A 455 años de haber fracasado el reino del ex esclavo negro mandingo Miguel, a manos de soldados y capitanes del imperio español, en las tierras de los actuales estados Lara y Yaracuy, llega a la presidencia de Estados Unidos, por decisión de una mayoría multiétnica deseosa de hacer un cambio que relance su American Dream, el mulato Barack Obama, hijo de un negro keniano y una blanca. ¡Un inolvidable ayer trágico y un ahora de esperanzas para muchos!
Estos hechos históricos, uno con trágico final como se evoca en el escenario, gracias a La cantata del rey Miguel, y la otra que es una realidad en pleno desarrollo y bajo la curiosa mirada de todos los habitantes de este planeta, fueron evocados y confrontados el pasado viernes en la cálida Guanare, por el público presente en la inauguración del XXVI Festival de Teatro de Occidente, evento con 33 montajes nacionales y extranjeros, el cual se prolongará hasta el próximo domingo, en varias poblaciones de Portuguesa, Lara y Barinas.
HISTORIA NO CONTADA
El escritor Tomas Jurado Zabala, el director Carlos Arroyo, el grupo Teatro Negro de Barlovento y con la producción de la Compañía Nacional de Teatro, son los artífices del espectáculo La cantata del rey Miguel, que enseña una faceta casi desconocida, de la historia aún no contada de la conquista en Venezuela. Se desarrolla a través de parlamentos rítmicos donde se intercalan canciones, bailes, ritos, y otras manifestaciones culturales emergidas de un maravilloso sincretismo artístico, hasta lograr un espectáculo hermoso y aleccionador por sus formas y sus contenidos de esencia libertaria. Ahora se podrá degustar en Caracas este sábado y el venidero domingo durante la reapertura del Teatro Nacional, inaugurado hace más de 100 años por el general Cipriano Castro.
Para el veterano Jurado Zabala y director Arroyo, con más de 20 años en las lides teatrales, La cantata del rey Miguel tiene como temática a los negros esclavos en Venezuela y las luchas que dieron para conseguir la libertad aún a riesgo de perder sus vidas. El argumento se centra en la saga del negro mandinga Miguel que fue comprado en Puerto Rico para trabajar en las minas de oro de Buria, pero él se enfrentó a los españoles, fundó su propio reino libre y se convirtió en voz de rebelión ante el imperio de Madrid, que al final lo elimina, porque él decidió morir peleando antes que aceptar la rendición que se le ofrecía lo cual significaba conservar la vida, pero volver a la esclavitud. El capitán Diego de Losada, con caballería y novedosos implementos de combate, además de soldados entrenados rigurosamente para la guerra, aplastaron su movimiento, pero no su semilla y su ejemplo.
Arroyo puntualiza que “la historia oficial de Venezuela ha dado poca importancia, por no decir ninguna, a una serie acontecimientos que contribuyeron a darnos forma de nación, tal es el caso del negro Miguel, considerado el primer revolucionario de América, pues su idea de independencia quedó sembrada en el espíritu del venezolano a partir de su llegada a Venezuela en 1552, y su alzamiento antiesclavista inmediatamente después; hecho que significó un accidente importantísimo en la vida de los conquistadores, pues durante tres meses ese ex esclavo, con unos 50 más, entre negros e indios jiraharas, puso en jaque al imperio español, para morir en 1553”.
“Quienes han divulgado la historia de Miguel se han limitado a presentar los hechos como una aventurilla graciosa, cuestión que ha llegado a mostrarlo como un personaje caricaturesco sin ninguna importancia y por ende prácticamente desaparecido en las penumbras del olvido donde van a parar los personajes sin historia. Pero ésta es una saga de rebelión de negros muy singular, pues lo común era que el esclavo intentara huir, internarse en la selva y tratar de sobrevivir al amparo de indígenas o simplemente a la buena de Dios. Miguel jamás pensó en escaparse, pues tenía el convencimiento de que huir no era otra cosa más que prolongar la esclavitud, porque en cualquier lugar donde estuviera sería considerado un ser sin derechos. De este personaje excepcional se hace necesario resaltar su poder de convencimiento, su inteligencia, su valentía y su capacidad militar. Funda el reino libre de Curduvaré, a principios de 1553, Se erige rey, nombra un sacerdote y lo que sería una especie de ministro de guerra. Se declara hombre libre en territorio libre. Ordena la construcción de viviendas para los que siguen incorporándose y declara la libertad de todos los que están en su reino”.
ESPECTÁCULO
No menos de cinco años de estudios e investigaciones llevaron al autor y al director a la creación de una cantata como crisol escénico de las diversas manifestaciones de la cultura africana, con sus cantos, su música, sus bailes, sus creencias religiosas, su lengua y su actitud ante la vida. Se definió que se expresaría a través de “parlamentos rítmicos” para llevar la secuencia de la historia, y se intercalarían canciones, bailes, ritos y otras manifestaciones culturales afroamericanas. ¡Un teatro con danza o una danza con teatro gracias a ese hibridación del arte único del Teatro Negro de Barlovento con una estructura de espectáculo contemporáneo que relata con las imágenes del grupo y las palabras de Miguel y un cronista de los españoles, encarnado por el blanco Juan Carlos Azuaje.
