Lo despedimos según su última
voluntad. Él, reposando desde el escenario del Teatro Nacional, y todos aplaudiéndolo de pie. Ahí estaban sus compañeros
de vida y de teatro y la gente de cine. "Se los robamos Mariú Favaro",
le comentó Juan Carlos Lossada (presidente del CNAC) a la Melibea de aquel espectáculo
que hizo Carlos Giménez con La Celestina, durante la temporada de Rajatabla en 1987.
Lossada se refería a como Rodolfo
Santana Salas estaba entregado, además
de su disciplina diaria con la dramaturgia, a su pasión por el mundo de las
imágenes. Con entusiasmo, pasión y vocación de maestro generó espacios de
aprendizaje para la creación de guiones. Propició talleres, encuentros,
discusiones y reflexiones vitales, siendo escuchado con respeto en el seno
directivo del CNAC.
Además
de 80 obras, la mitad editadas y las otras esperando un obricidio colectivo, Rodolfo
dejó 12 guiones convertidos en películas y dos más en proceso de revisión.
Oportuno es recordar lo que dijo sobre el cine venezolano y la relación de este
con su teatro.
En
1973 arribó a los campos del cine con el mexicano Mauricio Walerstein. Ambos
trabajan el guión de La empresa perdona
un momento de locura, luego hace equipo con Clemente de la Cerda, Silvia
Manrique y César Bolívar, quien dirige el guión que escribe sobre Colt Comando, la novela de Marcos
Tarre. Después Olegario Barrera realiza Fin
de round, el cual originalmente era un guion trabajado para Mario Handler.
Afirmó,
que “como dramaturgo que soy, mi ascendiente es el cine, campo en el que he
dirigido y he escrito guiones; y mi certeza es que el cine ha modificado mis
conceptos temáticos, rítmicos y estructurales. Hasta en el lenguaje busco imágenes
teatrales que se sostengan como un primer plano
o un travelling. Las
transiciones entre estructuras escénicas las manejo con la fluidez de las
disolvencias. Como, además, soy un voraz
devorador de películas, es muy patente la saludable influencia que el cine
ejerce sobre mis piezas”.
El
cine modificó muchos instrumentos de su escritura. “La influencia del ritmo
cinematográfico es muy marcada en cuanto a síntesis de las imágenes y su diversidad.
Ciertas estructuras de conflictos múltiples mostradas en Fin de round, por ejemplo, adquieren en Crónicas de la cárcel modelo, estadios más desarrollados. Personajes de nuestra santería
aparecen de nuevo, con otras facetas. Los hallazgos de lenguaje son efectivos y
se resuelven con magia y humor”.
“El cine quedó insertado en mi modelo de
escritura. Cambió modelos rítmicos, sentido del tiempo, modelado de los
personajes y formas estructurales. Comencé a escribir obras con movilidad cinematográfica,
como Gracias por los favores recibidos, Historias
de cerro arriba y, por supuesto, Fin
de round”.
Él se entregó integro a la
maravillosa y fascinante puerta de la imaginación que es el teatro y el cine. Ahora
no queda sino tomar su impulso vital y creativo, abrazar nuestro dolor, secarnos
la cara, respirar hondo y continuar trabajando con terquedad, empeño y
disciplina.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario