domingo, septiembre 22, 2019

Antonio Delli y su misterioso pianista 900

ANTONIO  DELLI
Antonio Delli es uno de los pocos primeros actores del teatro venezolano que no se ha dejado tragar por su fama de excelente. Sigue siendo el mismo “muchachito” que llegó a Rajatabla y devoró la cartilla escénica que predicaba Carlos Giménez. Y lo reiteramos ahora porque acaba de hacer la primera temporada del monólogo 900, la leyenda del pianista en el océano, escrito por Alessandro Baricco (Turín, 25 de enero de 1955), en el Trasnocho Cultural.
Contó Delli que ese texto de Baricco lo tenía en su casa, en la edición de la editorial Anagrama y también había visto “la hermosa versión cinematográfica, hecha en 1998 por Giuseppe Tornatore. Entonces en el 2017 recibí dos señales que me hicieron decidirla en hacerla: una fue por parte del publicista y empresario Douglas Palumbo, quien, tras haberla visto montada en Buenos Aires,  me comentó que al verla pensó en mí para hacerla y que me vendría muy bien. Y también Dairo Piñeres casi al mismo tiempo junto a su productora Johana Villafranca me la propusieron. Así que con esa doble señal junto a lo que me gustaba esa historia me dije: hay que hacerla".
Así nos contó Antonio Delli el por qué y el cómo es que encarnó a ese fantástico personaje de tan conmovedor unipersonal. “El montaje y los ensayos fluyeron hermosamente. Es un texto hermoso y exigente, que abordamos desde lo sencillo, desde lo humano, descubriendo a través del trabajo de mesa y luego del montaje el viaje de esta fascinante historia contada por un trompetista que formó parte de la banda y que se convirtió en el mejor amigo de este pianista extraordinario llamado 900”.
 “Me siento muy a gusto con este hermoso proyecto rodeado de un equipo tan admirado y querido. Uno siempre debe sentirse agradecido de las cosas hermosas que nos dan la vida y 900, la leyenda del pianista en el océano es un regalo como actor y como creador. Además es un texto que nos enseña a respetar las decisiones de cada quien. Cada decisión es personal y esta obra tiene que ver con respetar a cada quien y con querernos como somos. El viaje de cada ser humano es fascinante y personal”.
“Me siento realmente agradecido por tener una carrera teatral tan hermosa, variada y constante. He podido trabajar con directores extraordinarios de quienes he aprendido mucho como creador. Trabajar junto al gran Carlos Giménez, por ejemplo, fue muy importante, mientras además me formé en el Taller Nacional de Teatro, todo un gran aprendizaje. Con la agrupación Rajatabla viajé por primera vez sin mi familia fuera de mis fronteras con la pieza Casas muertas, un gran montaje junto a un maravilloso elenco. En este viaje del 2019 me acompaña mi querido Dairo Piñeres, director y creador, y estoy muy contento de volver a trabajar juntos, después del montaje inaugural de la pieza Crónicas desquiciadas de Indira Páez, que haya pensado en mí para este proyecto. Y, ya que me lo preguntan, en ambos coinciden la pasión por el teatro y la creación”.   
 “Después de esta temporada de 900, la leyenda del pianista en el océano,   me presentó en el teatro Humboldt, en San Bernardino, con  la pieza shakespereana Medida por medida, dirigida por José Tomás Angola, donde soy protagonista, y espero que también 900, la leyenda del pianista en el océano seguirá viajando, dios mediante, bastante rato”
¿Qué podemos decir que no se haya dicho ya de tan memorable performance actoral? Que la sangre italiana combinada con colombiana que corre por las venas de Antonio está ahí materializada en esa fantástica leyenda de un niño “sin padres”, abandonado en un barco que surcaba el Atlántico, y quien  fuera formado por ese extraño ángel: un misterio músico, negro además, que lo adoptó  y lo capacitó para ser alguien de valía.


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