
cinco minipiezas están unidas o hilvanadas, además del espacio escénico común,
por un video, en blanco y negro, con letreros, cual aquellos documentales del histórico
cine mundo, bien conceptualizado y realizado por Mauricio Blanco
Cordido, para sumar el teatro y el cine
en función de un mayor placer lúdico. Precisamente esta mezcla de teatro y lo
audiovisual se está acentuando en la mayoría de los espectáculos caraqueños, y
hasta ahora ha sido positivo, aunque hay que subrayar que la técnica utilizada tiene
que ser de primera línea y no de aficionados, como hemos visto en otros
montajes.
Y como Bagazos
no duerme sobre sus laureles, ya organiza un festival para grupos emergentes, gracias a la Caja Teatral,
durante el 2013, porque la escasez de espacios para las exhibiciones ya tiene
características kafkianas y esto lastra el desarrollo de la importante disciplina
artística. Gerardo Blanco López y su gente quieren así colaborar o dar
soluciones a ese serio problema del espacio escénico necesario.
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