Siempre la realidad será superior a la ficción |
Caracas declarada
territorio libre de homofobia, el 17 de mayo de 2014, según acuerdo del
Concejo del municipio Libertador que condenó la discriminación por orientación
sexual, identidad o expresión de género.
Tal declaratoria
busca promover -en gobiernos, medios masivos de difusión y organizaciones
sociales- urgentes y contundentes acciones dirigidas a erradicar esa discriminación
que menoscaba la vida de quienes defienden su orientación o identidad.
Ese documento
fortalece la lucha de la comunidad sexo-género diversa venezolana para obtener
la plena ciudadanía y, por consiguiente, igualdad tal como la ejercida por los
heterosexuales, como lo consagra la Constitución Nacional de 1999: un modelo de
democracia participativa y protagónica conforme al Estado social de derecho y
de justicia para garantizar el libre desenvolvimiento de la personalidad y la
igualdad de todos frente a la ley y al Estado.
Pero si el concejo caraqueño rompe lanzas por la comunidad sexo-diversa,
no ocurre lo mismo en la Asamblea
Nacional donde no aún motorizan la Ley de Matrimonio Civil Igualitario que
permitirá legalizar las uniones entre parejas del mismo sexo. ¿Qué esperan o
para qué están ahí?, clama la sociedad entera.
Esta introducción
sociopolítica pretende explicarle al público la razón o la sinrazón de algunos espectáculos
teatrales centrados en conflictos cómicos o dramáticos de sus personajes gays,
como ocurre con la pieza Par de tres del
psicólogo Johnny Gavlovski, la
cual presentan en el Teatro Premium de
Los Naranjos, con las desopilantes actuaciones de Marian Valero, Germán Anzola
y Gavo Figueira, apuntalados por los precisos aportes del escenógrafo Oscar
Briceño Curiel y el coreógrafo Jacques
Broquet, bajo la producción general de Alexxey
Cordova.
Par de tres divierte y genera la catarsis del público al plasmar situaciones cotidianas que pueden surgir en
cualquier momento insospechado, como cuando una pareja de gays aceptan ser los
padres de una criatura engendrada en una
amiga. Es historia real de un triángulo de criollos que vencieron escrúpulos,
se superaron a ellos mismos y ahora tienen una niña, ya crecida además.¡Pero con leyes adecuadas, como ocurre ya en otros paises, todo sería más sólido,creemos nosotros!
Par de tres no es otra comedia de locas jugando a ser padres en vientres
alquilados. Es una densa situación que el autor teje sabiamente sin demeritar a
ninguno de los integrantes del transgresor triángulo integrado por Laura,
Oliver y Mauricio. Desde la pieza La máxima
felicidad (1975) de Isaac Chocrón, llevada al cine (1982) por Mauricio Walerstein,
no disfrutábamos de argumento tan bien
escrito y excelentemente resuelto por sus actores y la trepidante puesta de
escena que logra Gavloski, la cual va de la comedia tradicional hasta el
vodevil y un Happy End convencional.
Con una legislación antihomofóbica, como existe en otros países, esos
vericuetos de los personajes reales y teatrales serian diferentes y el teatro
mostraría otras cosas, creemos nosotros. Mientras tanto hay que ver Fresa y chocolate, otro montaje del
Grupo Actoral 80 sobre la homofobia y sus nefastas influencias, el cual ya pasó
de 50 representaciones en la sala Trasnocho, dirigido por Héctor Manrique. ¡El teatro es siempre espejo para divertir y
educar!
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