Este 16 de septiembre
será vital para la historia del teatro
venezolano del siglo XXI. Durante las horas de la tarde, el presidente Nicolás Maduro
Moros pone en marcha el Movimiento Infantil
y Juvenil de Teatro César Rengifo con una especial ceremonia pautada
para la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño y cuyo colofón es la presentación del espectáculo
Cajita de arrayanes, pieza emblemática
del legendario grupo El Chichón, de la UCV.
En este ambicioso proyecto
cultural del Estado venezolano, que comandará el actor Pedro Lander, participa
activamente Armando Carias, legendario teatrero, creador y artífice fundamental
del grupo El Chichón, la más importante institución productora de espectáculos
para niños y niñas que ha existido en Venezuela. Y lo hace ahora con Cajita
de Arrayanes, fábula llena de magia, color y poesía escrita por Lutecia
Adam con música original de Alecia Castillo, producida por el Centro Nacional de Teatro, el cual dirige Alfredo Caldera.
Para Carías
(Caracas, 1952), Cajita de Arrayanes es la obra de teatro infantil
que expresa con mayor sensibilidad y tino poético la venezolanidad, desde la
óptica de sus valores de identidad, cultura y tradiciones”.
La obra plasma la
historia del Ratón Aquiles, de su amor por la poesía y cómo, gracias a ésta,
logra salvar de la desesperanza a los otros ratones de la colonia donde vive.
Edificada como metáfora de vida, Cajita de Arrayanes es un
canto a las cosas más sencillas, a las mariposas, a las laboriosas hormigas, al
mastranto, a los cochinos…a la poesía.
Sus autoras,
Lutecia Adam (creación literaria) y Alecia Castillo (creación musical),
interpretan con hondo arraigo, respeto y amor, el alma de los personajes de una
historia sencilla, pero profunda, inspirada en la vida y andanzas de uno de
nuestros más queridos y admirados poetas: Aquiles Nazoa.
Toda la obra gira
en torno a un Tío Vivo o carrusel, alegoría de la vida rutinaria de esa colonia
de ratones que trabajan la tierra, conviviendo a diario con maravillas que no
se detienen a admirar, con pájaros cuyos cantos no disfrutan, con hormigas que
no les asombran y con mariposas cuyos colores no tienen tiempo de apreciar.
Solo Aquiles, el ratón poeta, defensor de cochinos y de causas perdidas,
percibe y goza la magia de ese lugar del que sus compañeros de colonia, solo
saben sacar papas y granos. Será necesario que la apacible rutina de los campos
se vea alterada por la tormenta y que ese carrusel pierda su brillo y su
alegría, para que los ratones acudan al despreciado poeta, quien les hará
descubrir que la palabra también alimenta y, lo más importante, que ellos la
llevan dentro de sí, en su Cajita de Arrayanes.
La argumentación
se apoya en sonoridades de inconfundible acento venezolano: valses, merengues,
joropos, romanzas, serenatas, arrullos; interpretada con cuatro, guitarra,
mandolina, bajo y percusión, que junto a la puesta en escena permiten lograr el
objetivo de la obra: reivindicar el valor de la poesía como fuente generadora
de vida, de esperanza y de futuro.Por su parte, la
dirección coreográfica está a cargo de Carmen Violeta Pérez; Dirección Vocal y
arreglos vocales Julia Carolina Ojeda; Dirección Musical Néstor Viloria; Puesta
en escena y dirección general de Armando Carías bajo la Producción General de
la Compañía Nacional de Teatro.
MEMORIA
Armando Carias
salió jubilado de la UCV en el año 2007 y eso también significó dejar la
dirección de El Chichón. Sobre esa etapa, el artista recuerda que durante esos
29 años se hicieron más de 100 montajes. Su primer espectáculo se mostró el 7
de octubre de 1978, cuando se estrenó Pluf el fantasmita de la
autora brasileña María Clara Machado
-¿Valieron la
pena esos 29 años en el teatro infantil?
-Sería muy
pretencioso de mi parte aceptar que uno ha sido importante. Uno en el teatro
infantil no debe pretender formar espectadores para el mañana, porque esa es
una forma de minimizar el rol del teatro para niños y del creador sino del
propio niño. Los niños son importantes ahora y para el futuro, pero esos niños
tienen que ser felices hoy. Eso de que el teatro infantil forma al espectador
del mañana es una gran subestimación y una falta de respeto al creador que
trabaja para niños. El teatro para niños es fundamentalmente para hacer feliz
al niño ahora. El teatro para niños es un fin en sí mismo y no es un tránsito
hacia otro estadio.
-¿Fue útil El
Chichón para la comunidad?
-El Chichón no
solo fue escuela, fue liceo y universidad del teatro infantil. El grupo creó y
convocó a las Primeras Jornadas de Discusión sobre el Teatro Infantil y las
Primeras Jornadas sobre el Cuento Infantil, eventos que reunieron a los más
destacados creadores y promotores de ambos géneros. De allí surgieron sendas
publicaciones que son referencia académica para el estudio del teatro y la
narrativa dirigida a la niñez.
-El Chichón
inauguró en Venezuela el teatro infantil político, expresión que reivindicó y
asumió como la línea ideológica dentro de su trabajo. Tú vas a la biblioteca de
la Escuela de Artes o del Instituto Universitario de Teatro y todas las tesis
de grado sobre teatro infantil tienen a El Chichón como referencia. Más allá de
eso, el número de actores, actrices, diseñadores, dramaturgos, coreógrafos y
promotores que han pasado por el grupo se pierde de vista.
-Eso, por hablar
de teatro, pero si nos extendemos a otras actividades, nos encontraremos a
cientos de ex-chichones ejerciendo como médicos, abogados, ingenieros y
cualquier otra profesión. Eso también es dejar escuela, porque significa que el
teatro se insertó en la vida de estas personas durante su estancia
universitaria y esa es una de las funciones fundamentales de un grupo
estudiantil. En una encuesta que se hizo hace unos años entre los estudiantes,
el grupo más conocido en la UCV, por encima del propio Orfeón Universitario,
era El Chichón.
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