Caldera, Iturriza y Ravara en la rueda de prensa. |
Con motivo
de la declaratoria del 2015 como Año de César Rengifo, pintor y dramaturgo
venezolano, el Ministro del Poder Popular para la Cultura, Reinaldo Iturriza,
informó el inicio de las actividades enmarcadas en el centenario de César Rengifo.
“El presidente Nicolás Maduro ha declarado el
2015 como el año del centenario de Cesar Rengifo, vamos a rendirle honores
durante todo el año... Las actividades centrales serán en mayo, específicamente
el 14 de mayo con motivo del centenario de su nacimiento”, destacó.
También
indicó que la actividad central del MPPC será la declaratoria de César Rengifo
como Patrimonio Nacional, el próximo 12 de mayo en la Casa del Artista. La Galería
de Arte Nacional expondrá muestras pictóricas de Rengifo, se colocarán imágenes
del artista en los vagones del metro de Caracas y se proyectará un documental
sobre el artista.
Teatro rengifiano para todos
Desde el 1 al 31 de
mayo inicia una programación nacional del Circuito de Teatro de Caracas donde
se estarán escenificando obras de Rengifo por diferentes agrupaciones como
Pathmon, IIAVE, Ayanamsha, Manati, Telba Carantoña, Entre Juegos y otras.
Alfredo Caldera, director general
del Centro Nacional de Teatro, indicó que en nueve salas en todo el Distrito
Capital, y en siete parroquias, se mostraran
14 espectáculos en 37 funciones teatrales y cinco acciones de calle en el
corazón de las comunidades conformarán esta primera etapa del Circuito Nacional
de Teatro conjuntamente con la programación del estado Yaracuy, cuyo objetivo
es llevar la obra dramatúrgica de Rengifo a todo el territorio nacional en los
próximos meses.
Al evento asistieron el
Ministro del Poder Popular para para la Cultura, Alfredo Caldera, director general
del Centro Nacional de Teatro; Alberto Ravara, director teatral; Dilia Wuaikaran, actriz y
directora, además de los miembros de las diferentes agrupaciones teatrales que
formarán parte del Circuito Teatral de obras de César Rengifo.
César
Rengifo: imagen, pensamiento y acción
Es el título
de una pulcra muestra antológica sobre la
obra pictórica, así como elementos claves del legado poético, ensayístico y dramatúrgico de este artista caraqueño, en ocasión del centenario de su nacimiento.
Esta exposición, organizada por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura
a través de la Fundación de los Museos Nacionales, permitirá ponderar, entre
otras cosas, las obras que custodia el Estado, bien en la Galería de Arte
Nacional y la pinacoteca del Banco
Central de Venezuela, además de unas
cuantas piezas facilitadas por los coleccionistas privados y sus familiares.
Mientras se conocen mayores detalles de la
globalidad de los lienzos de Rengifo que serán expuestos y las características de
las respectivas conferencias o charlas
de los especialistas, todo eso bajo la coordinación de los curadores Félix Hernández y Carolina
Balza, conviene recordar que este
venezolano siempre afirmó que el arte es una proyección de la vida social, como lo subraya el escritor
Jorge Nunes: “De allí que su obra plástica
como su dramaturgia coincidan con asombrosa exactitud sobre los mismos bordes:
la problemática del país y el devenir que la dinámica social diagrama a través de
su historia”.
Hombre y
artista
La visión e
interpretación que propone Rengifo en toda su obra, está apoyada en el marxismo
y apuntala cualquier percepción que pretenda imponer fronteras a su alcance. Asegura
Nunes que esto se detecta en toda su obra artística confiriéndole una fisonomía muy especial; un rostro propio y ajeno
a cualquier posibilidad de e confusión. Su obra, tanto la pictórica como la dramatúrgica solo podía ser sentida y vertida en códigos estéticos
por él. Nadie sino Rengifo podía firmar cuadros como “Una rosa para mi ciudad”,
“La flor del hijo” o “Su música interior”,
por ejemplo. Solo él sería capaz de crear y suscribir “Lo que dejo la tempestad o “Los hombres de los cantos amargos”. Porque
en cada una de esas obras vibra la parte
más íntima del artista, aquella que le concede propiedades irrepetibles a su sensibilidad”.
En relación a este fenómeno de la coincidencia
absoluta y estricta entre el pensar y el hacer, entre el hombre y el artista, Alexis
Márquez Rodríguez señala: “En su pintura, por ejemplo, hay un estilo inconfundible,
que a la visión marxista aúna elementos extraídos de sus vivencias, lo cual pone
como es obvio, ese toque personalísimo a que nos hemos referido. Lo ideológico,
entonces, se adminicula a una técnica y un estilo con reminiscencias
expresionistas, en que la personalidad
del artista, su mundo interior, sus vivencias y experiencias personales,
desempeñan también, junto con lo ideológico, una función clave para la
comprensión y valoración de su obra”.
Nunes
afirma que César Rengifo se ha identificado de tal modo con su pueblo
que ha hecho suyos sus conflictos y se ha dejado rasgar la imaginación y el talento
por paisajes que, aunque tendidos sobre la
geografía del país parecen haberse instalados en secretos laberintos de su piel
y su conciencia y lo habitan de tal manera total y definitiva. El planteamiento
temático y lenguaje plástico de Rengifo, en este sentido, adquiere una unidad
absoluta: los códigos, los símbolos utilizados para expresar los contenidos no
son otra cosa que sus reflejos”.
Obra
plástica
César Rengifo,
orientado dentro de la corriente figurativa, intenta, sin embargo, trasponer los
límites impuestos por la figuración. Nunes comenta que a través de elementos que evidencian una simbología
muy particular, el artista remueve la
epidermis de las atmosferas que construye, hasta pulsar significados que propician
una intimidad menos cercana. Y aunque sus cuadros surgen de una eclosión cuyo
génesis se sitúa en la realidad, es aprehender
cierto encantamiento, cierto secreto fervor que trasciende las líneas y estalla
con una luminosidad, que vence el equilibrio colorístico de sus pinturas. En
ese sentido, la realidad desplegada en las telas del artista constituye un conjunto
de cálidas proporciones poéticas que rebasa los seres, los países y los objetos
que la certifican.
Rengifo manifiesta que “más que realismo
social, diría que mi lenguaje plástico se ubica dentro de lo que llamaríamos
realismo poético. Y es bueno insistir que el realismo poético, tal y como lo
concibo, no está vinculado con el expresionismo”.
Tamanacos y
Amalivaca
La
labor muralista más ambiciosa realizada hasta ahora en Venezuela la hizo César Rengifo
en una superficie de 90 metros cuadrados en una de las paredes de la plaza Diego Ibarra del Centro Simón Bolívar. Fue planificado,
diseñado y ejecutado por el artista y un grupo de colaboradores en un año y seis
meses. Se concluyó a finales del año 1955.Es el Mural de Amalivaca donde vertió la historia de la creación y el esfuerzo
persistente de los dioses. Inicialmente pensó que era posible usar la piedra y
diseñar sobre ella las peripecias del nacimiento
del mundo de los tamanacos Finalmente,
optó por el vidrio. Trabajo seis meses en el boceto y sus ayudantes un año laboraron un año en la realización definitiva. Ahí está
la fina leyenda de Amalivaca con la gran aventura precolombina. El nuevo mundo
brota de las semillas de la palma y ahora comienza otro amanecer, mientras
Amalivaca y Vochi reposan.
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