Doug Wright, el dramaturgo de la obra I am my own wife, el espectáculo más exitoso del XVI Festival de Teatro de Caracas 2006, se fue enamorado de la capital venezolana y con la promesa de regresar para dejarse “estremecer mucho más por la belleza natural de este hermoso país, especialmente después de conocer, fugazmente, el monte Ávila y la belleza de los cayos Los Roques y sus playas paradisíacas”.
El estreno del unipersonal I am my own wife, bajo la dirección del venezolano Moisés Kaufman, el pasado sábado en la Sala Anna Julia Rojas, contó además con la presencia de ese escritor que había conquistado un premio Pulitzer y el premio Tony 2004 por dicho texto, entre otros galardones recibidos en Estados Unidos, precisamente por esa pieza inspirada en la vida real del travesti alemán Charlotte von Mahlsdorf (Lothar Bernfelde, 1928-2002) y todas las situaciones rocambolescas que tuvo que sortear hasta que murió.
Doug -que es la contracción de su nombre Douglas- Wright (Dallas, 1963), por intermedio del joven traductor venezolano Andrés Briceño, explicó que a raíz de la caída del Muro de Berlín, a partir del 9 de noviembre de 1989, la prensa alemana comenzó a publicar una serie de reportajes sobre personajes que habían sobrevivido a los horrores de la cruel dictadura comunista y entre ellos estaba, precisamente, una saga sobre el más famoso travesti y coleccionista Charlote von Mahlsdorf, “un personaje fenomenal por todo lo que hizo cuando los nazis y los comunistas gobernaban a su país y las habilidosas formas que utilizó para quitárselos de encima y seguir viviendo”.
“Un amigo mío, que era reportero en el Berlín de ese entonces, me llamó y me dijo, conminatoriamente, que yo tenía que conocer a ese personaje, ya que era teatralizable. Fue así que armé un viaje a Berlín, y lo conocí y lo cuadré para una entrevista, la cual comenzó, a las diez de la noche, del 2 de enero de 1993, con un grabador, por supuesto. Todas esas entrevistas, grabadas, culminaron hacia 1995, pero continuamos manteniendo contactos telefónicos y por carta hasta su muerte en el 2002. Fueron dos largos años de trabajo, inolvidables”, explicó el dramaturgo.
Admitió Wright que la aparición de los documentos de la Stasi (policía secreta del derribado régimen comunista de la otrora República Democrática Alemana), donde aparecía Charlotte señalada como colaboracionista o espía a favor de ese gobierno totalitario, lo obligaron a cambiar la estructura del texto teatral que él preparaba, “ya que esas acusaciones contra Charlotte me dieron el punto dramático que uno siempre persigue cuando se escribe una pieza teatral. Eso era lo que me hacía falta y llegó de una forma fortuita, porque esas revelaciones sobre su pasado turbio con la Stasi, su doble juego, le alteraron gravemente la vida a Charlotte y al final provocaron que emigrara a Suecia, hasta que murió en el año 2002. Se fue huyéndole a los problemas con las juventudes neonazis germanas”.
Cuando ya tenía listo un primer borrador sobre la que sería, con el paso del tiempo, su I am my own wife, Wright buscó la forma de hacer un taller intenso para perfeccionarlo y buscar la fórmula más expedita para llevarlo a la escena, ya que no quería perder la oportunidad de exhibirlo, teniendo en cuenta la historia del personaje central y todo lo que había ocurrido con él. “Fui al Festival de Sundance y me explicaron lo que tenía que hacer: buscarme a un director en quien confiara y con un actor al que amara. Me reuní con el actor Jefferson Mays, a quien conocí en la Universidad de Yale, donde estudiamos, y quien había actuado en una pieza mía, y con Moisés Kaufman, a quien ya había conocido cuando estrenó su pieza Gross Indencency: The three trials of Oscar Wilde .Los tres fuimos a Sundance, en el 2000, y de ahí brotó lo que después estrenamos, hacia el 2003, en Nueva York, y que ahora vosotros los venezolanos han podido evaluar. Es la consecuencia de un largo trabajo, donde conté con buenos amigos, y con toque de fortuna”.
Sobre las reacciones del público estadounidense e inglés donde han exhibido hasta ahora la pieza, Wright considera que los comentarios del público han sido entusiastas y que los críticos han escrito páginas maravillosas y además le han dado premios. “Ha sido un toque de fortuna y creo que tendremos más funciones por mostrar. Vamos a Irlanda y después a Australia”.
Reveló Doug Wright que actualmente se exhibe en Nueva York un espectáculo musical, Grey Gardens, en la sala de Playwrights Horizons, cuyos protagonistas son los famosos actores, ganadores de los premios Oscar, Philip Seymour Hoffman (era Truman Capote en Capote) y Reese Witherspoon (era Juane Carter Cash en Walk the line). “Yo soy el autor de los textos, basados en hechos reales y están relacionados con un sobrino y una tía de Jacqueline Kennedy, quienes vivían pobremente en una vieja mansión y al final enloquecen. Esa pieza se escribió de otro modo diferente al que utilicé para I am my own wife. Yo hice el libreto, pero mis colegas hicieron la música y la lírica de las canciones”.
Grey Gardens se exhibe en la misma sala donde, en la temporada del 2003, comenzó a mostrarse I am my own wife. ¿Se repetirá ese toque de fortuna del cual Wright habla?
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