El múltiple teatrero Aníbal Grunn es como el rayo del Catatumbo…no cesa de trabajar. Y otro prueba de ello es el espectáculo que escribió y ahora dirige para la cantante Mirla Castellanos. Se trata de ¿Primerísima…yo?, el cual será estrenado el 10 de septiembre en la sala Teatrex de El Hatillo
-¿Cuantas piezas o libretos ha escrito desde que esta en Venezuela, algo así como desde 1975?, le preguntamos a Grunn.
-Comencé a escribir siendo muy, pero muy joven. Creo que tenía algo así como 15 años. En ese momento lo que me apasionaba era versionar novelas para teatro, es decir modificar el lenguaje narrativo y volverlo teatral. Escribí varias, entre otras: Fabricio, adaptación de la famosa novela de Carlo Coccioli, Fabrizzio Luppo, una historia que fue un gran escándalo en su momento, años 50 y que en mi caso, la versión, sufrió varias modificaciones. La tengo en carpeta para montarla en cualquier momento. Hubo varios intentos, pero no se dieron, vamos a ver.
-Tengo algunas piezas infantiles y más de 30 obras originales para adultos. Las infantiles han sido estrenadas todas, no así las de adultos, algunas de las cuales si se han llevado al escenario, como O todos o ninguno, Vivir para morir después o No me cuentes más. Muy pocas han sido publicadas. Lo que sucede es que no me considero dramaturgo, soy más bien un intento de escritor teatral, que es el lenguaje que mejor manejo. No soy un escritor que envíe sus obras a concursos, no es mi competencia ni deseo que lo sea. También debo confesar que algunas piezas me llevan mucho tiempo desarrollarlas y otras surgen muy fácilmente. Lo que tengo claro que escribir no es mi oficio, forma parte del todo que debe ser un verdadero hombre de teatro, pero no es mi esencia.
-¿Cómo ha sido tu trabajo con Mirla Castellanos?
-Durante el pasado mes de marzo, los productores José Jiménez Vladimir Salazar, me propusieron escribir y dirigir un espectáculo para la artista Mirla Castellanos. Una especie de monólogo, adornado con canciones. Yo ya había tenido esa experiencia, con el actor Ángel Acosta, a quien le escribí y dirigí los monólogos Ángel con ángel y Entre dos orillas, próximo a estrenarse. Por lo tanto no me pareció difícil la idea. Aunque en este caso se trataba de una señora de la canción, una diva, en pocas palabras de "La Primerísima". Esa fue la motivación mayor. La sola idea de conversar con ella, de escuchar de su propia voz: su vida, sus aconteceres artísticos, etcetera, etcetera, me entusiasmaron muchísimo. Tuvimos varias entrevistas previas, donde yo, junto a los productores, grababa todo lo que ella iba narrando. Fue una experiencia extraordinaria, casi única. Descubrí una mujer con todas las letras, en toda la amplitud de la palabra. Ahí comenzó a surgir el concepto del espectáculo, que sufrió varias modificaciones, porque sus cuentos, sus anécdotas, sus historias eran tan interesantes, que nos obligaban a ello. Hasta el título del espectáculo fue cambiando, pero al final regresamos al original: ¿Primerísima... yo? Por lo tanto decidimos, que no iba a ser un espectáculo de music hall, ni de cabaret, ni tipo comedia musical, que iba a actuar mucho y que sobre todas las cosas, íbamos a sorprender al espectador en cada momento. Las reuniones permanentes fueron una delicia, un paseo lleno de humor, de lágrimas y de sorpresas. Es un monólogo, en toda su dimensión, divertido, lleno de nostalgias. Es un gran paseo por la historia musical y de la televisión de este país. Es un homenaje a todos aquellos que le permitieron durante estos 52 años de vida artística, ser quien es: "La Primerísima"
-¿Cómo fue su método de trabajo y sus técnicas para seleccionar lo mejor para ese guión, tratándose precisamente de una figura muy querida en el mundo de la música venezolana?
