¡Que no cunda el pánico entre los neofascistas y moralistas de nuevo cuño! Ahora se podrá degustar en Venezuela (primero en su capital y después en Maracaibo) un musical, estrenado en Broadway en 2001, donde Adolfo Hitler no es precisamente el macho que registra la historia. Se trata de The producers (Los productores) de Mel Brooks, que traducido al español y con actores criollos se verá desde el sábado 12 de abril en el Aula Magna de la UCV, gracias a Palo de Agua, la empresa del director Michel Hausmann y el productor Yair Rosemberg.
EL MUSICAL
Los productores es teatro dentro del teatro. Muestra un lado poco conocido de algunos empresarios o productores, esos cuyo oficios es conseguir capitales para montajes de obras, utilizando o abusando, por así decirlo, de la bondad y de las cuentas de algunos inversionistas que no persiguen únicamente la ganancia financiera, sino que además anhelan un tanto de fama y hasta esa aureola de benefactores o mecenas de las artes.
Pero, según la inventiva de Mel Brooks (Nueva York, 28 de junio de 1926), basada en hechos reales, “dos ovejas descarriadas” no quieren que su espectáculo gane fortunas en dólares, sino que pierda y así ellos se quedarán con una parte por la acción dolosa que orquestan. Así lo enseñó con un guión singular para su película The producers (1968) por el cual ganó un Oscar en 1969, pero es durante la temporada neoyorquina de 2001 cuando mostró la versión teatral sobre dos productores que se las ingenian para producir Primavera de Hitler, obra de un filonazi, y contratan un equipo artístico y técnico, desde la dirección hasta la luminotecnia, integrado por otro de los grupos perseguidos durante el nazismo: los homosexuales. Y producen así un espectáculo “para perder parte de la inversión”, pero lo que nunca esperaban era que el público se entusiasmara ante la parodia sobre el Fuhrer afeminado, que además es cantante y buen bailarín, y les hiciera ganar más dinero de lo que se esperaban, convirtiendo ese “fracaso anhelado” en un taquillazo insospechado. El final, que sorprende, no lo contamos para no destruirle la intriga al público.
El guión es una clase sobre altas finanzas, sexo, falta de escrúpulos, glamour, política, música y versatilidad teatral, donde Mel Brook aborda algunos temas universales, como el valor de la amistad, el amor sincero, la avidez de dinero, la deshumanizada vida de los burócratas. Todo con su peculiar sentido del humor judío
PRODUCCIÓN CRIOLLA
Más de 40 artistas en escena, cantando y bailando deslumbrantes coreografías, junto a más de 30 músicos de una orquesta, darán vida a Los productores, con la parodia del Hitler gay, realizada por talentosos venezolanos, comenta Michel Hausmann (Caracas, 27 años).
“El elenco está encabezado por Roque Valero y Armando Cabrera, quienes encarnan a Leo Bloom y Max Bialystock, los productores truhanes; la bella y polémica Fabiola Colmenares es la sensual Ulla, clave en la trama. Luigi Sciamanna interpreta a Franz Liebkind, el dramaturgo de la parodia sobre el jerarca nacionalsocialista, mientras que el otrora Juan Corazón, o sea Rafael Monsalve, encarna a Roger DeBris, actor afeminado que asume al líder del Tercer Reich. Salomón Lerner es el director musical y la producción general está en manos de Yair Rosemberg. El montaje cuenta con la participación de Luz Urdaneta como directora de coreografía, Edwin Erminy, Carolina Puig y Eva Ivanyi, son los diseñadores de la escenografia, la iluminación y el vestuario”.
Hausmann comenta que en “Los productores hay una burla muy grande hacia una figura autoritaria, a un dictador que dejó una infausta historia, por lo cual el público podrá hacer libremente sus asociaciones o simplemente divertirse teniendo en cuenta la depurada teatralidad del espectáculo en sí y por el virtuosismo de los actores venezolanos ahí comprometidos. La diversión está asegurada, de eso no hay duda alguna”.
Produce y dirige Los productores “porque nos gusta mucho, es una gran obra y de total vigencia. Hicimos la traducción porque no gustaron las que existen y en eso nos gastamos cinco meses cuidando todos los detalles. Es una gran oda al teatro y en especial plantéa el drama humano de los productores, una profesión que aquí no existe todavía. No la hemos adaptado, aunque hay algunos chistes criollos que los permite la misma pieza”.
MUCHOS BOLÍVARES
No revela los costos de la producción, sólo comenta que “son muchísimos bolívares fuertes. Una cifra cercana al millón de dólares, al cambio oficial. Esperamos tener unos 32 mil espectadores en la temporada para recuperar la inversión y poder seguir trabajando. Pero no nos estamos haciendo ricos”.
No hay ninguna restricción para el montaje, porque “Mel Brook fue muy meticuloso al escribir su texto y sus 110 acotaciones, las cuales respeto. No vale la pena que haga una reinterpretación, cuando esta pieza se hizo hace seis o siete años en Nueva York. Hay que ser fiel a sus didascalias, aunque hay oportunidad para hacer aportes verdaderamente creativos”.
