Un producto cultural de Veneszuela para el público colombiano |
A través de una invitación que le hiciera la
Corporación de Teatro de Colombia al Ministerio del Poder Popular para la Cultura,
la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa, viaja este martes a la capital de
Colombia para presentarse en el FESTA (Festival de Teatro Alternativo) del Festival
Iberoamericano de Bogotá, durante este jueves.
En esta oportunidad, la CRTP, llevará la obra
escrita por Tomás Jurado Zabala, Robinson
en la casa de Asterión, bajo la dirección de Carlos Arroyo y con las
actuaciones de Wilfredo Peraza y Aníbal Grunn. La presentación será en la sala
TEA, de Bogotá en día 24 de marzo.
Recordemos que este montaje se presentó en octubre
del 2015 en el Centro Cultural Kirchner, de Buenos Aires, en el marco del
Corredor Latinoamericano de Teatro, representando a Venezuela. También estuvo
presente en el marco del Festival Internacional de Teatro de Caracas, en marzo
del 2015.
La pieza plasma el momento en que Simón
Rodríguez muere en el pueblo de Amotape y debe enfrentarse al minotauro
(Asterión) en el laberinto y expiar sus culpas. Ese laberinto es el purgatorio
o el limbo donde todas las almas se enfrentan a sí mismas y deciden si el cielo
o el infierno. El trance espiritual entre la gloria o el olvido.
Es un texto profundo donde se recuerda al
pensamiento de Simón Rodríguez o Samuel Robinson (nombre que usa tras la ruina de la
conspiración de Gual y España, 1797), y su relación con una América que luchaba entre la libertad, la
república y la independencia de una España, como símbolo imperial, castrante e
intolerante.
Robinson en la casa de Asterión reivindica a
Simón Rodríguez y lo exalta como lo que fue: gran pensador, revolucionario que
desafió a toda la naciente sociedad latinoamericana al desarrollar y poner en
práctica, arriesgando hasta su vida misma, por su original concepción-
bajo la influencia de Jean Jacques Rousseau- lo que deseaba: educar a las
nuevas naciones liberadas del yugo español por la espada de Bolívar y sus
generales. Educación para derrumbar la herencia colonial y formar auténticos
ciudadanos republicanos como seres del conocimiento y expertos en diversos
oficios.
Jurado Zavala ficciona y combina al mitológico Asterión, según el cuento
de Jorge Luis Borges, con las peripecias del brillante intelectual (Caracas, 28
de octubre de 1769/Amotape, Perú, 28 de febrero
de 1854), e invita al espectador a revisar sus conocimientos sobre quien
“enseñaba divirtiendo”.
El espectáculo, creado en Guanare –capital del llanero estado Portuguesa- se desarrolla en un espacio vacío y sobre un piso que reproduce,
con líneas blancas, al laberinto del minotauro de Creta, donde irrumpe Robinson
para enfrentarse con el Asterión (hombre con cabeza de toro), momentos antes de
morir y drenar sus fracasos y las culpas de quienes a lo largo de su vida
tuvieron que ver con la ruina de los mismos, con el mariscal Sucre a la
cabeza.
Gracias a la concepción minimalista del montaje y
la desenfada actuación de Aníbal y Wilfredo, lo vemos desafiar a quienes lo acusaron de
ladrón, de hereje, de promiscuo, cuando su objetivo era educar y crear hombres
libres para formar verdaderas repúblicas en la América española. Al final se da
cuenta que su salvación está en sus escritos que leyó tantas veces y que nadie
supo comprender. Logra demostrar, una vez más, que ese hombre es grande y
trasciende en la historia y el tiempo por sus pensamientos y sus
saberes.
La saga y el legado de Simón Rodríguez o Samuel Robinson no se perdieron
en los largos y angustiosos 200 años de historia de esta república venezolana.
Es una referencia obligatoria en todo lo referente a la educación de la
sociedad y es por eso que en Caracas, hacia
octubre de 1971, se fundó la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez y
en más reciente fecha se creó la Misión Robinson, un programa social del
gobierno durante la presidencia del comandante Hugo Chávez. ¡Creemos que hay Simón Rodríguez o Samuel Robinson
para muchas décadas más!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario