Armando
Carias, legendario teatrero venezolano, creador y artífice
fundamental del grupo El Chichón, la más importante institución
productora de espectáculos para niños y niñas (además de sus acompañantes adultos) que ha existido en
Venezuela, está de regreso. Y lo hace con la Compañía Nacional de
Teatro para dirigir la producción Cajita de Arrayanes, una
mágica fábula llena de magia, color y poesía escrita por Lutecia
Adam con música original de Alecia Castillo. Las funciones tendrán
lugar en el Teatro Nacional los días 18, 19, 25 y 26 de
agosto;sábados y domingos a las 3 pm; y el domingo 02 de Septiembre.
también a las 3 pm, en el Teatro Catia.
Para
Carías (Caracas, 1952),Cajita
de arrayanes es la obra de teatro infantil
que expresa con mayor sensibilidad y tino poético la venezolanidad,
desde la óptica de sus valores de identidad, cultura y tradiciones”
.
La
obra plasma la historia del Ratón Aquiles, de su amor por la poesía
y cómo, gracias a ésta, logra salvar de la desesperanza a los otros
ratones de la colonia donde vive. Edificada como metáfora de vida,
Cajita de Arrayanes es
un canto a las cosas más sencillas, a las mariposas, a las
laboriosas hormigas, al mastranto, a los cochinos…a la poesía.
Sus
autoras, Lutecia Adam (creación literaria) y Alecia Castillo
(creación musical); interpretan con hondo arraigo, respeto y amor,
el alma de los personajes de una historia sencilla, pero profunda,
inspirada en la vida y andanzas de uno de nuestros más queridos y
admirados poetas: Aquiles Nazóa.
Toda
la obra gira en torno a un Tío vivo o carrusel, alegoría de la vida
rutinaria de esa colonia de ratones que trabajan la tierra,
conviviendo a diario con maravillas que no se detienen a admirar, con
pájaros cuyos cantos no disfrutan, con hormigas que no les asombran
y con mariposas cuyos colores no tienen tiempo de apreciar.
Solo
Aquiles, el ratón poeta, defensor de cochinos y de causas perdidas,
percibe y goza la magia de ese lugar del que sus compañeros de
colonia, solo saben sacar papas y granos.
Será
necesario que la apacible rutina de los campos se vea alterada por la
tormenta y que ese carrusel pierda su brillo y su alegría, para que
los ratones acudan al despreciado poeta, quien les hará descubrir
que la palabra también alimenta y, lo más importante, que ellos la
llevan dentro de sí, en su Cajita de Arrayanes.
La
argumentación se apoya en sonoridades de inconfundible acento venezolano:
valses, merengues, joropos, romanzas, serenatas, arrullos;
interpretada con cuatro, guitarra, mandolina, bajo y percusión, que
junto a la puesta en escena permiten lograr el objetivo de la obra:
reivindicar el valor de la poesía como fuente generadora de vida, de
esperanza y de futuro.
Conforman
el elenco: María Alejandra Tellis, Eliécer Paredes, Miling Cabello,
Dewis Durán, Rita Fernández, Alejandra Mancilla, Valentina
Fagundez, Mariana González, Génesis López, Andrea Silva, Cesar
Guarisman, Wahari Meléndez, Morelba Domínguez y María Isabel
Quintero, junto a los músicos Néstor
Viloria, Javier Marín, Jesús Milano, Jorge villarroel, Juan Manuel
Sánchez y Pedro Marín.
Por
su parte, la dirección coreográfica esta a cargo de Carmen Violeta
Pérez; Dirección Vocal y arreglos vocales Julia Carolina Ojeda;
Dirección Musical Néstor Viloria; Puesta en escena y dirección
general de Armando Carías bajo la Producción General de la Compañía
Nacional de Teatro.
MEMORIA
Armando
Carias salió jubilado de la UCV en el año 2007 y eso también
significó dejar la dirección de El Chichón. Sobre esa etapa, el
artista recuerda que durante esos 29 años se hicieron más de 100
montajes. Su primer espectáculo se mostró el 7 de octubre de 1978,
cuando se estrenó Pluf el fantasmita de la autora brasileña
Maria Clara Machado
-¿Valieron
la pena esos 29 años en el teatro infantil?
-Seria
muy pretencioso de mi parte aceptar que uno ha sido importante. Uno
en el teatro infantil no debe pretender formar espectadores para el
mañana, porque esa es una forma de minimizar el rol del teatro para
niños y del creador sino del propio niño. Los niños son
importantes ahora y para el futuro, pero esos niños tienen que ser
felices hoy. Eso de que el teatro infantil forma al espectador del
mañana es una gran subestimación y una falta de respeto al creador
que trabaja para niños. El teatro para niños es fundamentalmente
para hacer feliz al niño ahora . El teatro para niños es un fin en
si mismo y no es un transito hacia otro estadio.
-¿Fue
útil El Chichón para la comunidad?
-El
Chichón no solo fue escuela, fue liceo y universidad del teatro
infantil. El grupo creó y convocó a las Primeras Jornadas de
Discusión sobre el Teatro Infantil y las Primeras Jornadas sobre el
Cuento Infantil, eventos que reunieron a los más destacados
creadores y promotores de ambos géneros. De allí surgieron sendas
publicaciones que son referencia académica para el estudio del
teatro y la narrativa dirigida a la niñez.
-El
Chichón inauguró en Venezuela el teatro infantil político,
expresión que reivindicó y asumió como la línea ideológica
dentro de su trabajo. Tú vas a la biblioteca de la Escuela de Artes
o del Instituto Universitario de Teatro y todas las tesis de grado
sobre teatro infantil tienen a El Chichón como referencia. Más allá
de eso, el número de actores, actrices, diseñadores, dramaturgos,
coreógrafos y promotores que han pasado por el grupo se pierde de
vista.
-Eso,
por hablar de teatro, pero si nos extendemos a otras actividades, nos
encontraremos a cientos de ex-chichones ejerciendo como médicos,
abogados, ingenieros y cualquier otra profesión. Eso también es
dejar escuela, porque significa que el teatro se insertó en la vida
de estas personas durante su estancia universitaria y esa es una de
las funciones fundamentales de un grupo estudiantil. En una encuesta
que se hizo hace unos años entre los estudiantes, el grupo más
conocido en la UCV, por encima del propio Orfeón Universitario, era
El Chichón.
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