domingo, febrero 23, 2020

Nuestro Macbeth a la venezolana



La pieza trágica de William Shakespeare, Macbeth, que habría sido representada por vez primera en ese Londres de 1606dramatiza las perjudiciales consecuencias, físicas y psicológicas, de la desmedida ambición política o del poder  en aquellos que  lo buscan y justifican sin remordimientos así todos los medios que aplican para alcanzarlo. Algo muy común en los políticos latinoamericanos, por cierto.
En este Macbeth, dirigido por Federico Pacanins y el cual se presenta o se exhibe en el teatro Humboldt, en San Bernardino, están presentes la lujuria, la ambición, la traición y la maldad. Pues, su protagonista, Macbeth, es un noble y valeroso militar escocés, quien, partiendo de una profecía y ante la insistencia de su esposa, Lady Macbeth, comete regicidio y se convierte en el Rey de Escocia, situación que conlleva a que ese hombre viva con ansiedad y miedo, volviéndose incapaz de confiar en sus cercanos. Le tenía pavor hasta su propia sombra, para decirlo en criollo.
Este texto de Macbeth  ya fue representado en Caracas por Carlos Giménez y Orlando Arocha, en diferentes épocas y salas, cuenta ahora en este 2020 con  otros auténticos profesionales: Macbeth: José Tomás Angola; Lady Macbeth: Sandra Yajure; Banquo: Gerardo Soto; MacDuff: Carlos Abbatemarco; Rey Duncan: José Antonio Barrios; Malcolm: Carlos Manuel González; las brujas: Valentina Garrido, Silvia De Abreu y Andrea Mariña; Médico: Orlando Villalobos; Sargento: Edisson Spinetti; Lennox: Juan Carlos Grisal; Ross: Rafael Gorrochotegui; Dama de Lady Macbeth: Anakarina Fajardo; Lady MacDuff: Zair Mora; Seyton: Cipriano Castro Flores; Criada: Camila González; Soldados: Daniel Martínez y Andrés Sierra.
Tras el rotundo éxito de El rey Lear, protagonizada por el primer actor Jorge Palacios y dirigida por Gerardo Blanco López durante el año 2019, para este 2020, Macbeth  prosigue así la  plausible Experiencia Shakespeare que la Asociación Cultural Humboldt ha organizado con la finalidad de presentar clásicos como Medida por medidaOteloCoriolano, entre otros.¡Gracias!
Según el crítico Harold Bloom, Macbeth es  cualquier cosa antes que una celebración de la imaginación de Shakespeare, pero es también cualquier cosa antes que una tragedia cristiana. El personaje Macbeth viola la naturaleza humana, pero aunque aprende eso cuando inicia la violación, se niega a seguir a su lady Macbeth en la locura y el suicidio.
Puntualiza Bloom que  aunque es tradicional considerar a Macbeth como únicamente aterradora entre las obras de Shakespeare, “parecerá excéntrico que yo considere que lo aterrador de esta tragedia es de alguna manera sexual en sus orígenes y en sus aspectos dominantes. La violencia de Macbeth nos impresiona sin duda más que a los públicos de su época, pues a muchos, si es que no la mayoría, de los que asistían a las representaciones de Macbeth se sumaban también a las vastas multitudes que atiborraban las ejecuciones públicas en  ese Londres, que incluían los descuartizamientos junto a las más civilizadas decapitaciones”.
En síntesis, Macbeth como espectáculo en estos tiempos exige asumir que somos Macbeth, aunque en la práctica no somos ni asesinos ni  médiums, y él sí. Exige del espectador venezolano del siglo XXI asumir que se trata de un poeta  natural como asesino natural.
Leer el texto y esperar que sus intérpretes lo asuman así y lo muestren con sus actuaciones, algo que aquí vimos, es un trabajo mucho más que un puñado de profesionales oscilando en la cuerda floja de lo demoniaco, especialmente cuando las brujas hacen sus roles y terminan matando o devorado a Macbeth. ¡Felicitaciones para  José Tomas Angola Heredia  y  Sandra Yajure y, por supuesto, para Federico Pacanins por desafiar maldiciones y otras intrigas!
Después de ver y disfrutar este Macbeth a la venezolana, nos congratulamos porque se ha avanzado no solo en la producción sino en su realización global. No todo se ha perdido ni se ha arado en el mar, como diría nuestro legendario Simón de la Trinidad.


No hay comentarios.: