El teatrista o teatrero cubano Miguel Ponce, una de las
figuras más destacadas del teatro en el exilio, falleció el martes 7 de enero de
2012 en Barquisimeto, víctima de una dolencia cardíaca. Aqui lo
recordamos porque lo conocimos y además impulso a varios jóvenes venezolanos, como
Armando Carias en Asalto y otro texto,
de Fernando Arrabal,El arquitecto y el emperador de Asiria.
Ponce, de 80 años, impartía un taller
de actuación en el país suramericano cuyo objetivo era montar una versión
de Hamlet, de William Shakespeare, que se estrenaría aquel 27 de
marzo, Día Internacional del Teatro.
De acuerdo con la información que cita
al actor mexicano Federico Castillo, compañero y discípulo del
teatrista durante 33 años, Ponce “Estaba lleno de energía”. El cubano había
sufrido un primer infarto cardíaco el 31 de diciembre, del que se repuso; y el
martes 3 de enero, en la madrugada, sufrió otro que le causaría la muerte.
“Después del primer paro aguantó hasta
el final”, declaró Castillo.“Todos estamos muy conmovidos”.
Tras su salida al exilio en 1965, Ponce
ejerció como actor, director y profesor en Miami, Nueva York y Los Ángeles,
actividades en las que sobresalió y que desempeñó también más tarde en varias
ciudades europeas y latinoamericanas.
Nacido el 29 de septiembre en la ciudad
de Matanzas, el teatrista cubano trabajó en varias compañías de la Isla, entre
ellas, Teatro Estudio, donde fue alumno de Vicente Revuelta.
Sobre Ponce, el actor también cubano
Orestes Matacena (Los Ángeles), declaró: “Fue como un hermano para mí”. Y
recordó sus trabajos en La Habana y la fundación de Teatro 66 en Miami.
Al respecto, dijo: “Cuando salió de
Cuba vía México, llegó a Los Ángeles y enseguida se puso en contacto conmigo,
que para entonces vivía en Miami”.
Con Teatro 66 consiguieron representar
varios títulos del teatro universal y contaron como actores con figuras como
Alfonso Cremata, Mario Salas Lanz, Norma Niurka y Teresa María Rojas.
Esta última, desde Miami, expresó sobre
Ponce: “Fue un hombre consagrado a las tablas”. “Cerca de 1967 me dirigió en la
comedia ¡No, por favor!, junto a Luis Oquendo y Cecilio Noble, ya
fallecidos. Después nos vimos en España. Fue un excelente actor que vivió
dedicado al teatro”, añadió.
En 1968 Ponce y Matacena fundaron en
Nueva York la compañía Teatro de Las Américas, con la que sorprendieron al
público y la crítica desde su primera función al representar The
Grab Bag, dirigida por Ponce y producida por Matacena,
en la que aparecían desnudos masculinos y femeninos.
Sobre la compañía, Matacena recuerda
“¡Llegamos a estrenar hasta 18 obras en un año!”.
En los 70, Ponce fue contratado como
director artístico de una sala en San Francisco por la compañía Zoetrope del
realizador estadounidense Francis Ford Coppola, según Matacena.
“Miguel trabajó como actor en varios
países de Europa. Y cuando estuvo en Polonia trabajó en el teatro (de uno de
los innovadores de la escena mundial) Jerzy Grotowski”, añadió.
Sobre el trabajo de Ponce en Nueva
York, el cineasta Iván Acosta destacó que fue uno de los primeros en llevar
teatro en español a los parques de la ciudad.
“Fue uno de los directores más audaces
y exigentes del teatro cubano en el exilio. En 1969 presentó al aire libre las
comedias Mefistófeles y El velorio de Pachencho en
el Lincoln Center”, dijo Acosta, que lo recuerda como “una persona muy
solitaria que siempre soñó con volver a hacer teatro en Cuba”.
También el actor Rubén Rabasa recordó
la etapa neoyorkina de Ponce: “El grupo cambiaba de nombre de acuerdo a los
años. Primero fue el Teatro 66, luego el 67 y después el 68. Más tarde
conseguimos un local que bautizamos El Teatro de Las Américas de Nueva York,
con la ayuda del State Council of the Arts, con el que hicimos obras en español
y en inglés”, dijo.
“Luego Ponce se fue a Colombia y fundó
una escuela de actores”, añadió y subrayó la pasión que este sentía por la
enseñanza: “Todo ser humano debería estudiar drama para comprender los
problemas de sus semejantes”, repetía Ponce, según Rabasa.
Por su parte, la vedette Mirta Medina
recordó cómo en los 60 en La Habana “fui a verlo porque me dijeron que estaba
haciendo audiciones a jóvenes principiantes. Y como yo tenía tanta avidez de
aprender asistí a sus talleres en la sala El Sótano de El Vedado”. “Era una
persona muy afable, inteligente y con mucha paciencia para enseñar. Para él
todo era poesía”.
En los últimos años Miguel Ponce actuó
y dirigió en Miami con sus grupos Minimal Teatro —creado en Madrid en 1985 con
el nombre de Teatro Iberoamericano— y Nuevo Teatro 66. Sus últimos montajes
fueron Asalto (2009), El ángel de la culpa (2010) y Romeo y Julieta (2010).
El sepelio del teatrista cubano tuvo
lugar en el Cementerio Municipal de Barquisimeto, señala la nota de El
Nuevo Herald y añade “Entre los familiares cercanos que le
sobreviven se encuentran su hermana Ida María Ponce, residente en Miami, y
varios sobrinos, entre ellos el actor Roland Rusinek”.
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