Informa que en Palo de Agua han programado las reposiciones de Jesucristo Superestrella y El violinista en el tejado para el último trimestre de este año.“En lo personal me dedicaré a escribir una obra para montarla durante el venidero 2009. Quiero con Salomón Lerner escribir un musical. También busco hacer cine, que lo estudié en Estados Unidos, aunque me siento muy bien en el teatro. Creo que en el futuro me moveré en esas dos áreas de creación”.
EL MUSICAL
Los productores es teatro dentro del teatro. Muestra un lado poco conocido de algunos empresarios o productores, esos cuyo oficios es conseguir capitales para montajes de obras, utilizando o abusando, por así decirlo, de la bondad y de las cuentas de algunos inversionistas que no persiguen únicamente la ganancia financiera, sino que además anhelan un tanto de fama y hasta esa aureola de benefactores o mecenas de las artes.
Pero, según la inventiva de Mel Brooks (Nueva York, 28 de junio de 1926), basada en hechos reales, “dos ovejas descarriadas” no quieren que su espectáculo gane fortunas en dólares, sino que pierda y así ellos se quedarán con una parte por la acción dolosa que orquestan. Así lo enseñó con un guión singular para su película The producers (1968) por el cual ganó un Oscar en 1969, pero es durante la temporada neoyorquina de 2001 cuando mostró la versión teatral sobre dos productores que se las ingenian para producir Primavera de Hitler, obra de un filonazi, y contratan un equipo artístico y técnico, desde la dirección hasta la luminotecnia, integrado por otro de los grupos perseguidos durante el nazismo: los homosexuales. Y producen así un espectáculo “para perder parte de la inversión”, pero lo que nunca esperaban era que el público se entusiasmara ante la parodia sobre el Fuhrer afeminado, que además es cantante y buen bailarín, y les hiciera ganar más dinero de lo que se esperaban, convirtiendo ese “fracaso anhelado” en un taquillazo insospechado. El final, que sorprende, no lo contamos para no destruirle la intriga al público.
El guión es una clase sobre altas finanzas, sexo, falta de escrúpulos, glamour, política, música y versatilidad teatral, donde Mel Brook aborda algunos temas universales, como el valor de la amistad, el amor sincero, la avidez de dinero, la deshumanizada vida de los burócratas. Todo con su peculiar sentido del humor judío
PRODUCCIÓN CRIOLLA
Más de 40 artistas en escena, cantando y bailando deslumbrantes coreografías, junto a más de 30 músicos de una orquesta, darán vida a Los productores, con la parodia del Hitler gay, realizada por talentosos venezolanos, comenta Michel Hausmann (Caracas, 27 años).
“El elenco está encabezado por Roque Valero y Armando Cabrera, quienes encarnan a Leo Bloom y Max Bialystock, los productores truhanes; la bella y polémica Fabiola Colmenares es la sensual Ulla, clave en la trama. Luigi Sciamanna interpreta a Franz Liebkind, el dramaturgo de la parodia sobre el jerarca nacionalsocialista, mientras que el otrora Juan Corazón, o sea Rafael Monsalve, encarna a Roger DeBris, actor afeminado que asume al líder del Tercer Reich. Salomón Lerner es el director musical y la producción general está en manos de Yair Rosemberg. El montaje cuenta con la participación de Luz Urdaneta como directora de coreografía, Edwin Erminy, Carolina Puig y Eva Ivanyi, son los diseñadores de la escenografia, la iluminación y el vestuario”.
Hausmann comenta que en “Los productores hay una burla muy grande hacia una figura autoritaria, a un dictador que dejó una infausta historia, por lo cual el público podrá hacer libremente sus asociaciones o simplemente divertirse teniendo en cuenta la depurada teatralidad del espectáculo en sí y por el virtuosismo de los actores venezolanos ahí comprometidos. La diversión está asegurada, de eso no hay duda alguna”.
Produce y dirige Los productores “porque nos gusta mucho, es una gran obra y de total vigencia. Hicimos la traducción porque no gustaron las que existen y en eso nos gastamos cinco meses cuidando todos los detalles. Es una gran oda al teatro y en especial plantéa el drama humano de los productores, una profesión que aquí no existe todavía. No la hemos adaptado, aunque hay algunos chistes criollos que los permite la misma pieza”.
MUCHOS BOLÍVARES
No revela los costos de la producción, sólo comenta que “son muchísimos bolívares fuertes. Una cifra cercana al millón de dólares, al cambio oficial. Esperamos tener unos 32 mil espectadores en la temporada para recuperar la inversión y poder seguir trabajando. Pero no nos estamos haciendo ricos”.
No hay ninguna restricción para el montaje, porque “Mel Brook fue muy meticuloso al escribir su texto y sus 110 acotaciones, las cuales respeto. No vale la pena que haga una reinterpretación, cuando esta pieza se hizo hace seis o siete años en Nueva York. Hay que ser fiel a sus didascalias, aunque hay oportunidad para hacer aportes verdaderamente creativos”.
Informa que en Palo de Agua han programado las reposiciones de Jesucristo Superestrella y El violinista en el tejado para el último trimestre de este año.“En lo personal me dedicaré a escribir una obra para montarla durante el venidero 2009. Quiero con Salomón Lerner escribir un musical. También busco hacer cine, que lo estudié en Estados Unidos, aunque me siento muy bien en el teatro. Creo que en el futuro me moveré en esas dos áreas de creación”.
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