El orgasmo femenino tiene su teatro criollo. |
Gennys Pérez (Barquisimeto, 1968) vive con su hijo Néstor y ahora con su
nieto Cristian Pérez en Ciudad de Mexico. Ella, dramaturga, y su unigénito migraron
al país de los aztecas hace no menos de cinco años, y desde allá sueñan, porque
“¿qué inmigrante no sueña todos los días con volver a su país? La experiencia
de ser migrante, es fascinante, te abre los ojos, cambias de piel, te impone
nuevos retos, la nostalgia te mata, pero la satisfacción es poder apoyar a tus
familias, y eso se convierte en la prioridad”, puntualiza.
Trabaja como escritora desde que llegó a México. Muchos le dijeron que había
que empezar de cero, “que hay que hacer de todo, la vida nos cambió…pero,
sucedió, un día endemoniadamente difícil, y cuando había caminado muchísimos kilómetros para
poder llegar a casa porque no tenía ni cinco pesos para pagar el transporte
público, me eché a llorar en una acera, o banqueta como se dice aquí, y me juré
que no iba a empezar de cero, que no iba hacer otra cosa, porque yo traía una
vida, no la había perdido, sólo estaba extraviada, adolorida, deprimida, pero
yo sabía un oficio que amaba, y me esmero y esfuerzo mucho por hacerlo lo mejor
que puedo, así que ese día me juré vivir de lo único que sé hacer: escribir”.
Cuenta que “los venezolanos estamos aprendiendo a migrar. Sólo sabíamos
ser turistas del mundo. Así, que somos una comunidad de principiantes,
cometiendo algunos errores, pero con mucha disposición de hacerlo lo mejor
posible. Tengo amigos venezolanos extraordinarios, de una calidad humana
abismal, emprendedora, respetuosa y agradecida con México. Nos vemos en las
fechas fundamentales, cumpleaños y Navidad, porque todos trabajamos mucho, sino
trabajas mucho, no puedes seguir como migrante. México ya es un país complejo
para el propio mexicano, no es un país fácil, acá también hay muchos problemas
sociales, así que debemos trabajar muy duro para estar a la altura del país que
es muy exigente. La madre de mi nieto es una joven poetisa mexicana, Mariana,
maravillosa mujer además”.
LOS ORGASMOS
Gennys Pérez es noticia ahora en Caracas porque en
la Sala Rajatabla hacen una breve temporada con el espectáculo Tócame, basado
en su pieza homónima, la cual ahora ha producido Gustavo Mendoza y se muestra, bajo
la excelente dirección de Verónica Arellano, con las convincentes actuaciones de
Margaret Aliendres, Rosa Paz de Laca y Sandra Moncada/Marta Paria. Un montaje,
cuya temática y argumentación, abordan sendos casos peculiares de anorgasmia,
que no es otra que la imposibilidad de sentir placer y alcanzar los orgasmos en
sus relaciones sexuales, por lo cual los personajes Rosita y Charito acuden al
consultorio de la sexóloga Graciela para ponerse en sus manos y superar ese “problemita”
que les impide ser felices en sus relaciones íntimas.
La anorgasmia afecta a hembras y machos, y es “la ausencia de un clímax
que produce una sensación de liberación repentina y placentera de la tensión
acumulada desde el momento en que se inicia la fase de excitación. Es en ese
momento en que se generan una serie de espasmos musculares intensos que
resultan altamente agradables, a lo que ayuda la liberación de endorfinas que
se produce de forma simultánea”.
Tócame es consecuencia de una
seria investigación de Gennys Pérez sobre los orgasmos, femeninos en este caso,
porque “mi dramaturgia es de verdad y no tiene nada que ver con lo que me pasa
a mí, mi vida es como la de cualquier ser humano normal y corriente. No hago
teatro por catarsis, no hago teatro por terapia. No escribo teatro por nada de
eso. Me gusta el teatro de investigación sobre personajes que nos metan en un conflicto moral y ético, en
la devaluaciones de la sociedad, en la justicia, de cómo y por qué estaos
haciendo las cosas .Ese el teatro que me llama la atención, un teatro de fuerza
social, económica, que nos haga preguntarnos cosas”.
