Prosigue el festival de obras de César Rengifo. |
Nunca una obra teatral de César
Rengifo, como Los hombres de los cantos amargos, ha sido tan oportuna
representarla, ya que desmonta las mentiras propaladas sobre la liberación
de los esclavos en Venezuela y da además una cátedra sobre lo que son los malos
gobiernos cuando se alían con el capital y subyugan al pueblo desvalido. Esta
pieza, que subraya los horrores de la Guerra Federal, fue exhibida en ocasión del centenario del artista, gracias al buen
ensamblaje artístico de del Taller de Teatro
Manatí (José Gregorio Cabello) y el Grupo Folclórico Mavarí (Emma Pérez), en el
teatro Nacional.
Los hombres de los cantos amargos transcurre en una hacienda cacaotera de los Valles de Tuy,
entre los años 1854 y 1855 y alude a la reacción
de los negros esclavos al momento de ser
liberados, por el decreto de Monagas, para ser transformados en peones
asalariados por los terratenientes. Rengifo demuestra ahí los turbios manejos
de la política para obtener una mano de obra barata y explica como son o fueron
los corruptos manejos de lo funcionarios con el erario público para enriquecer a la clase
gobernante; pero hace énfasis en la organización y en la lucha que desatan
nuestros primigenios esclavos negros esclavos por su libertad, la cual no
lograrían sino años después, tras culminar la Guerra Federal.
Para el director Cabello este texto de Rengifo tiene las
características de un teatro épico y simbólico. Y es por eso que el realismo social
está presente para mostrar el conflicto o las pugnas entre los poderosos y los
oprimidos. Siendo así la base o los recursos de lucha de los oprimidos, sus
propios valores que como pueblo posee, fuertemente arraigados en la tradición,
presente en sus costumbres. Son elementos que contrapone ante el abuso y
atropello como defensa a su integridad y a sus anhelos de libertad. En la escena
los personajes populares acuden a sus
cantos y tradiciones para enfrentar esas amenazas. Allí la tradición y
costumbres del pueblo afrovenezolano, se reinventan y salen victoriosos.
La premisa fundamental del espectáculo es evidenciar la
lucha de clases, de poderes, la explotación del hombre por el hombre mismo para
ejercer la hegemonía de los poderes.
El director Cabello hace un lúdico montaje en tres planos
escénicos: el pueblo negro, los gobernantes
burguesas y sus aliados capitalistas y
el mágico mundo de la negritud, ese que logra atrapar al público y hacerlo participar
gracias a los ritmos autóctonos de la
tradición del Estado Miranda, fulías, cantos, sonidos de quitiplás, tambor mina
y expresiones bailables del lugar de referencia donde transcurren los hechos de
la obra.
FICHA TECNICA
Ricardo González, Cristina
Molinati, Deiby Fonseca, Yorvis de los Santos, Deivi Bracho,
Samuel Medina, José Dautant, Roger Hermoso, William
Blanco, Carlos Manrique, Eliesser Oropeza, Andreina Cordero, Amnery
Villarroel. Percusión y Cantos: José Ángel Palacios, Ángel Villarroel y Jesús
Blanco.Dirección
Técnica y Producción General: Marivé
Perozo. Puesta en Escena y Dirección
General: José Gregorio Cabello.
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