Azul y no tan rosa, ópera prima cinematográfica de Miguel Ferrari, pasó de 500 mil
espectadores a lo largo del 2012 y parte del 2013. Ahora podría alcanzar el millón
de espectadores tras haber conquistado el Premio Goya y retornar a las salas de
Caracas y del interior del pais. Eso hace soñar al director y a todo el
magnífico equipo humano que trabajó en ese histórico largometraje venezolano.
Ferrari explica
cómo nació este proyecto y cómo se materializó en lo financiero:
-Hace unos años,
cuando se estaba aprobando en España la ley de matrimonios igualitarios, me
sorprendió muchísimo los debates retrógrados que se abrieron en los sectores
más conservadores de esa sociedad. Investigué sobre el tema en Latinoamérica y
las historias de discriminación y crímenes por homofobia eran alarmantes. Quise
escribir una historia que tratara sobre el derecho de cualquier persona a ser y
pensar diferente.
Comenta, que
lograr el financiamiento de una película no es tarea fácil. “Luego de tener un
sólido guión, debes montar el proyecto y es allí donde debes pensar como
director y productor para vender tu historia. Esta debe ser lo suficientemente
atractiva y factible para generar interés en las personas que van a evaluarlo.
Esta película cuenta con el financiamiento del Centro Nacional Autónomo de
Cinematografía y el Programa Ibermedia. La producción es de Plenilunio Film
& Arts y Factor Rh Producciones en asociación con La Villa del Cine y la
productora española Malas Compañías. Venezuela y España unidas en este
largometraje, mi ópera prima, además”.
- ¿El
guión cómo se elaboró? ¿Hay sesgos reales o biográficos?
-El proceso de elaboración es complejo y, desde mi
punto de vista, el más importante. Requiere un importante trabajo de
investigación sobre la historia que quieres contar. Las vivencias y la
capacidad de observación son herramientas fundamentales para cualquier artista
en su creación. Cuando obtuve información suficiente, diagramé la historia
y los personajes. Luego estructuré el guión en actos, cuidando sobre todo los
puntos de giro porque eran claves para que el argumento avanzara. Luego
desarrollé el guión.
Puntualiza que
el tema central de Azul y no tan rosa gira en torno a la
relación de un padre y un hijo que se reencuentran y se ven obligados a
solucionar sus diferencias. “Mi película es una historia sobre el amor, la
amistad, sobre la familia en su sentido más amplio. No quería hacer un dramón
de película sino plantearla de manera fresca, cotidiana y que lograra
identificación con cualquier tipo de espectador. Simplemente quería mostrar una
historia atractiva, con personajes cercanos y que el espectador descubra a
otros seres que no son tan diferentes a ellos. No es una historia biográfica,
pero cada uno de los personajes tiene algo de mí. Es lógico... soy su creador.
Tampoco está basada en algún hecho en especial, aunque hay situaciones que se
plantean y que ocurren diariamente en todo el mundo y en especial en
Latinoamérica.
-La
película tiene como temática el amor prohibido y está enfrentada a una sociedad
machista y homófoba. ¿Cómo logró resolver las escenas o las situaciones y el
trabajo actoral?
-La observación y las vivencias son fundamentales en
el desarrollo de cualquier acto creador. Para un actor esto es clave y un
director que haya sido actor, posee herramientas adicionales muy útiles para
contar historias. Además, mi formación en dirección cinematográfica en Madrid
ha sido fundamental para enfrentar este trabajo. Tengo una gran influencia de
mis maestros españoles y eso se siente en el lenguaje visual de la película.
En relación al
trabajo que desarrolló con los actores, Ferrari enfatiza que “el ser actor me
permitió profundizar la empatía con ellos y conocer así sus temores y sus
mecanismos para activar cada emoción. Sabía exactamente qué hacer para lograr
lo que necesitaba de ellos en cada secuencia. Es por eso que les traté y les
dirigí como a mí me gustaría que lo hicieran los directores conmigo. Dándoles
confianza y haciéndolos sentir cómodos. Sin juzgarlos, ni evaluarlos y mucho
menos presionarlos... estimularlos reconociéndoles cada logro. Es por eso que
establecimos una relación frontal, sincera y de respeto mutuo”.
-
¿Qué problemas se superaron para rodarla y estrenarla?
-Fue un trabajo complejo por las características de
la historia. Se filmó en Venezuela (Caracas, Mérida y Aragua) y España (Madrid)
y para ello se requirió un gran esfuerzo logístico. Se armaron equipos
por cada área para llevar a cabo la filmación de la película. Convoqué a
Alexandra Henao para la fotografía y a Marcelo Pont-Vergés para el arte. Ambos
son grandes profesionales que conectaron inmediatamente con la historia y que
tenían algo fundamental para mí: sensibilidad y buen gusto. Además tuve un
experimentado equipo de producción que encabezó Rodolfo Cova.
-¿No
ha pensado que puede mostrarla en teatro?
-En realidad nunca me lo he planteado. Si bien es
cierto que en la película se hacen ciertos guiños al teatro, esta es una
historia que nació para ser contada en cine por su lenguaje y su narrativa.
Está impregnada de imágenes que cuentan mucho y que sería imposible
reproducirlas en el teatro. De cualquier manera no descartaría en un futuro
desarrollar una versión para el teatro. Nunca se sabe.
-¿Y
ahora?
-Ahora viene una etapa interesante. Su distribución internacional. También me voy a tomar un año de descanso para
preparar mi próximo proyecto cinematográfico, del cual hablaré en el momento
adecuado.
¿Sexo
de las hormigas?
Que la homofobia mata se reitera, una
vez más, de manera estrujante, gracias a la ópera prima de Miguel Ferrari,
protagonizada por Guillermo García (Diego, fotógrafo gay), Sócrates Serrano
(Fabrizio, ginecólogo gay), Ignacio Montes (Armando, hijo adolescente de
Diego) e Hilda Abrahamz (Delirio, transexual femenino), entre otros comediantes
como Carolina Torres, Elba Escobar, Juan Jesús Valverde, Beatriz Valdés, Aroldo
Betancourt, Daniela Alvarado, Alexander Da Silva, Arlette Torres y Juan Carlos
Lares; quienes ahí se la jugaron para crear un buen largo sobre “el sexo de las
hormigas”, como alguien del ámbito cinematográfico calificó a la homosexualidad
en la pantalla.
Ficha
Miguel Ferrari, 30
de agosto, Caracas, 1966. Actor, egresado del Instituto de Formación para el
Arte Dramático IFAD (1.986).Licenciado Cum-Laude en Teatro, mención Actuación,
Unearte (1.997). Diplomado en Dirección Cinematográfica. Séptima Ars, Escuela
de Cine y TV de Madrid, España (2.000).
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