Casi todos los excesos amorosos y sexuales tienen epílogos sangrientos y hasta mortales, la mayoría. Así lo demuestra la trama del delicioso espectáculo teatral Don Juan en San Juan.
Y esa sumatoria de verdades es lo que ha permitido, precisamente, al director y dramaturgo Costa Palamides (Caracas, 1959) utilizar los textos de Tirso de Molina, Moliere y José de Zorrilla, además de Pedro Calderón de la Barca y Sor Juana Inés de la Cruz, para escribir y llevar a escena una auténtica “comedia criminal”, que se transforma en divertido viaje teatral, pletórico de sátira crítica a la corrupción, la politiquería, el mercantilismo y la depravación mediática, por varias urbes latinoamericanas, pero donde las heroínas son las mujeres. ¡Fino batiburrillo, creado en “el espacio vacío” de Peter Brook, sobre eso que justifica la vida en este valle de lágrimas: el amor, con las denominaciones que se le puedan aplicar!
Es una pieza audaz y de avanzada conceptual, donde la muerte del héroe maligno, o sea Don Juan, no es por intervención divina, sino “una condena teatral”, contra la corrupción, que no es otra cosa que el desaforado sexismo, el narcotráfico, el secuestro y la inseguridad en los campos y en las ciudades, que nos ha llevado a una segunda edad media, donde las iglesias no son el refugio ni para los cuerpos ni las almas de los desamparados feligreses.
El novedoso montaje Don Juan en San Juan es un ingenioso alegato sobre la mujer latinoamericana, quien ya no está cercenada, sometida y sojuzgada, como en siglos pasados, sino que ya figura en las altas esferas del poder político, económico y cultural, pero sigue amando y criando a sus hijos, como ha sido siempre, sin estar sometida o esclavizada al macho y en capacidad para castigar y hasta tomar venganza cuando es irrespetada o violentada.
FIN DE CURSO
Este Don Juan en San Juan, que para nosotros resulta una grata rareza histórica, es el montaje profesional de los primeros 19 Licenciados en Teatro del sistema Profeser de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Uneartes), presentado durante los días 1 y 2 de noviembre en la sala Nicolás Curiel (sede del antiguo Iudet). También se exhibirá el 7 y 8 de este mes en el Ateneo de Maracay.El acto de grado de los “nuevos” profesionales de las artes escénicas está pautado para diciembre y ahí estarán, entre otros: Delbis Cardona, Ludwig Pineda, Gloria Núñez, Gryselt Parra, Daifra Blanco, César Revanales, Ximena González, Lesbia Landínez, Doris Hoyos, Carmen Jiménez, Karl Hoffmann, Orlanis Barreto, Tony González, Luis Bernal, Firelly Blanco, Illery Valdéz, Dennis Alves, Graciela Mitchell y Carlos Rojas.¡Bravo!
PROFESER
Costa Palamides aclara que su Don Juan en San Juan es además el primer montaje de los dos del Profeser (el otro es Marat Sade, de la mano de Ibrahim Guerra) en el marco teórico y práctico de Uneartes, para graduar licenciados en Teatro, en las especialidades de actuación, producción y diseño.
“Don Juan en San Juan es un paseo, por la idiosincrasia latinoamericana, con un corrupto, seductor y pantallero. Hay mucho de show, porque es el show mediático y político de muchos de nuestros países. Más que una revista teatral en todo el sentido de la palabra, donde se revisa lo aprendido en el Profeser y es producto de una actitud revisionista de los estudiantes frente a varias pautas de este programa que tardó siete años en volverse a establecer y que era una gran necesidad de mejoramiento profesional del sector. He creído que un director debe tener conocimientos de dramaturgia. Cada puesta en escena es, en cierta forma, una dramaturguia, sea del espacio, del movimiento o de la praxis actoral. He reestructurado, versionado y adaptado a los clásicos para colocarlos en una perspectiva más contemporánea, siempre con respeto, porque el texto es la génesis del tipo de teatro que yo realizo”.
“El Profeser ha sido para mí una experiencia efervescente de saber y experiencia. Dar clase a profesionales es una vivencia de retroalimentación muy constructiva y oxigenante. Para mí ha sido un hallazgo inconmensurable trabajar con talentos de gran trayectoria, provenientes de Maracay, Barcelona, Puerto La Cruz, Ciudad Bolívar y Caracas”.
ESPALDARAZO
Puntualiza que “la creación de Uneartes, por parte de los Ministerios de Educación Superior y de la Cultura, es un espaldarazo para que la dirección y la dramaturgia entren en calidad de especializaciones en la Escuela de Teatro de Unearte. “Todos esperamos que esos básicos estamentos del teatro entren a los nuevos programas que están elaborando. La falta de ellas hace que el espectro de hacedores en esas materias sea minoritario frente a actores, productores, diseñadores y docentes. Ojalá lo logremos”.
Explica que el Programa de Formación en Servicio de Profesionales en Teatro (Profeser) lo adelantaba el Instituto Universitario de Teatro (Iudet) y ahora lo hace Uneartes, creada, según el decreto que publicó la Gaceta Oficial Nº 38.921, el miércoles 30 de abril de 2008.
El Profeser son 10 semestres que, en realidad, se reducen a tres periodos por año. Para graduarse, además de superar toda la carga académica, hay que presentar y defender una tesis de grado, haber cumplido con 120 horas de trabajo comunitario y además participar en un montaje de teatro profesional. En el Profeser se puede acreditar hasta el 80% de la carga académica, después de cumplir todos los requisitos que se exigen. El Profeser en este momento ofrece tres menciones: docencia, artes escénicas y gerencia y producción teatral.
