"Donde caerme viva", menorable obra de Elio Palencia. |
La tradicional temporada teatral caraqueña entró en hibernación o se
enchinchorró hasta enero o febrero del 2017. Mientras tanto conviene proponer
la revisión de algunos de los hitos más
importantes del acontecer cultural, como son sus festivales de teatro, esos que
se organizan en Caracas y en algunas capitales regionales, porque ahí hay
siempre una gran inversión de los dineros públicos y también, en ocasiones, del
sector privado; además se convocan a varios miles de espectadores, se estrenan
piezas de autores nacionales, se promocionan actores y actrices, también a los técnicos, y se le muestra a la audiencia varios consideraciones de carácter
ético, moral, social, artístico y político por intermedio de los espectáculos ahí
desplegados.
No hay festivales inocentes, por supuesto, ni los de rock o de música
urbana. En fin, tales eventos son una verdadera cantera para trabajos de
investigación periodística especializada, porque, definitivamente, arrojan
información digna de ser analizada o ponderada tanto por los funcionarios
culturales –para que planifiquen más y mejor sus proyectos destinados a las
comunidades -y por los empresarios
privados que tienen marcas para imponer vender, además que dan luces al
resto del mundo de lo que pasa o lo que dejó de ocurrir en este pais petrolero,
o en este campamento cuya cultura es petrolera, como dirían César Rengifo y/o
José Ignacio Cabrujas. Por supuesto que los intelectuales tienen una importante
oportunidad para acrecentar su cultura o visión de pais, cuando dejan de beber
café con leche y suspendan el onanismo intelectual que los mantiene en el
subdesarrollo, como aquellos que se autodenominan “críticos” y no van al teatro
por diversos motivos, algunos frívolos, otros respetables.
Decimos esto porque recién culminó el 34 Festival de Teatro de Occidente
(FTO) con una programación de distinguidas agrupaciones de diferentes regiones
de nuestro país. Como es costumbre, el evento comprendió montajes dancísticos,
infantiles, teatro de calle, salas, talleres, circo y más eventos lúdicos.
Además, permitió la inclusión de sectores menos beneficiados por la actividad
teatral, proponiendo alternativas de funciones comunitarias, entre otras, en
donde agrupaciones teatrales llevaron alegría a los más pequeños.
Este FTO se desarrolló en
el Centro Teatral de Occidente, en Guanare, y fue extensivo a las
co-sedes, desde del 10 al 19 de noviembre, en los Estados Barinas, Yaracuy,
Lara, Cojedes y Portuguesa. Se exhibió así para los habitantes de siete
municipios y cinco bases de misiones. Fueron 45 agrupaciones artísticas con sus
50 espectáculos que se mostraron en 80 funciones, con no menos de 150
artistas, creadores y el indispensable personal técnico. ¡Qué coraje y qué
patriotismo por encima de las artificiales divisiones politiqueras! ¡Qué
aprehendieron los miles de venezolanos que lo presenciaron y degustaron!
Este evento se realizó
porque lo auspiciaron el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, Misión
Cultura, el Centro Nacional de Teatro, el Gobierno Socialista del Estado
Portuguesa y su Instituto de Cultura del Estado Portuguesa. Y, por supuesto, el
musculo organizativo del evento fue la Compañía Regional de Teatro de
Portuguesa, con su director Carlos Arroyo y toda una valiosa generación de
relevo, esos venezolanos y extranjeros que, evocando a “La huida a oriente”, no
han dejado morir la pasión por la vida y la libertad en esta Tierra de Gracia
Las funciones se efectuaron a lo largo de diez días, entre programaciones
de sala, funciones comunitarias, teatro de calle, talleres y en el bar popular
“La perra que llora, con los más prestigiosos grupos teatrales y sus sentidos
montajes, como aquí reseñamos algunos: La Chamba Teatro: Mi compadre el Alcalde (Caracas).
Actividades Alternas: Purgatorio privado con aroma a café (Caracas).
Caballo Teatro: La Celada (Caracas).Teatro San Martin: Lirica (Caracas).Teatrela:
Donde
caerme viva (Caracas). Danzata: Rio enlucerado (Mérida).Teatro
Coordinación: Los practicantes, un vuelo, la mujer (Yaracuy) .Dionisiacas
Producciones: El camino del Edén (Caracas). La Compañía Nacional de Teatro: Peludas
en el Cielo (Caracas).Y la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa: Hecho
en Venezuela (Guanare).Nosotros hemos visto, aquí en Caracas más de la
mitad de esa lujosa nómina de auténticos eventos culturales que ahora
desfilaron en Guanare.
El FTO es una vitrina de referencia para las grandes figuras del teatro
de América Latina que han pasado por sus escenarios. En este año por razones
presupuestarias no hubo grupos foráneos, pero vendrán para las venideras entregas
del Festival. Si bien, Guanare es una ciudad pequeña, la constancia, el sacarle
provecho a las dificultades y el gran equipo humano, de hombres y mujeres que
han fundado este espacio, han convertido a su festival en una tradición, porque
ya cuentan con un público que los acompaña permanentemente, que disfruta de
funciones a precios accesibles, que se deleita con presentaciones regionales,
nacionales e internacionales. Todo esto gracias al mismo entusiasmo que produce
el FTO, al número de experiencias que los espectadores han vivido previos al
espectáculo. Se ha logrado un hábito, una rutina y sobre todo una conexión con
el teatro que se hace en la región.
Así son y así trabajan los
artistas venezolanos y solo esperan la respuesta del público, porque sin
espectadores no podría realizarse tan magna competencia cultural que cada vez
exige más.
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