“Tócame fue la segunda obra
que escribí, cuando vivía y hacia teatro en Maracay. Era un momento de búsqueda
y experimentación. El tema central es la anorgasmia. Las mujeres dejamos de
sentir placer sexual y nos parece "normal", cuando no lo es. El
placer sexual en la mujer responde a muchas variantes, y aun hoy día hablar de
la incapacidad de tener orgasmos sigue siendo un tabú, porque podemos
fingirlos. Es la primera vez que se estrena. En Maracay hicimos una lectura
dramatizada y luego Tócame quedó
archivada. Me da mucho gusto que se estrene en Venezuela de la mano de una
mujer de teatro como lo es Verónica Arellano, a quien respeto y admiro, y de la
mano de Gustavo Mendoza que es mi amigo del alma. Acá en México quieren
montarla y están en pláticas para producirla. Para mí es muy importante y
esencial que se siga montando mi dramaturgia en mi país, me conmueve
sobremanera y me hace inmensamente feliz, porque entiendo los esfuerzos
sobrehumanos que se hacen para producir teatro en estos momentos tan
complicados que vive nuestra Venezuela. Y muchas gracias por seguir promoviendo
la crítica teatral, tan necesaria para crecer. Te mando mi cariño y te doy las
gracias, mi amor”.
Con respecto a Tócame hay que destacar
la precisión de su texto sobre esa delicada
temática, perfecto el lenguaje utilizado y las dos situaciones creadas: la de
Rosita, una señora de 50 años, cuyo matrimonio ha caído en una rutina peligrosa
y ella no siente placer alguno en sus relaciones íntimas; y la de Charito, una colombiana
que se quiere casar ,mientras trabaja en
una agencia de citas sexuales telefónicas, pero tampoco es feliz como
porque no se ha asumido definitivamente en su conducta sexual, ya que es lesbiana y su
placer es, obviamente, con mujeres, y
tampoco logra el orgasmo. Hasta que visita la sexóloga susodicha.
Tócame podría verse como otro
batiburrillo de anécdotas eróticas, pero no es así. Es un respetable acercamiento
a la anorgasmia, que afecta más a las mujeres pero que también les arruina la existencia
erótica a los hombres.
Aunque los
fundamentos de la anorgasmia suelen esconderse detrás de causas
psicológicas en la mayoría de los casos, también se pueden identificar
determinadas razones o causas de origen fisiológico, pero ese no es el tema de
esta crónica teatral, por ahora.
Las actuaciones de las tres mujeres ahí
comprometidas son ejemplares y convencen en todo su desarrollo escénico y
actoral Se trata, pues, de un espectáculo bastante entretenido y didácticos precisamente
sobre algo de lo que no se habla en público, sino que se calla o se exhibe
ahora en el teatro, gracias a la audacia y las hormonas de Gennys Pérez y el
equipo artístico ahí presentes.
GALARDONES
Gennys Pérez, que escribe con calidad y por eso la premian,
contabiliza algunos galardones, tales como: Premio Actors of the World de
Dramaturgia en Londres (2010) con El
fantasma de Hiroshima. Premio Nacional de Dramaturgia Innovadora (2006) con
Yo soy Carlos Marx; Premio Monte
Ávila Editores de Autores Inéditos para El
secreto de la felicidad (2005); Premio Fundarte en poesía 2004 por el
poemario Lunas Marginales (2004;
Premio Dramaturgia La Fiesta de Caracas con De Libertadores a Libertados (2000); Premio de Teatro Regional de
Maracay para La cuarta noche (2002),
basada en El perseguidor de Julio
Cortázar.
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