-No podría hablar de un método. Yo creo que hice lo que cualquiera hubiera hecho en mi caso. Primero, conocer su música, escucharla mucho y apropiarme de sus canciones, en el buen sentido. Luego ser todo lo permeable posible para escuchar, oír y entender su vida, su historia. Finalmente tamizar todo eso y poner en el papel lo que podía ser realmente importante para el espectador. Una de las preguntas que Mirla me hacía cada vez que nos veíamos era: ¿Tú crees que a alguien le puede interesar esto? ¿Quién va a venir a escucharme contar mi historia? Y yo le decía: Ese es el reto"
-Estoy seguro que sí, que a la gente le va a interesar mucho saber quién es la verdadera Mirla Castellanos, la mujer, la madre, la abuela, la que cuando baja el telón, se apagan las luces y regresa a su casa, se quita el maquillaje y se vuelve una mujer, como todas. Fue necesario, de todos modos, ser muy cuidadoso en la selección de las historias, de los momentos, de las personas que se nombran a lo largo de más de una hora de texto. La idea era agradar, sorprender, divertir. No herir, ni transformar su vida en un chisme de la prensa rosa.
-A medida que iba escribiendo, me seguía reuniendo con ella, con su manager, Luis Capecci, quien me ayudó muchísimo, sobre todo en la parte final. La mayoría de las personas involucradas en este espectáculo, me oyeron leer el texto más de una vez, y me sugirieron muchas cosas, que se agregaron o quitaron para beneficio del mismo. Fue una tarea nada fácil, pero muy productiva, creo que el juicio final lo tendrá el público. Pero de algo si estoy seguro, todo el mundo se sorprenderá con esto. Es una Mirla extraordinaria, humana, humilde, divertida, artista, estrella y sobre todo mujer.
-¿Para que servirá este espectáculo?
-No sé si tendrá una utilidad. No me preocupa. Sé será un hermoso ejemplo de vida, con una factura estética excelente, ya que los productores y todo el equipo se están ocupando al máximo para ello. Sé también que para Mirla Castellanos será una nueva experiencia en su vida. Creo que la ha vivido casi todas, tanto en lo humano como en lo artístico, pero nunca había hecho teatro y eso es muy rico. Dejaremos otro granito más en la historia del teatro venezolano y un nuevo divertimento para el público que como siempre será el que tenga la última palabra.
-¿Estaría dispuesto a escribir otros textos similares?
-Claro que si. Ya lo he dicho, yo les he escrito a otros artistas, este tipo de textos y por supuesto seguiré haciéndolo. Claro, cada experiencia será diferente, porque cada artista es diferente. Porque yo cuando escribo me siento en un momento diferente, porque el concepto y lo que queremos decir es diferente. Esto se estrenará el día 10 de septiembre en la nueva sala Teatrex en el Centro Comercial El Hatillo. Se hará todos los jueves, mientras haya público y lo sigan pidiendo. A su vez, estamos amando una gira por algunas ciudades del interior los fines de semana y preparando presentaciones en otras salas de Caracas.
-¿Y que hay de sus otros proyectos artísticos?
-Bueno... acabo de terminar una novela, en calidad de director artístico. Una producción de Benjamín Cohen, que fue una de las más grandes experiencias que he tenido en mi vida. Comencé como coach de actores y llegué a dirigir muchísimas escenas, gracias a un maestro como Grazzio D'Angelo que confió en mi y a Benjamín, que me dio todas las oportunidades, de trabajar con un equipo artístico y técnico de primera línea. Por eso se transformó en el éxito que es, me refiero a la novela juvenil !Qué clase de amor! Benjamín logró que durante más de nueve meses me olvidara del teatro y me dedicara en cuerpo y alma a la televisión, despertando en mí un profundo amor por este medio, al que la gente de teatro siempre miramos con recelo. Ahora, bueno, estrenaré este monólogo con Mirla castellanos, que se llama ¿Primerísima...yo? Luego comenzaré los ensayos de otra obra de teatro, una pieza de Mayling Peña, titulada Mi cama tiene tres lados, con un elenco excepcional. Para más adelante, continuar con otro proyecto de televisión. Está pendiente un montaje con la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa y la edición número 27 del Festival de Teatro de Occidente. Proyectos hay, lo que falta es tiempo, pero ya veremos, porque de eso se ocupa Dios, que sabe que su tiempo es perfecto y lo organiza todo para que podamos hacer lo más conveniente.
-¿Cuantas piezas o libretos ha escrito desde que esta en Venezuela, algo así como desde 1975?, le preguntamos a Grunn.
-Comencé a escribir siendo muy, pero muy joven. Creo que tenía algo así como 15 años. En ese momento lo que me apasionaba era versionar novelas para teatro, es decir modificar el lenguaje narrativo y volverlo teatral. Escribí varias, entre otras: Fabricio, adaptación de la famosa novela de Carlo Coccioli, Fabrizzio Luppo, una historia que fue un gran escándalo en su momento, años 50 y que en mi caso, la versión, sufrió varias modificaciones. La tengo en carpeta para montarla en cualquier momento. Hubo varios intentos, pero no se dieron, vamos a ver.
-Tengo algunas piezas infantiles y más de 30 obras originales para adultos. Las infantiles han sido estrenadas todas, no así las de adultos, algunas de las cuales si se han llevado al escenario, como O todos o ninguno, Vivir para morir después o No me cuentes más. Muy pocas han sido publicadas. Lo que sucede es que no me considero dramaturgo, soy más bien un intento de escritor teatral, que es el lenguaje que mejor manejo. No soy un escritor que envíe sus obras a concursos, no es mi competencia ni deseo que lo sea. También debo confesar que algunas piezas me llevan mucho tiempo desarrollarlas y otras surgen muy fácilmente. Lo que tengo claro que escribir no es mi oficio, forma parte del todo que debe ser un verdadero hombre de teatro, pero no es mi esencia.
-¿Cómo ha sido tu trabajo con Mirla Castellanos?
-Durante el pasado mes de marzo, los productores José Jiménez Vladimir Salazar, me propusieron escribir y dirigir un espectáculo para la artista Mirla Castellanos. Una especie de monólogo, adornado con canciones. Yo ya había tenido esa experiencia, con el actor Ángel Acosta, a quien le escribí y dirigí los monólogos Ángel con ángel y Entre dos orillas, próximo a estrenarse. Por lo tanto no me pareció difícil la idea. Aunque en este caso se trataba de una señora de la canción, una diva, en pocas palabras de "La Primerísima". Esa fue la motivación mayor. La sola idea de conversar con ella, de escuchar de su propia voz: su vida, sus aconteceres artísticos, etcetera, etcetera, me entusiasmaron muchísimo. Tuvimos varias entrevistas previas, donde yo, junto a los productores, grababa todo lo que ella iba narrando. Fue una experiencia extraordinaria, casi única. Descubrí una mujer con todas las letras, en toda la amplitud de la palabra. Ahí comenzó a surgir el concepto del espectáculo, que sufrió varias modificaciones, porque sus cuentos, sus anécdotas, sus historias eran tan interesantes, que nos obligaban a ello. Hasta el título del espectáculo fue cambiando, pero al final regresamos al original: ¿Primerísima... yo? Por lo tanto decidimos, que no iba a ser un espectáculo de music hall, ni de cabaret, ni tipo comedia musical, que iba a actuar mucho y que sobre todas las cosas, íbamos a sorprender al espectador en cada momento. Las reuniones permanentes fueron una delicia, un paseo lleno de humor, de lágrimas y de sorpresas. Es un monólogo, en toda su dimensión, divertido, lleno de nostalgias. Es un gran paseo por la historia musical y de la televisión de este país. Es un homenaje a todos aquellos que le permitieron durante estos 52 años de vida artística, ser quien es: "La Primerísima"
-¿Cómo fue su método de trabajo y sus técnicas para seleccionar lo mejor para ese guión, tratándose precisamente de una figura muy querida en el mundo de la música venezolana?
-No podría hablar de un método. Yo creo que hice lo que cualquiera hubiera hecho en mi caso. Primero, conocer su música, escucharla mucho y apropiarme de sus canciones, en el buen sentido. Luego ser todo lo permeable posible para escuchar, oír y entender su vida, su historia. Finalmente tamizar todo eso y poner en el papel lo que podía ser realmente importante para el espectador. Una de las preguntas que Mirla me hacía cada vez que nos veíamos era: ¿Tú crees que a alguien le puede interesar esto? ¿Quién va a venir a escucharme contar mi historia? Y yo le decía: Ese es el reto"
-Estoy seguro que sí, que a la gente le va a interesar mucho saber quién es la verdadera Mirla Castellanos, la mujer, la madre, la abuela, la que cuando baja el telón, se apagan las luces y regresa a su casa, se quita el maquillaje y se vuelve una mujer, como todas. Fue necesario, de todos modos, ser muy cuidadoso en la selección de las historias, de los momentos, de las personas que se nombran a lo largo de más de una hora de texto. La idea era agradar, sorprender, divertir. No herir, ni transformar su vida en un chisme de la prensa rosa.
-A medida que iba escribiendo, me seguía reuniendo con ella, con su manager, Luis Capecci, quien me ayudó muchísimo, sobre todo en la parte final. La mayoría de las personas involucradas en este espectáculo, me oyeron leer el texto más de una vez, y me sugirieron muchas cosas, que se agregaron o quitaron para beneficio del mismo. Fue una tarea nada fácil, pero muy productiva, creo que el juicio final lo tendrá el público. Pero de algo si estoy seguro, todo el mundo se sorprenderá con esto. Es una Mirla extraordinaria, humana, humilde, divertida, artista, estrella y sobre todo mujer.
-¿Para que servirá este espectáculo?
-No sé si tendrá una utilidad. No me preocupa. Sé será un hermoso ejemplo de vida, con una factura estética excelente, ya que los productores y todo el equipo se están ocupando al máximo para ello. Sé también que para Mirla Castellanos será una nueva experiencia en su vida. Creo que la ha vivido casi todas, tanto en lo humano como en lo artístico, pero nunca había hecho teatro y eso es muy rico. Dejaremos otro granito más en la historia del teatro venezolano y un nuevo divertimento para el público que como siempre será el que tenga la última palabra.
-¿Estaría dispuesto a escribir otros textos similares?
-Claro que si. Ya lo he dicho, yo les he escrito a otros artistas, este tipo de textos y por supuesto seguiré haciéndolo. Claro, cada experiencia será diferente, porque cada artista es diferente. Porque yo cuando escribo me siento en un momento diferente, porque el concepto y lo que queremos decir es diferente. Esto se estrenará el día 10 de septiembre en la nueva sala Teatrex en el Centro Comercial El Hatillo. Se hará todos los jueves, mientras haya público y lo sigan pidiendo. A su vez, estamos amando una gira por algunas ciudades del interior los fines de semana y preparando presentaciones en otras salas de Caracas.
-¿Y que hay de sus otros proyectos artísticos?
-Bueno... acabo de terminar una novela, en calidad de director artístico. Una producción de Benjamín Cohen, que fue una de las más grandes experiencias que he tenido en mi vida. Comencé como coach de actores y llegué a dirigir muchísimas escenas, gracias a un maestro como Grazzio D'Angelo que confió en mi y a Benjamín, que me dio todas las oportunidades, de trabajar con un equipo artístico y técnico de primera línea. Por eso se transformó en el éxito que es, me refiero a la novela juvenil !Qué clase de amor! Benjamín logró que durante más de nueve meses me olvidara del teatro y me dedicara en cuerpo y alma a la televisión, despertando en mí un profundo amor por este medio, al que la gente de teatro siempre miramos con recelo. Ahora, bueno, estrenaré este monólogo con Mirla castellanos, que se llama ¿Primerísima...yo? Luego comenzaré los ensayos de otra obra de teatro, una pieza de Mayling Peña, titulada Mi cama tiene tres lados, con un elenco excepcional. Para más adelante, continuar con otro proyecto de televisión. Está pendiente un montaje con la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa y la edición número 27 del Festival de Teatro de Occidente. Proyectos hay, lo que falta es tiempo, pero ya veremos, porque de eso se ocupa Dios, que sabe que su tiempo es perfecto y lo organiza todo para que podamos hacer lo más conveniente.
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