María la de Manzanillo es
una pieza teatral de César Rojas (Caracas, 1961), la cual transcurre a finales
del año 1997 en la Isla de Margarita y donde se frustra un atentado mortal
contra el Presidente de la Republica de Cuba, Fidel Castro, y el para ese
entonces candidato a la Presidencia de Venezuela, Hugo Chávez Frías. Es, en mínimas
palabras, un sainete contemporáneo y ahí hay nueve personajes y por supuesto
interviene la Virgen del Calle, además de los monumentales personajes políticos
latinoamericanos
Rojas,
con más de 60 piezas teatrales escritas, explica que en el año 1997, en las postrimerías del Chiripero que
anunciaban el ascenso de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela, se llevó a
cabo la Séptima Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno de
los 21 países miembros de la Organizacion de Estados Iberoamericanos, en Porlamar, durante los días 8 y 9 de noviembre de 1997.
Cuenta Rojas que para esa época se había
autoexiliado del teatro venezolano en Porlamar, regresando con su familia a la
capital de Nueva Esparta , después de que el Centro de Directores para el Nuevo
Teatro perdieran la sala María Teresa Castillo, pues los abogados que llevaban
el caso no asistieron a la reunión con el juez el día estimado y el teatro joven
venezolano perdió un espacio más. Además el sector teatral, celoso del
escandaloso éxito que este grupo de jóvenes creadores había obtenido,
aprovecharon la coyuntura y le congelaron el subsidio que se le otorgaba desde
el Conac para asfixiarlos y obligarlos a detener la copiosa actividad que
generaban en el sector del teatro juvenil, imbatible en esos años por ninguna
de las instituciones que anunciaban su apoyo a las nuevas generaciones.
Por esa fecha se lleva a cabo la Cumbre
Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno y, para salir a flote
económicamente después del derrumbe que significo perder la sala que cobijaba
al CDNT, César Rojas consiguió emplearse
en la recepción de un conocido y pintoresco hotel del poblado pescador y
patillero de Manzanillo, frente la playa
El agua. Allí se alojó la Casa Militar, encargada de la seguridad del Evento
Internacional de Presidentes. Eran militares jóvenes y dinámicos que mantenían
estricto celo de los movimientos de los presidentes y sobre todo de Fidel
Castro, pues corrieron fuertes rumores que aseveraban un complot de los cubanos
exiliados en Miami, con un participante secreto en Venezuela respaldado por
alguien de la propia Casa Militar, para aprovechar la Cumbre y asesinar a Fidel
Castro durante el evento, en la que no quedaba claro si Rafael Caldera tenía
participación o no, pero eso sí, para que sirviera como lección a los que
desobedecían a la Derecha Internacional y evitar que se propagaran sus ideas en
el continente ahora que Hugo Chávez estaba por ganar las elecciones y estaba
tan efusivo con Castro.
Fue ahí, desde la recepción del hotel
Guacamaya Beach & Resort, en Manzanillo, que hilvanó su saga teatral, la
cual se inicia cuando un grupo de cubanos se contacta con un traidor de
Casa Militar de Venezuela con la intención de ordenar el asesinato de Fidel
Castro durante la Cumbre y el militar traidor va a estar entre los guardias
militares alojado ese un hotelito de Manzanillo, lugar en el que trabaja María,
como ama de llaves.
¿Qué
pasó con el montaje?
El Galpón de San Fidel, nuestra sala y
empresa productora, en una calle de la urbanización popular de Sarria, no
cuenta con el apoyo económico de ninguna institución, somos nosotros los que
pagamos las producciones, el local, la luz, el agua, el desinfectante y hasta
el papel toilette… por lo que en estos últimos tiempos no he podido hacer
espectáculo que ameriten grandes inversiones de mi poco dinero y debo
conformarme con la dramaturgia.
SINOPSIS
Después
de su jornada en el hotel, María se ha ido a cuidar el sembrado de patillas y
espera a su amante, el cura del pueblo Ángel-Gabriel en el patilla para
aprovechar la noche y que Pedro, su esposo, se ha quedado cuidando la recepción
del hotel y así disfrutar de sexo caliente con el verdadero padre de su hijo
Jesús, cuando inesperadamente un chorro
de luz del Cielo estrellado la baña y a partir de ese momento María comienza a
tener poderes extrasensoriales: vuela, lee los pensamientos de los que se le
acercan y hasta adquiere con la iluminación una fuerza inconmensurable. Por lo
que Pedro monta un consultorio en su casa para ganarse una platica a pesar de los
comentarios de la envidiosa Alejandra, vecina del pueblo y cocinera de La
Guacamaya.
Pero María no quiere tener esos poderes;
ella se pelea con Alejandra y Dellio termina por echarla del hotel, a ella , a
su esposo Pedro y a su hijo Jesús, cuando al militar encargado del asesinato de
Fidel se le pierde el percutor de la bomba con la que piensa matar al líder,
pues lo dejó en el hotel cuando se fue a un local de prostitución con sus otros
compañeros y a Jesús, en su trona, le pareció bonito el aparatico y creyendo
que era un control de televisión se lo robó. Por lo que el militar lo vigila a
pesar de no estar más en el hotel.
María le leyó el pensamiento a su hijo y
se enteró que sí fue él el ladrón y después de una triste discusión con Jesús
quien se entera que Pedro no es su verdadero padre, se va a hablar con la Virgen del Valle, a ver
si le quita esas facultades que no le interesan, pero la Virgen, a la que no le
están quedando los ropajes que le ponen porque se ha puesto un poco gorda, le
explica que ella no puede ayudarla, porque esos poderes le han sido otorgados
desde el Cielo, para que cumpla una misión importantísima para el futuro del
continente y que sólo cuando lo haya cumplido los poderes no desaparecerían.
María regresa molesta por la respuesta
de la Virgen que habla un castellano muy castizo porque la hicieron en España,
cuando el militar descubre que Jesús si fue el ladrón del adminículo y se lo
lleva amenazándolo de muerte si no se lo da, incluso se lo lleva al lugar en el
que se encontraba Fidel acompañado de Hugo Chávez, camino al cierre de la
Cumbre y cuando está a `punto de cometer el Magnicidio, María interviene con
sus poderes y detiene el crimen, salva a Fidel y a Hugo, apresan al maleante y
todo se mantiene en estricto secreto.
Días después, cuando se terminó el
trajín de La Cumbre, en el sembradío de patillas de Manzanillo, María conversa
con su hijo Jesús, cuando inesperadamente está a punto de recibir otro chorro
de luz, pero Jesús la quita de un empujón y es él el que recibe esta vez la luz
y los poderes.
Ella lo prefiere así, porque ella es
solamente María, la de Manzanillo.
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