Y esa sumatoria de verdades es lo que ha permitido, precisamente, al director y dramaturgo Costa Palamides (Caracas, 1959) utilizar los textos de Tirso de Molina, Moliere y José de Zorrilla, además de Pedro Calderón de la Barca y Sor Juana Inés de la Cruz, para escribir y llevar a escena una auténtica “comedia criminal”, que se transforma en divertido viaje teatral, pletórico de sátira crítica a la corrupción, la politiquería, el mercantilismo y la depravación mediática, por varias urbes latinoamericanas, pero donde las heroínas son las mujeres. ¡Fino batiburrillo, creado en “el espacio vacío” de Peter Brook, sobre eso que justifica la vida en este valle de lágrimas: el amor, con las denominaciones que se le puedan aplicar!
Es una pieza audaz y de avanzada conceptual, donde la muerte del héroe maligno, o sea Don Juan, no es por intervención divina, sino “una condena teatral”, contra la corrupción, que no es otra cosa que el desaforado sexismo, el narcotráfico, el secuestro y la inseguridad en los campos y en las ciudades, que nos ha llevado a una segunda edad media, donde las iglesias no son el refugio ni para los cuerpos ni las almas de los desamparados feligreses.
El novedoso montaje Don Juan en San Juan es un ingenioso alegato sobre la mujer latinoamericana, quien ya no está cercenada, sometida y sojuzgada, como en siglos pasados, sino que ya figura en las altas esferas del poder político, económico y cultural, pero sigue amando y criando a sus hijos, como ha sido siempre, sin estar sometida o esclavizada al macho y en capacidad para castigar y hasta tomar venganza cuando es irrespetada o violentada.
FIN DE CURSO
Este Don Juan en San Juan, que para nosotros resulta una grata rareza histórica, es el montaje profesional de los primeros 19 Licenciados en Teatro del sistema Profeser de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Uneartes), presentado durante los días 1 y 2 de noviembre en la sala Nicolás Curiel (sede del antiguo Iudet). También se exhibirá el 7 y 8 de este mes en el Ateneo de Maracay.El acto de grado de los “nuevos” profesionales de las artes escénicas está pautado para diciembre y ahí estarán, entre otros: Delbis Cardona, Ludwig Pineda, Gloria Núñez, Gryselt Parra, Daifra Blanco, César Revanales, Ximena González, Lesbia Landínez, Doris Hoyos, Carmen Jiménez, Karl Hoffmann, Orlanis Barreto, Tony González, Luis Bernal, Firelly Blanco, Illery Valdéz, Dennis Alves, Graciela Mitchell y Carlos Rojas.¡Bravo!
PROFESER
Costa Palamides aclara que su Don Juan en San Juan es además el primer montaje de los dos del Profeser (el otro es Marat Sade, de la mano de Ibrahim Guerra) en el marco teórico y práctico de Uneartes, para graduar licenciados en Teatro, en las especialidades de actuación, producción y diseño.
“Don Juan en San Juan es un paseo, por la idiosincrasia latinoamericana, con un corrupto, seductor y pantallero. Hay mucho de show, porque es el show mediático y político de muchos de nuestros países. Más que una revista teatral en todo el sentido de la palabra, donde se revisa lo aprendido en el Profeser y es producto de una actitud revisionista de los estudiantes frente a varias pautas de este programa que tardó siete años en volverse a establecer y que era una gran necesidad de mejoramiento profesional del sector. He creído que un director debe tener conocimientos de dramaturgia. Cada puesta en escena es, en cierta forma, una dramaturguia, sea del espacio, del movimiento o de la praxis actoral. He reestructurado, versionado y adaptado a los clásicos para colocarlos en una perspectiva más contemporánea, siempre con respeto, porque el texto es la génesis del tipo de teatro que yo realizo”.
“El Profeser ha sido para mí una experiencia efervescente de saber y experiencia. Dar clase a profesionales es una vivencia de retroalimentación muy constructiva y oxigenante. Para mí ha sido un hallazgo inconmensurable trabajar con talentos de gran trayectoria, provenientes de Maracay, Barcelona, Puerto La Cruz, Ciudad Bolívar y Caracas”.
ESPALDARAZO
Puntualiza que “la creación de Uneartes, por parte de los Ministerios de Educación Superior y de la Cultura, es un espaldarazo para que la dirección y la dramaturgia entren en calidad de especializaciones en la Escuela de Teatro de Unearte. “Todos esperamos que esos básicos estamentos del teatro entren a los nuevos programas que están elaborando. La falta de ellas hace que el espectro de hacedores en esas materias sea minoritario frente a actores, productores, diseñadores y docentes. Ojalá lo logremos”.
Explica que el Programa de Formación en Servicio de Profesionales en Teatro (Profeser) lo adelantaba el Instituto Universitario de Teatro (Iudet) y ahora lo hace Uneartes, creada, según el decreto que publicó la Gaceta Oficial Nº 38.921, el miércoles 30 de abril de 2008.
El Profeser son 10 semestres que, en realidad, se reducen a tres periodos por año. Para graduarse, además de superar toda la carga académica, hay que presentar y defender una tesis de grado, haber cumplido con 120 horas de trabajo comunitario y además participar en un montaje de teatro profesional. En el Profeser se puede acreditar hasta el 80% de la carga académica, después de cumplir todos los requisitos que se exigen. El Profeser en este momento ofrece tres menciones: docencia, artes escénicas y gerencia y producción teatral.
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