viernes, agosto 25, 2017

La guerra sigue en Guanare

Cuentos de guerra para dormir en paz  es una aleccionadora pieza teatral, escrita por Karin Valecillos y estrenada en Caracas, durante la temporada del 2007, por la agrupación Tumbarrancho Teatro, la cual ahora es producida y exhibida, bajo la direccion de Aníbal Grunn, en Guanare por la Compañía Regional de Teatro y el Teatro Estable de Portuguesa, en la sala Federico Collado. El estreno fue el pasado jueves, 7 de agosto, extendiéndose la temporada hasta el domingo 3 de septiembre, en doble horario a las 5 pm y a las 7 pm, bajo la dirección de Aníbal Grunn. 
Un elenco de veteranos, encabezados por Mercy Mendoza, Evis Cuellar, Jesús Plaza y Carlos Moreno, realizarán las funciones a las 7 pm. Y un grupo de jóvenes, esperanzadoras nuevas promesas del teatro guanareño: Emilger Arroyo, Yulkaris Llovera, Miguel Rodríguez y Alejandro Martínez, son los responsables de presentarse los mismos días a las 5 pm. Ambos elencos cuentan con la participación en vivo de Wilfredo Peraza quién cantará canciones relacionadas con el tema. El concepto plástico de escenografía y vestuario es de José Alejandro Martínez. La selección musical de Wilfredo Peraza y la producción general de la CRTP y el TEP.
 ACTORES QUE LUCHAN POR LA PAZ
Aníbal  explica que la temática y la argumentación del espectaculo son cuatro historias que nos hablan de la guerra, de la guerra de verdad, de la guerra que nadie quiere vivir  y mucho menos cuando luchamos por la paz, en el día a día. Cuatro historias de guerra en tiempos y geografías distintas. Tuvo el inmenso placer de ver el montaje que dirigiera Jesús Carreño para la agrupación Tumbarrancho en el año 2008 y desde ese momento quedó muy motivado con el texto.
“Hace como un año hablando con Karin le comenté que me gustaría leer la obra y ver si se podía montar con la Compañía Regional de Portuguesa. Ella me lo envió por correo y ahí comenzó mi trabajo. Lo propuse el año pasado y fue aprobado. Así que este año se programó como uno de los estrenos de la Compañía”.
Recuerda haberse emocionado mucho con cada una de las historias. Cada una ellas plasma habla de los distintos aspectos de la guerra. “Por ejemplo, en Grita Kassandra, hablamos de la guerra en acción, de lo que duele, separa, destruye y mata la guerra. Una valla de alambra y las emociones a flor de piel. El tema de la separación injusta, del poder decidiendo la vida de los pueblos. El poder de la guerra. En Un chiste de las Malvinas, se habla de las secuelas de la guerra. Se dice que la guerra no está en el campo de batalla, que la verdadera guerra comienza cuando todo termina. El efecto y la destrucción psicológica de los protagonistas de la guerra. En El Medio Oriente es de Carúpano pa'llá la guerra es un pretexto, una confusión, pero nos hace reflexionar sobre qué pasaría si nos invadiera Estados Unidos, una reflexión interesante en este momento. Y en Mandrake Coopperfield, hijo de Houdini, el tema es la guerrilla, esa guerra permanente que mantiene a los pueblos en una continua angustia, hablamos de Colombia, y los que huyen perseguidos. La vigencia de todos los cuentos, es extraordinaria. Casi podríamos decir que en diez años, nada ha cambiado, todo sigue igual. Por lo tanto, como no llevarlo a escena, cómo no teatralizar esos temas, si son tan vigentes”. 
DOS ELENCOS
“Decidimos entonces montarlo con dos elencos, uno de cuatro actores jóvenes, menos experimentados y un elenco de veteranos, ya que en la compañía permanentemente estamos formando nuevas generaciones de actrices y actores. Esto nos ha servido de mucho, dos horarios que permiten mayor afluencia de público y llegar a un público joven que por cuestiones de seguridad y económicas le cuesta más salir tarde. Nos permite mezclar los elencos, rotarlos, un sinfín de posibilidades”.
El trabajo fue duro, fuerte, pero muy productivo. Al comienzo, ensayaban los mismos cuadros con cada elenco, luego fue rotando y al final eran doble ensayos cada día. “Otro dato interesante fue tener la música en vivo, canciones sobre la guerra, sin ningún tipo de efectos, como si se tratase de una vieja radio que trasmite todo el tiempo. Canciones que unen y crean las atmósferas necesarias antes de cada cuento. De todo no queda sino una extraordinaria satisfacción, tanto para los actores como para el público, al que se le genera además una expectativa, una curiosidad por ver los dos elencos. Al finalizar el público guanareño canta con los actores, se integra al espectáculo, rechaza con su actitud cualquier posibilidad de guerra. Queremos además con el doble elenco, realizar giras, presentarnos simultáneamente en dos sitios diferentes. Las posibilidades son múltiples y siempre enriquecedoras. En principio estaremos en Guanare hasta el 3 de septiembre, luego, como todos los montajes de la Compañía nos mantendremos activos y dispuestos a seguir, hasta que el tiempo lo determine”.
Y no está de más que escribamos aquí para exaltar ese apostolado teatral que se adelanta en Guanare, en medio de las difíciles circunstancias que vivimos todos los venezolanos, tirios y troyanos, para no olvidarnos jamás. Lastima que no haya sino un  Guanare y  un solo grupo o compañía  privada como tal. 




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