sábado, abril 27, 2013

High prosigue en la escena caraqueña


Fundarte asumió gran tarea compleja y delicada. Ser conserje y gerente de una docena de  recuperadas salas teatrales del municipio Libertador y además  educar, entretener y sensibilizar al público, porque exhibe, de enero a diciembre, numerosos espectáculos variopintos los cuales se ofrecen a precios módicos (comenzaron a 5 y van por 20 bolívares). Poco a poco adiestra al básico personal de tan importante infraestructura  y hace entender a los artistas la necesaria calidad estética de todas sus producciones.
Tras la exitosa experiencia de sendos festivales teatrales (2011 y 2013), Fundarte se atreve a crear un Circuito Teatral de Caracas. Y por eso presenta High, uno de los mejores montajes de la temporada comercial 2012, con 150 funciones, para más de 40 mil espectadores  en 40 semanas. ¡Valioso aporte artístico de Lazo Producciones al teatro criollo!
High, del estadounidense  Matthew Lombardo, es singular terapia con rezos y encierros católicos a los cuales someten al prostituto gay y drogadicto Andy (Christian McGaffney), en una ONG a cargo del sacerdote Miguel (Luis Fernández) y la monja Helena (Carlota Sosa).El tratamiento  para sacarlo de las drogas y su adicción al sexo mercantilizado fracasa y el muchacho, tras desnudarse en varias ocasiones como consecuencia de sus crisis, se despide con una sobredosis. El espectáculo tiene ritmo trepidante, logrado por la música y los violentos ritmos  de las actuaciones de Christian y Carlota, ángel caído que se resiste a que lo rescaten y la enfermera de su alma y su vituperado cuerpo, quien no está segura de su fe y ni de sus métodos.
Conceptualmente, High  transcurre en un sótano al cual el público logra espiar. Se crean momentos privados, con música de Caramelos de Cianuro, en los cuales sus personajes se muestran sin filtro. Eso permite que el espectador en los primeros segundos de la obra se haga un juicio inmediato de lo que son estos tres individuos. A la hora de transcurrido el espectáculo, descubre que esta errado. Ya al final, no le queda más que reconocer que el juicio lo hacía el mismo con prejuicios y que estos personajes están más cerca de lo que se quisiera admitir. ¡Drogas, prostitución y rezos hay a montones todos los días en este balcanizado continente!
Carlota Sosa y Christian McGaffney son extraordinarios intérpretes. Se expusieron sin miedo a recorrer el duro camino que propuso el director, confiaron y se dejaron guiar de tal manera que pocos histriones se arriesgan. High no sería nada sin sus desgarrados trabajos superlativos.
High apela a la esencia básica de las fallas humanas. Y el director y actor Luis Fernández  se aproxima a la obra  desde la más absoluta vulnerabilidad. Montarla fue contarle al mundo un secreto muy privado sobre una falla muy grande que ha pretendido ocultar una sociedad timorata.
El teatro bien hecho es texto, actor y público, y especialmente este High vernáculo que toca temas cotidianos quizás. Durante años muchos intelectuales despreciaron al público y lo sobreestimaron con espectáculos aburridos y sin sentido, High nunca será eso.
¡Hay que esperar más y mejores espectáculos de Producciones Lazo destinados a un público venezolano nada complaciente!


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