Artista feliz es el esposo de Aura D’Arthenay. Durante la última semana de octubre y la primera de noviembre estrenará cinco espectáculos teatrales que escribió y dirigió, aquí en Caracas. Un venezolano de bajo perfil para quien su trabajo teatral es siempre un acto de amor hacia su país y su pareja que además es actriz.
Ese marido tan trabajador y para quien su mujer resulta fundamental en todas las faenas de su vida, desde hace 20 años, no es otro que el director y dramaturgo Paúl Salazar Rivas (Caracas, 1967), el mismo que presenta Yo soy John Lennon, desde el 28 de octubre, en la larga muestra de obras criollas que Rajatabla produce y exhibe en su sede, en Unearte. Y además es el creador de la comedia teatral Y Dios nos perdone, la cual engloba cuatro monólogos, los cuales se podrán degustar en el teatro del Colegio Francia, del 7 al 21 de noviembre.
Lennon y Salazar Rivas
Yo soy John Lennon, ganadora del Concurso para Inéditos de Monte Ávila Editores, del 2008, y una de las piezas seleccionadas en la muestra rajatablina, “nació del deseo de hacerle un homenaje a Joan Manuel Serrat, pero al iniciar la investigación, no veía la obra, solo la visualizaba a través de sus canciones, y fue cuando entendí que la idea entraba perfectamente con John Lennon, a quién admiro mucho, junto a Los Beatles, pues siempre me llamaron la atención como fenómeno social de masas. La idea no era hacer una obra didáctica, sino que había que levantar una historia donde Lennon y sus amigos de Liverpool calzaran en ella como excusa. El amor, la amistad, la lucha por cumplir los sueños, son temas muy tratados, y que seguirán tratándose. Creo que los momentos que vivimos se prestan para la obra. Ahora que tanta gente quiere irse de Venezuela puede que la obra les haga un guiño, pero eso lo reflexiono ahora, realmente no era algo premeditado”.
El autor Salazar Rivas reitera que el Lennon creado en Caracas es una excusa para hablar sobre como ser uno mismo para triunfar. “Lennon, cuando era joven, y estaba lleno de sueños, imaginó ser como Elvis Presley, hasta que comprendió que Elvis hay uno solo, y que tenía que tratar de ser John Lennon. Está bien tener referencias, inspiración en una persona y todo eso, pero el entendió lo importante de ser autentico, tener un propio estilo. Al ir pensando sobre como armar el rompecabezas de la obra nos pareció interesante ubicar la obra en Nueva York, justo en la semana que matan a Lennon, porque es una ciudad de inmigrantes, donde era uno más de ellos, aunque tal vez Lennon se sentía ciudadano del mundo. La obra se ubica en el año 1980 y por la magia del teatro se topará de frente con cuatro latinos extraviados en un apartamento neoyorquino, tratando de buscar su lugar en el planeta, con un sueño por realizar, al igual que Los Beatles años atrás, pero estos no quieren triunfar en la música, si no montar un restaurante. En mi obra está justificada la entrada de Lennon y Yoko a ese apartamento, donde el encuentro no solo sirve a Juan (venezolano), Ricardo (colombiano), Pablo (argentino) y Gregorio (mexicano), sino el mismo Lennon, quien se ve obligado -como ocurrió muchas veces- a defender su leyenda, siempre tratando de responder preguntas como si él fuera un gurú, reflexiona hasta sobre los Beatles y como logró su liberación, gracias a Yoko. Mi obra tiene que ver con la identidad ¿Por qué esos señores están ahí y no en sus países? Es la condición del inmigrante que busca la gloria fuera de sus fronteras”.
Para esta pieza tan ambiciosa, Salazar Rivas tiene en sus manos a una nueva generación actoral que sale de Rajatabla. “Tenemos un elenco brillante, formado académicamente y con una capacitación importante. Muy creativo, siempre proponiendo o vendiéndome ideas, o comprándome otras. No solo han hecho el trabajo de rutina al enfrentar un proyecto, obviamente han investigado sobre el tema Beatles, el tema Lennon y los que les ha correspondido han trabajo el acento del país de donde provienen. Recuérdese que en esta obra aparece en escena Lennon y Yoko Ono, un reto para sus intérpretes, y al igual que todos han enfrentado el compromiso con la seriedad del caso. Se conocen mucho y están comprometidos con el proyecto, son: Rafael Marrero, Gabriel Agüero Mariño, Jean Carlos Rodríguez, Abilio Torres, Rossana Hernández y Elvis Chaveinte. He aprendido durante el proceso, acompañado por mi asistenta Andrea Pedrón".
Segunda tanda
Salazar Rivas estudió hace 20 años, en los tiempos de Luis Pardi, en Escuela Nacional de Artes Escénicas Cesar Rengifo y lleva diez dirigiendo sus obras y la de otro autor que ha querido que le monten su texto. “Soy un director que escenifica sus obras, de no haberlo hecho, ahí estarían engavetadas. Estamos montando la pieza Y que Dios nos perdone, de nuestra autoría, con la cual Producciones Pequeño Grupo celebra 10 años de trabajo. Son cuatro monólogos, pero ensamblados en una puesta, donde los actores siempre están en escena, los textos son: Soy un ex Menudo ¿Y qué?, interpretado por José Alfredo Figueroa. Mis sobrinos o que felices éramos, materializado por Jorge De Sousa. Que viva el público ¿de porquería?, caracterizado por Marianela de Melo. Y ¿Amor eterno? , asumido por Aura D’Arthenay, mi esposa. Esto lo mostraremos en el teatro del colegio Francia, desde el 7 de noviembre. Estoy contento con el trabajo, sorprendido con los compañeros que se adaptaron a las condiciones más adversas y ahí están. Para este espectáculo se ha conformado un buen grupo de trabajo, elenco solidario que ha realizado el montaje sin ningún tipo de ayuda, y con las uñas. Sigo intentando escribir, engavetando obras, desarrollando ideas. Tenemos varios planes para el año que viene, veremos cual podemos hacer. Que no se me mal entienda, pero desde hace algún tiempo, cada vez que estrenamos una obra, tenemos la sensación que puede ser la última, o que pasará un tiempo para poder montarse de nuevo, cada día es más complicado, los espacios, los recursos, las necesidades del público hoy en día son otras. Pequeño Grupo es valiente, humilde, discreto, callado, pero trabajador, ese es un patrimonio para nosotros. Que digan lo que digan”.
Primera década
Desde su creación en el 2000, Producciones Pequeño Grupo no ha cesado en su empeño de contribuir a la investigación e incursionando en temas que dibujan el perfil humano a través de historias que se entretejen para llevar al público reflexiones de vida, desde la clave del humor. En su primera década ha estrenado nueve piezas de autor venezolano (ocho de Salazar y otro venezolano) con las cuales han realizado 15 temporadas en total. La lista es así: 2000:Don Shakespeare. 2001:Don Shakespeare y El Conserje (Catálogo para actores en busca de fama... o trabajo). 2002: Rivales Eternos (La historia de un magallanero) 2004: Un duende en Navidad. 2005: Zona Liberada (Hoy puede ser un gran día) y Rivales Eternos (La historia de un magallanero que fue caraquista por un día). 2006: Una prueba de amor (Comedia de amor infantil). 2006: Don Shakespeare. 2006:Un duende en Navidad. 2007:Don Shakespeare.2008: El ladrón está aquí (Basada en una mentira auténtica). 2009 y 2010: Los papeles de febrero de Oscar Acosta. 2010: Y que Dios nos perdone (cuatro monólogos).
Ese marido tan trabajador y para quien su mujer resulta fundamental en todas las faenas de su vida, desde hace 20 años, no es otro que el director y dramaturgo Paúl Salazar Rivas (Caracas, 1967), el mismo que presenta Yo soy John Lennon, desde el 28 de octubre, en la larga muestra de obras criollas que Rajatabla produce y exhibe en su sede, en Unearte. Y además es el creador de la comedia teatral Y Dios nos perdone, la cual engloba cuatro monólogos, los cuales se podrán degustar en el teatro del Colegio Francia, del 7 al 21 de noviembre.
Lennon y Salazar Rivas
Yo soy John Lennon, ganadora del Concurso para Inéditos de Monte Ávila Editores, del 2008, y una de las piezas seleccionadas en la muestra rajatablina, “nació del deseo de hacerle un homenaje a Joan Manuel Serrat, pero al iniciar la investigación, no veía la obra, solo la visualizaba a través de sus canciones, y fue cuando entendí que la idea entraba perfectamente con John Lennon, a quién admiro mucho, junto a Los Beatles, pues siempre me llamaron la atención como fenómeno social de masas. La idea no era hacer una obra didáctica, sino que había que levantar una historia donde Lennon y sus amigos de Liverpool calzaran en ella como excusa. El amor, la amistad, la lucha por cumplir los sueños, son temas muy tratados, y que seguirán tratándose. Creo que los momentos que vivimos se prestan para la obra. Ahora que tanta gente quiere irse de Venezuela puede que la obra les haga un guiño, pero eso lo reflexiono ahora, realmente no era algo premeditado”.
El autor Salazar Rivas reitera que el Lennon creado en Caracas es una excusa para hablar sobre como ser uno mismo para triunfar. “Lennon, cuando era joven, y estaba lleno de sueños, imaginó ser como Elvis Presley, hasta que comprendió que Elvis hay uno solo, y que tenía que tratar de ser John Lennon. Está bien tener referencias, inspiración en una persona y todo eso, pero el entendió lo importante de ser autentico, tener un propio estilo. Al ir pensando sobre como armar el rompecabezas de la obra nos pareció interesante ubicar la obra en Nueva York, justo en la semana que matan a Lennon, porque es una ciudad de inmigrantes, donde era uno más de ellos, aunque tal vez Lennon se sentía ciudadano del mundo. La obra se ubica en el año 1980 y por la magia del teatro se topará de frente con cuatro latinos extraviados en un apartamento neoyorquino, tratando de buscar su lugar en el planeta, con un sueño por realizar, al igual que Los Beatles años atrás, pero estos no quieren triunfar en la música, si no montar un restaurante. En mi obra está justificada la entrada de Lennon y Yoko a ese apartamento, donde el encuentro no solo sirve a Juan (venezolano), Ricardo (colombiano), Pablo (argentino) y Gregorio (mexicano), sino el mismo Lennon, quien se ve obligado -como ocurrió muchas veces- a defender su leyenda, siempre tratando de responder preguntas como si él fuera un gurú, reflexiona hasta sobre los Beatles y como logró su liberación, gracias a Yoko. Mi obra tiene que ver con la identidad ¿Por qué esos señores están ahí y no en sus países? Es la condición del inmigrante que busca la gloria fuera de sus fronteras”.
Para esta pieza tan ambiciosa, Salazar Rivas tiene en sus manos a una nueva generación actoral que sale de Rajatabla. “Tenemos un elenco brillante, formado académicamente y con una capacitación importante. Muy creativo, siempre proponiendo o vendiéndome ideas, o comprándome otras. No solo han hecho el trabajo de rutina al enfrentar un proyecto, obviamente han investigado sobre el tema Beatles, el tema Lennon y los que les ha correspondido han trabajo el acento del país de donde provienen. Recuérdese que en esta obra aparece en escena Lennon y Yoko Ono, un reto para sus intérpretes, y al igual que todos han enfrentado el compromiso con la seriedad del caso. Se conocen mucho y están comprometidos con el proyecto, son: Rafael Marrero, Gabriel Agüero Mariño, Jean Carlos Rodríguez, Abilio Torres, Rossana Hernández y Elvis Chaveinte. He aprendido durante el proceso, acompañado por mi asistenta Andrea Pedrón".
Segunda tanda
Salazar Rivas estudió hace 20 años, en los tiempos de Luis Pardi, en Escuela Nacional de Artes Escénicas Cesar Rengifo y lleva diez dirigiendo sus obras y la de otro autor que ha querido que le monten su texto. “Soy un director que escenifica sus obras, de no haberlo hecho, ahí estarían engavetadas. Estamos montando la pieza Y que Dios nos perdone, de nuestra autoría, con la cual Producciones Pequeño Grupo celebra 10 años de trabajo. Son cuatro monólogos, pero ensamblados en una puesta, donde los actores siempre están en escena, los textos son: Soy un ex Menudo ¿Y qué?, interpretado por José Alfredo Figueroa. Mis sobrinos o que felices éramos, materializado por Jorge De Sousa. Que viva el público ¿de porquería?, caracterizado por Marianela de Melo. Y ¿Amor eterno? , asumido por Aura D’Arthenay, mi esposa. Esto lo mostraremos en el teatro del colegio Francia, desde el 7 de noviembre. Estoy contento con el trabajo, sorprendido con los compañeros que se adaptaron a las condiciones más adversas y ahí están. Para este espectáculo se ha conformado un buen grupo de trabajo, elenco solidario que ha realizado el montaje sin ningún tipo de ayuda, y con las uñas. Sigo intentando escribir, engavetando obras, desarrollando ideas. Tenemos varios planes para el año que viene, veremos cual podemos hacer. Que no se me mal entienda, pero desde hace algún tiempo, cada vez que estrenamos una obra, tenemos la sensación que puede ser la última, o que pasará un tiempo para poder montarse de nuevo, cada día es más complicado, los espacios, los recursos, las necesidades del público hoy en día son otras. Pequeño Grupo es valiente, humilde, discreto, callado, pero trabajador, ese es un patrimonio para nosotros. Que digan lo que digan”.
Primera década
Desde su creación en el 2000, Producciones Pequeño Grupo no ha cesado en su empeño de contribuir a la investigación e incursionando en temas que dibujan el perfil humano a través de historias que se entretejen para llevar al público reflexiones de vida, desde la clave del humor. En su primera década ha estrenado nueve piezas de autor venezolano (ocho de Salazar y otro venezolano) con las cuales han realizado 15 temporadas en total. La lista es así: 2000:Don Shakespeare. 2001:Don Shakespeare y El Conserje (Catálogo para actores en busca de fama... o trabajo). 2002: Rivales Eternos (La historia de un magallanero) 2004: Un duende en Navidad. 2005: Zona Liberada (Hoy puede ser un gran día) y Rivales Eternos (La historia de un magallanero que fue caraquista por un día). 2006: Una prueba de amor (Comedia de amor infantil). 2006: Don Shakespeare. 2006:Un duende en Navidad. 2007:Don Shakespeare.2008: El ladrón está aquí (Basada en una mentira auténtica). 2009 y 2010: Los papeles de febrero de Oscar Acosta. 2010: Y que Dios nos perdone (cuatro monólogos).
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