El norte del espectáculo fue mostrar las raíces africanas presentes en el folklore criollo, pero a su vez es una especie de desagravio por las vejaciones y atropellos cometidos por el invasor europeo, además de exaltar la diversidad cultural entre negros e indígenas.
¡Venezuela y su teatro están vivos y actuales!
Estos hechos históricos, uno con trágico final como se evoca en el escenario, gracias a La cantata del rey Miguel, y la otra que es una realidad en pleno desarrollo y bajo la curiosa mirada de todos los habitantes de este planeta, fueron evocados y confrontados el pasado viernes en la cálida Guanare, por el público presente en la inauguración del XXVI Festival de Teatro de Occidente, evento con 33 montajes nacionales y extranjeros, el cual se prolongará hasta el próximo domingo, en varias poblaciones de Portuguesa, Lara y Barinas.
HISTORIA NO CONTADA
El escritor Tomas Jurado Zabala, el director Carlos Arroyo, el grupo Teatro Negro de Barlovento y con la producción de la Compañía Nacional de Teatro, son los artífices del espectáculo La cantata del rey Miguel, que enseña una faceta casi desconocida, de la historia aún no contada de la conquista en Venezuela. Se desarrolla a través de parlamentos rítmicos donde se intercalan canciones, bailes, ritos, y otras manifestaciones culturales emergidas de un maravilloso sincretismo artístico, hasta lograr un espectáculo hermoso y aleccionador por sus formas y sus contenidos de esencia libertaria. Ahora se podrá degustar en Caracas este sábado y el venidero domingo durante la reapertura del Teatro Nacional, inaugurado hace más de 100 años por el general Cipriano Castro.
Para el veterano Jurado Zabala y director Arroyo, con más de 20 años en las lides teatrales, La cantata del rey Miguel tiene como temática a los negros esclavos en Venezuela y las luchas que dieron para conseguir la libertad aún a riesgo de perder sus vidas. El argumento se centra en la saga del negro mandinga Miguel que fue comprado en Puerto Rico para trabajar en las minas de oro de Buria, pero él se enfrentó a los españoles, fundó su propio reino libre y se convirtió en voz de rebelión ante el imperio de Madrid, que al final lo elimina, porque él decidió morir peleando antes que aceptar la rendición que se le ofrecía lo cual significaba conservar la vida, pero volver a la esclavitud. El capitán Diego de Losada, con caballería y novedosos implementos de combate, además de soldados entrenados rigurosamente para la guerra, aplastaron su movimiento, pero no su semilla y su ejemplo.
Arroyo puntualiza que “la historia oficial de Venezuela ha dado poca importancia, por no decir ninguna, a una serie acontecimientos que contribuyeron a darnos forma de nación, tal es el caso del negro Miguel, considerado el primer revolucionario de América, pues su idea de independencia quedó sembrada en el espíritu del venezolano a partir de su llegada a Venezuela en 1552, y su alzamiento antiesclavista inmediatamente después; hecho que significó un accidente importantísimo en la vida de los conquistadores, pues durante tres meses ese ex esclavo, con unos 50 más, entre negros e indios jiraharas, puso en jaque al imperio español, para morir en 1553”.
“Quienes han divulgado la historia de Miguel se han limitado a presentar los hechos como una aventurilla graciosa, cuestión que ha llegado a mostrarlo como un personaje caricaturesco sin ninguna importancia y por ende prácticamente desaparecido en las penumbras del olvido donde van a parar los personajes sin historia. Pero ésta es una saga de rebelión de negros muy singular, pues lo común era que el esclavo intentara huir, internarse en la selva y tratar de sobrevivir al amparo de indígenas o simplemente a la buena de Dios. Miguel jamás pensó en escaparse, pues tenía el convencimiento de que huir no era otra cosa más que prolongar la esclavitud, porque en cualquier lugar donde estuviera sería considerado un ser sin derechos. De este personaje excepcional se hace necesario resaltar su poder de convencimiento, su inteligencia, su valentía y su capacidad militar. Funda el reino libre de Curduvaré, a principios de 1553, Se erige rey, nombra un sacerdote y lo que sería una especie de ministro de guerra. Se declara hombre libre en territorio libre. Ordena la construcción de viviendas para los que siguen incorporándose y declara la libertad de todos los que están en su reino”.
ESPECTÁCULO
No menos de cinco años de estudios e investigaciones llevaron al autor y al director a la creación de una cantata como crisol escénico de las diversas manifestaciones de la cultura africana, con sus cantos, su música, sus bailes, sus creencias religiosas, su lengua y su actitud ante la vida. Se definió que se expresaría a través de “parlamentos rítmicos” para llevar la secuencia de la historia, y se intercalarían canciones, bailes, ritos y otras manifestaciones culturales afroamericanas. ¡Un teatro con danza o una danza con teatro gracias a ese hibridación del arte único del Teatro Negro de Barlovento con una estructura de espectáculo contemporáneo que relata con las imágenes del grupo y las palabras de Miguel y un cronista de los españoles, encarnado por el blanco Juan Carlos Azuaje.
El norte del espectáculo fue mostrar las raíces africanas presentes en el folklore criollo, pero a su vez es una especie de desagravio por las vejaciones y atropellos cometidos por el invasor europeo, además de exaltar la diversidad cultural entre negros e indígenas.
¡Venezuela y su teatro están vivos y actuales!
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