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| Caridad y Norkis en el país de la arepera. |
Después de 21 años de su exitoso estreno en
el Ateneo de Caracas regresó el sainete criollo Reina pepeada de Román
Chalbaud, dirigido con precisión por Jorge Souki y utilizando un equilibrado
elenco que integran: Caridad Canelón, Norkys Batista, Oswaldo Maccio, Aroldo
Betancourt, Carlos Sánchez Torrealba, Eulices Alvarado,
Djamil Jassir y Homero Díaz, dentro de una escenografía corpórea, creación de
Ricardo Morales, y con la producción general de Douglas Palumbo.
Reina pepeada, con acto único de 90 minutos, transcurre en
el año 1996, en la modesta arepera caraqueña “Reina pepeada”, ubicada frente al
Congreso Nacional. Cuando empieza la obra, se reprime una manifestación en las
inmediaciones del Capitolio Federal, por lo que el establecimiento no puede
abrir para recibir a su clientela. A través de sus dueñas, Casilda y Reina, Chalbaud
hace una revisión de los acontecimientos políticos de todas esas décadas de la
democracia nacida después de Pérez Jiménez.
Este segundo montaje de Reina pepeada, el cual se
mostrará hasta el 23 de febrero en
el Centro Cultural BOD, reitera la calidad
dramatúrgica y la visión sociológica de Chalbaud, plasmada en un sencillo argumento con
sus arquetípicos personajes, delineados para mostrar a una Venezuela, sin caer en compromisos
politiqueros y sociales. Exhibe
a un país donde el amor es la mayor carencia de sus habitantes, al mismo tiempo
que compite con el afán de conseguir dinero por parte de su gente, por lo que sus
personajes están dispuestos a todo, incluso a prostituir sentimientos, cuerpos
y asumir mascaradas o engaños.
El autor para balancear la situación
melodramática y/o cursi de las protagonistas Casilda y Reina, presenta al insólito
Juan de Mata, gay, estereotipado ser entre cómico y patético, quien al mismo
tiempo es honesto y enamorado de la vida y del amor. Es, guste o no, el único
personaje masculino digno de la obra, ya que los otros hombres son villanos de
poca monta y con diversos niveles de degradación.
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