Ezequiel Zamora. |
En el Bicentenario del general Ezequiel
Zamora no podía faltar un espectáculo teatral de jerarquía y es por eso el
dramaturgo Anibal Grunn y el director Carlos Arroyo, la llave mágica del occidente
venezolano, alistan el estreno de Zamora pasó por aquí, el cual será
exhibido desde el sábado 8 de abril, a las 5 PM, en el auditorio de la Alcaldía
Guaicaipuro de Los Teques y llegará posteriormente hasta Caracas y después en otras ciudades para una serie de
presentaciones, como una producción de la Compañía Nacional de Teatro, que
comanda Alfredo Caldera.
Naty La Cruz, Livia Méndez, Kala Fuenmayor y Keudy López, en los arreglos
musicales, integran el elenco de Zamora pasó por aquí, un texto que obligó
a que Grunn leyera más de una docena de libros,
investigara, se asesorara y tratara de ser lo más objetivo posible. “No es
fácil lograr esto, ya que uno también es humano, tiene sus ideas y sus propios
pensamientos. Pero entendiendo que el público es quien deberá escuchar y juzgar
los hechos, intenté contar parte de la vida de ese extraordinario hombre,
haciendo énfasis fundamental en el momento de su muerte, la cual es contada en
varios momentos y desde que se fragua la traición. Me tocó además, cosa que poco
he hecho, escribir la letra de varias canciones, eso me llena de satisfacción,
porque me confirma que cuando uno quiere, puede”, enfatiza el escritor.
Grunn recuerda que Zamora, como tantos personajes de la
historia latinoamericana, es tratado bien o mal, dependiendo del gobierno de
turno. “Y como tantos héroes que lucharon por una Independencia, una Libertad y
unas reivindicaciones sociales, humanas y políticas, muere violentamente y
desaparece para la Historia, dejando una huella imborrable, en la gente del
pueblo. De ese pueblo que defendió. Su vida, desde hace mucho tiempo me resultó
muy atractiva. Tuvo demasiados detractores e incluso en nuestro mundo
contemporáneo se lo intentó borrar o disminuir en su lucha. Pero, como dice
Fernando de Rojas en su inmortal obra La
Celestina: Cada uno habla de la
feria, según le va en ella. Es importante contar la historia de este
hombre, un hombre que en solo 11 meses se transforma en un verdadero héroe
nacional. Porque, si bien el Valiente Ciudadano había comenzado desde muy
joven, una lucha por las reivindicaciones sociales en Cúa, su tierra natal, es
recién, en febrero de 1859, cuando regresa del exilio en Curazao, que se pone
al frente de la Guerra Federal. Y 11 meses después, el 10 enero de 1860, muere
traicionado por una bala que, aunque la historia lo niegue, tiene nombre y
apellido, y viene signada por las ansias del poder. Zamora es traicionado y
enterrado en el mismo sitio donde muere. Muchos años después, sus restos son
trasladados al Panteón nacional, pero dice la leyenda que esos no son los
verdaderos. Que su cuerpo reposa en el estado Miranda.
¿También lo actúa, y quienes lo hacen o interpretan?
Esta es una producción de la Compañía
Nacional de Teatro, con parte de su elenco estable, ese de donde salió el
actual elenco de El pez que fuma, La
dirección es de Carlos Arroyo, quien me indujo realmente a escribir el texto.
En esta oportunidad, no actúo, solo escribo y podré disfrutarlo el día de su
estreno.
¿Cuántas obras escritas y cuál ha
sido la más satisfactoria?
Recuerdo con mucha precisión que siendo muy joven, no tendría más de 15
años, cuando llegó a mis manos una novela romántica, sobre la tiranía de Rosas
y la historia argentina y me apasionó de tal manera, que yo, que aún estaba
empezando en el teatro, me propuse versionarla y lo logré. Desde ese momento
hasta hoy no he dejado de hacerlo. Del mismo modo que escribo textos originales
o hago adaptaciones de otras obras teatrales a nuestra geografía, a nuestro
entorno o a nuestra época. Son muchas las obras adaptadas, versionadas y
originales que tengo. Algunas montadas ya, otras en proceso, en fin, la
dramaturgia me gusta y es uno de mis fuertes. Quizá la más rica experiencia la
tuve con Mi planta de naranja lima,
sobre la novela de José Mauro de Vasconcelos, que estrenáramos en el año de
1997, con la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa. Y que por cierto en julio
de este año se estará montando en Buenos Aires, bajo la dirección de Jesús
Gómez. Versionar Mi planta…
fue una solicitud que me hizo Carlos Giménez. Para Rajatabla también escribí
mucho: El coronel no tiene quien le escriba,
Peer Gynt y Fuenteovejuna, entre otras. Una de mis grandes experiencias fue escribir
La tregua, de Mario Benedetti. Una
novela que es un diario, la transformé en una obra con más de nueve personajes.
Y ahora, Carlos Arroyo está dirigiendo una versión de mi versión, también hecha
por mí, solo para dos personajes. Es decir ya me versiono a mí mismo. Tengo
textos para adultos, comedias, infantiles, en fin, todo lo que pase por el
teclado de mi computadora es bienvenido. Yo estoy escribiendo todo el tiempo,
no paro, soy una maquinita y eso a mis 69 años -tenía un poco más de 30 cuando
me vine desde Argentina- me mantiene con mucha energía y vitalidad.
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