jueves, octubre 28, 2010

Los amigos también se equivocan

Para cerrar el escándalo armado con la comedia Esperando al italiano, de Mariela Romero, o bajar el telón a la reyerta que brotó del incidente con el actor Hernán Marcano, el productor ejecutivo Rolando Padilla y el director y productor general Tullio Cavalli nos han enviado esta misiva, la cual publicamos tal cual:
-Este comunicado tiene por objeto, informar a la opinión pública lo acontecido con el montaje de la obra Esperando al Italiano a raíz del fallecimiento de María de Lourdes Marcano, la madre de nuestro amigo y actor Hernán Marcano el pasado 08 de octubre.
-Queremos dejar bien claro ante la opinión pública que lo importante, lo trascendente, es la aplicación de la implacable norma de la que fue objeto nuestra producción. El director artístico del Teatro Trasnocho, Moisés Guevara, sentenció que si nuestro compañero Hernán Marcano no estaba el sábado 9 de octubre sobre el escenario simplemente se suspendería la temporada de Esperando al Italiano, cuando era un hecho público y notorio que ese mismo día Hernán estaba enterrando a su madre en un pueblo situado a tres horas de Cumaná.
-Esta condición la puso el amigo Moisés Guevara el viernes 8 de Octubre, luego de negarse a aceptar como sustituto temporal, al actor, director y productor Tullio Cavalli, aduciendo que el mismo no es actor y que la política del teatro no permitía “covers”, cuando todos sabemos que estas concesiones se han hecho, y no en pocas ocasiones con otros grupos; yo mismo (Rolando Padilla) soy un antecedente.
-El mismo sábado 9 de Octubre el Teatro Trasnocho a través de su cuenta oficial de Twitter, anunciaba la suspensión de la temporada de Esperando al Italiano, y peor aún, en un segundo mensaje no sólo ratifican la suspensión de nuestra obra sino que invitan a ver en el mismo horario que nos pertenece la obra De todos modos. Estos Twits fueron borrados pero nosotros los tenemos archivados y a disposición. Este mismo día, el amigo Moisés le “confirmó” a mi socio Tullio Cavalli la suspensión de la temporada a la vez que le sugería que fuéramos buscando un sustituto para Hernán y me citaba a una reunión el día domingo 10 de octubre a las 9:30 pm. Mal puede decir el amigo Moisés que se quedó esperando al elenco el domingo 10 para abrir el telón, pues estaba oficialmente suspendida la temporada de nuestra obra.
-La segunda imposición del amigo Moisés vino el domingo 10 de octubre a las 4:00 PM. Vía telefónica, después de intentar convencerlo de permitirnos continuar con Hernán y pasar la página, pero esto no fue posible, solo me dijo que si quería seguir en cartelera debía sustituir a Hernán. Paradójicamente es el mismo Hernán quien me insiste en no permitir que nos bajen la obra de cartelera, que el esfuerzo había sido mucho, que lo que querían era su cabeza, que para la mayoría de nosotros el único ingreso económico dependía de la obra. El mismo Hernán me pidió que convenciera al elenco de seguir adelante, así que llamé a mis compañeros y les hablé de dos opciones: parar y alzar la voz o seguir adelante. El equipo aceptó seguir, pero jamás nos rendimos ante la posibilidad de que se hiciera justicia.
Llamé a mi entrañable amigo Marcos Moreno, quién no dudó en sacarnos las patas del barro sabiendo que caería en la olla del vilipendio. El silencio por parte del elenco y de la producción fue fundamental para no torpedear la posibilidad de retornar a Hernán al escenario, bien fuera por vía de la rectificación voluntaria o por vía de la presión pública como finalmente ocurrió. Fueron Karl Hoffmann, Héctor Manrique y Javier Vidal, entre otros, quienes convencieron a su amigo Moisés de rectificar la medida –aunque a regañadientes y tardíamente– pues el polvero ya se había levantado. Es preciso puntualizar que el amigo Moisés goza de absoluta autonomía en la conducción del teatro por lo que sería injusto endilgar a la institución, tal desatino. Los amigos también se equivocan.
-A los amigos-colegas que ejercieron presión manifestando su repudio a la medida tomada por el amigo Moisés queremos darles las gracias; sólo lamentamos que algunos nos hayan “despellejado” en vez de llamar a cualquiera de nuestros teléfonos para despejar sus incógnitas y obtener información de primera mano. Algunos prefirieron obtener algo de centimetraje en medios alternativos o diarios; ahí siguen esos medios para ratificar su posición o retractarse y obtener otro poquito de centimetraje. Los amigos también se equivocan.
-A los amigos que esperaban una respuesta “molotov” ante tal injusticia, lamentamos haberlos decepcionado. Atizar un escándalo nunca fue nuestro norte, como tampoco lo es desconocer la encomiable labor del amigo Moisés Guevara al frente de la dirección artística del Teatro Trasnocho durante nueve años de entrega absoluta y un muy eficiente resultado gerencial. Discúlpennos por preferir la vía del diálogo y de la concertación. Los amigos molotov también se equivocaron.
-A los amigos de lo ajeno que pretendían pescar en río revuelto y quedarse con el cargo del amigo Moisés, sólo puedo decirles que esta vez no será. Estos, también se equivocaron.
-Para finalizar en nombre de estos productores pre-pago como nos llaman algunos amigos, queremos agradecer a todos lo que se sumaron a la presión pública apoyando a nuestro compañero Hernán. A Karl Hoffmann, a Héctor Manrique y a Javier Vidal entre otros por sus buenos oficios; a Marialejandra Martín por reforzarnos con su solidaridad, a Marcos Moreno por su probadísima amistad incondicional y sentido de justicia, a nuestro equipo de prensa, (Roxanis Paredes y Marina Escobar)por su consejo y dedicación; y –por supuesto– a nuestro equipo de escena; Cristhian Ricci , Marisol Matheus, Carolina Perpetuo, Caridad Canelón, Dora Mazzone y Hernán Marcano por su fortaleza, estoicismo, disposición y confianza al soportar estas amargas horas. Estos amigos no se equivocaron.
-El objetivo se cumplió, se hizo justicia. Hernán volvió a las tablas. Mil gracias: Rolando Padilla (productor ejecutivo) y Tullio Cavalli (productor general y director).








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