Rodolfo Porras ganador del Premio de Dramaturgia César Rengifo 2016. |
Rodolfo, uno de los cuatro
hijos de la actriz Isabel Hungría y Luis Porras, ganó el III
Premio Nacional de Dramaturgia César Rengifo 2016 por su obra La punta del iceberg; un concurso,
organizado por la Fundación para la Cultura y
las Artes (Fundarte) de
la Alcaldía del Municipio Libertador, la cual auspicia la publicación y el montaje de dicho texto, además de entregar
una suma en metálico para el escritor.
La punta del iceberg fue escogida entre 42 obras
presentadas ante Fundarte, todas
relacionadas con el tema del petróleo en Venezuela. Esta pieza es la historia de tres personajes
durante El Caracazo —rebelión popular ocurrida el 27 de febrero de 1989 contra
las medidas neoliberales del presidente Carlos Andrés Pérez—y hace parte de la
producción dramatúrgica de Rodolfo Porras (58 años), escritor, director
y productor, articulista, ensayista, guionista de cine y televisión; además licenciado
en Letras (UCV) y con estudios en el
Instituto de Arte Dramático y la Escuela de Cine. Fue director general del
Instituto de las Artes Escénicas y Musicales (IAEM) del Ministerio del Poder
Popular para la Cultura y coordinador de Teatro de la Casa Nacional de las
Letras Andrés Bello.
La punta del iceberg, según Porras, hace
parte de su discurso dramatúrgico, el
cual está íntimamente ligado con los problemas sociales venezolanos, como lo ha
demostrado en sus obras Cuarteto de amor para una historia de dos
y La
Celada, las cuales el mismo ha puesto en escena. También ha escrito: Luvina, Tres en
cárcel, Acorde final, La trastienda e Historia
con calle, entre otras. 58 años) ha dicho que “La
punta del iceberg”
¿Este es el primer premio que gana?
No,
durante la temporada de 1998 mi pieza Luvina ganó el Premio Municipal de Teatro (Mención teatro Universitario),
montaje que yo también dirigí.
-¿Por qué su obra se llama “La punta del iceberg”?
Mi pieza
está inspirada en El Caracazo y sus tres personajes (dos hombres y una mujer)
plasman una saga muy venezolana, cuyo
trasfondo es la explotación petrolera y muy especialmente la llamada cultura
del petróleo. Son tres actos íntimamente ligados entre sí. Y creo que su título
se refiere precisamente a lo que no vemos en escena, a lo que está por debajo,
y por eso se llama La punta del iceberg. Es una metáfora sobre el crudo y todo lo que
eso ha significado para nosotros los venezolanos.
¿Qué pasará con esta obra?
El fin
último de toda literatura dramática es ser representada y por eso desde ahora debo comenzar a
ensayarla, próximamente, con miras a mostrarla en el V Festival de Teatro de
Caracas, que organiza Fundarte para los venideros meses de marzo y abril, o antes de
finalizar el semestre. Esa es mi meta. Es además un homenaje a César Rengifo,
porque a través de sus obras plásticas y teatrales logró plasmar “una mirada humanista,
comprometida con la vida, justicia y verdad”, como dijo recientemente el alcalde
Jorge Rodriguez.
¿Cuál es el
estado del teatro venezolano?
Yo he viajado por
todo el pais y conozco lo que se hace con el teatro. Es una disciplina
artística muy joven, pese a que comenzó a finales del siglo XVII. Creo que el
verdadero teatro venezolano se inicia a
mediados del siglo XX, con autores como César Rengifo y con la presencia de
maestros como José Gómez Obregón, Juana Sujo
y Horacio Peterson, entre otros. Nuestro teatro tuvo un agudo declive a
finales del siglo XX, pero es durante las dos primeras décadas del siglo XXI que ha tenido un resurgimiento, por las
políticas oficiales y porque además Fundarte ha rescatado los festivales de
teatro y puso en marcha el rescate de no
menos de 25 salas para todo el municipio Libertador. Hay una fuerte presencia
del teatro comercial, pero al lado hay una juventud preparada y con deseos de hacer más y mejores
espectáculos. Debo subrayar que los venezolanos tenemos una gran pasión por las
artes teatrales y lo demuestran su asistencia en masa a los festivales, como
ocurrió también durante la segunda mitad del siglo XX.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario