Por vez primera el cine venezolano gana un premio en el Festival de Venecia |
Para Juan Carlos Lossada, presidente del Centro Nacional Autónomo de
Cinematografía (CNAC), ente rector del cine en Venezuela, “el
balance de actividades durante el 2015 es mixto, con magníficos resultados, la
mayoría de ellos mejores que los alcanzados en años previos en algunas áreas,
mientras que en otras debemos reconocer determinados descensos en logros y
metas planteadas; no obstante, tenemos muchas más razones para seguir avanzando
con optimismo que para arredrarse ante el tropiezo; debemos asumir las fallas,
deteniéndonos momentáneamente para la debida reflexión y reorientación, y
festina lente, acelerar el paso, afinar el enfoque y continuar demostrando que
los hacedores y las hacedoras de cine venezolano tienen el saber hacer, cuentan
con el guáramo, el talento y la pasión para asumir las tareas pendientes y
vencer las dificultades y brechas que hay que superar”.
“Que el poderoso rugido que el mundo todo escuchó en 2015, proveniente de las fauces de ese dorado y alado León veneciano para Desde allá de Lorenzo Vigas, que esta pequeña e increíble comunidad cinematográfica venezolana consiguió por primera vez en la historia de la América Latina ,nos sirva como sirena que nos ponga en guardia para estar en capacidad de, en colectivo, honrar este descomunal desafío que tiene por delante nuestro amado cine venezolano”.
“No tengo duda que esta digna y combativa comunidad cinematográfica
nacional seguirá asumiendo los desafíos por venir y sabrá potenciar las
oportunidades para seguir intentando hacer cada día un mejor cine, que nos
exprese como nación y que nos conecte más y mejor con las grandes mayorías, a
las que nos debemos fundamentalmente”.
“Muchos logros fueron alcanzados en 2015, para dar paso a uno nuevo que
espera y demanda del cine venezolano, de sus gremios, de sus instituciones, de
sus promotores, la más honesta y generosa entrega para el engrandecimiento del
séptimo arte que imaginamos y construimos en esta tierra de gracia. Así, es
mucho lo que hay por delante y solo aludo genéricamente a lo que se ha hecho
hasta ahora en décadas de trabajo colectivo para significar que esta comunidad
de cine ha demostrado que tiene con qué y que sabe cómo seguir marcando el
rumbo hacia la consolidación de nuestro imaginario audiovisual venezolano”.
“Muchos fueron los protagonistas este 2015 que mengua sus horas.
Recordar y honrar a quienes marcharon a otro plano tras haber aportado tanto a
lo que somos hoy. Valorar y agradecer a cada actor, a cada actriz, a cada
técnico y a cada talento artístico que ayudó a armar este trabajo de creación
en equipo. A quienes desde la dirección, la producción, desde las historias
plasmadas en guiones, desde la fotografía y el sonido, a quienes desde cada
digno oficio técnico y artístico puso su granito de arena para enaltecer nuestro
arte cinematográfico, gracias”.
“Nuestras regiones se han sumado cada vez más a esta tarea inacabable y
hermosa de aspirar a que nuestro cine toque a cada venezolano y a cada
venezolana y debemos por tanto reconocer y agradecer también a los numerosos
aliados, que con entrega y compromiso hacen tanto para crear, ampliar y
difundir la cultura cinematográfica a lo largo y ancho de nuestro amado país”.
“Hay mucho trabajo por hacer en el casi millón de kilómetros cuadrados que componen a Venezuela. Favorecer el fortalecimiento de polos regionales, proveer las condiciones para afianzar más y mejor organización local en cada región del país, verdaderos conocedores y dolientes de sus propias realidades. Superar las enormes asimetrías de infraestructura que siguen signando significativos espacios territoriales en Venezuela que no cuentan con suficientes o adecuadas condiciones para el acceso a la realización y la proyección cinematográficas”.
“Hay mucho trabajo por hacer en el casi millón de kilómetros cuadrados que componen a Venezuela. Favorecer el fortalecimiento de polos regionales, proveer las condiciones para afianzar más y mejor organización local en cada región del país, verdaderos conocedores y dolientes de sus propias realidades. Superar las enormes asimetrías de infraestructura que siguen signando significativos espacios territoriales en Venezuela que no cuentan con suficientes o adecuadas condiciones para el acceso a la realización y la proyección cinematográficas”.
“Es indudable que en 2016 deben ser mejorados y ampliados los
programas y planes de formación, investigación, producción, equipamiento,
promoción nacional e internacional, exhibición, divulgación y difusión del cine
en Venezuela y especialísima devoción debe ser puesta al diseño y puesta en
práctica de una política pública moderna y potente que asegure
responsablemente, en permanente consulta y participación concreta de todos los
sectores vinculados al cine nacional, la impostergable atención a la
conservación, preservación, restauración y puesta en valor de los archivos
audiovisuales y cinematográficos que constituyen patrimonio cultural de
Venezuela y cuya urgencia pende inexorable como espada de Damocles”.
“Finalmente, sentimos la responsabilidad de expresar en nombre del CNAC, y nos atrevemos a decirlo también, de su comunidad cinematográfica en pleno –nucleada en torno al Foro del Cine Venezolano- la exigencia impostergable que sea reformado el marco legal del cine nacional, para que tras 10 años de su primera y exitosa modificación, pueda dotarse al cine hecho en el país de las condiciones que aseguren su debido fomento, su indispensable protección y su insoslayable crecimiento”.
“Finalmente, sentimos la responsabilidad de expresar en nombre del CNAC, y nos atrevemos a decirlo también, de su comunidad cinematográfica en pleno –nucleada en torno al Foro del Cine Venezolano- la exigencia impostergable que sea reformado el marco legal del cine nacional, para que tras 10 años de su primera y exitosa modificación, pueda dotarse al cine hecho en el país de las condiciones que aseguren su debido fomento, su indispensable protección y su insoslayable crecimiento”.
“Que
se abra el debate, de altura, responsable, ese que demanda la dignidad de un
sector que tantas realizaciones le ha dado a Venezuela, creando riqueza no solo
material, sino sobre todo la más valiosa de todas: la que corresponde a la
dimensión cultural del cine como derecho social de la ciudadanía en la
gestación de nuestro propio imaginario, hecho con y por venezolanos.
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