miércoles, junio 07, 2017

Cortos y variados para que el teatro no cese

En Escena 8 de Las Mercedes hay una alternativa
Por supuesto que la actual crisis sociopolítica venezolana no tiene puntos de comparación con la que vivió y sufrió España a lo largo de tres años. Durante esa Guerra Civil Española (1936-1939) se escenificaron en la zona republicana (la gubernamental, de tendencia izquierdista y centrada en Madrid) diversos tipos de espectáculos teatrales claramente diferenciados, que tenían unas circunstancias muy distintas de representación. Por un lado, estaba el teatro producido en el frente de batalla, con una extrema economía de medios, que se caracterizaba por una relación directa con las necesidades de la conflagración (donde hubo descarada intervención extranjera) y una función formativa sobre el público. Y un teatro con mayores aspiraciones estéticas, representado en las salas de las grandes ciudades y que tenía como principal objetivo canonizar momentos fundacionales de la épica del pueblo, presentando una imagen idealizada de los combatientes. La censura para los contenidos y las básicas formas de actuación imperaron como es obvio en la zona gubernamental y también en el sector rebelde o nacionalista.
Recordamos esas características del teatro que se hacía en la zona republicana española, a manera de información, ya que ante la compleja situación sociopolítica que vive y sufre Venezuela, y especialmente en Caracas, el teatro no se ha detenido  y es por eso que  han programado y avanza  el festival Cortos y variados, novedoso y variopinto espectáculo que reúne seis obras cortas, de 20 minutos cada una, el cual  se presenta en una sola función diaria (de jueves a domingo), hasta el 2 de julio, en el Teatro Escena 8 de Las Mercedes.
Además, y esto hay que reiterarlo, las otras salas caraqueñas exhiben sus montajes y hasta hacen funciones gratuitas bajo el rotulo de Teatro en Resistencia. Y hay, como es natural, un descenso notable en las taquillas porque el público piensa dos veces antes de salir a la calle, precisamente de noche y con muchos chicos malos sin controles en las calles.
Cortos y variados, “este experimento” según lo denomina su organizador, el productor José Manuel Ascensao, permite ponderar montajes como El reto, Las amantes presidenciales Los trajes del muertoQuedé loca por bocona, Afuera y Chicas venganza, escritos y dirigidos por Johnny Gavlovski, Carmelo Castro Fernando Martínez y Arnoldo Maal, Yanosky Muñoz, José Simón Escalona y Angélica Escalona y Dairo Piñeres.
Estos espectáculos, de los cuales vimos cinco, porque Chicas venganzas no se presentó el sábado 3 de junio, permitieron conocer argumentos, muy venezolanos además,  y detalles de sus montajes y las respectivas caracterizaciones, según lo reseñamos a continuación:
EL RETO 
Texto denso, metasífico,dirían algunos, porque es una investigación muy profesional de su autor, el psicólogo Gavlovski, sobre  orígenes y  límites del mal y el bien, materializados con una pareja de caballeros, vestidos  cual alienados oficinistas  contemporáneos, que cuidan un archivo: uno es Gabriel, el bien (cual ángel Gabriel) y el mal, o sea Lucio o Lucifer. Es un agudo análisis sobre esos seres de carne y hueso que al final se deciden comerse una manzana, después de una alucinante tarea física para quedarse con el control de los archivos. Por supuesto que el contenido de esta mini pieza es de características filosóficas y suscita rechazos o aceptaciones, según el estado de ánimo y la cultura del espectador. Las actuaciones, encomendadas a Gabriel Blanco y José Manuel Ascensao son impactantes, especialmente el segundo, porque su personaje luciferino es más humano y creíble. Hay, pues, una tarea muy aguda por parte del director, el mismo Gavlovski. Creemos que es una obra en creación y que puede llegar a otros estadios teatrales.
LAS AMANTES PRESIDENCIALES
 Se dice que al lado de un gran hombre hay siempre una gran mujer, bien sea esposa o amante o concubina. Es por eso que la historia íntima de los gobernantes venezolanos es digna de novelas, telenovelas y teleteatros, además de peliculas. Ahora, bajo el formato de alta comedia, se presentan las anécdotas amatorias de cuatro controversiales Presidentes de Venezuela: José Antonio Páez y Cipriano Castro, de la tercera república; Carlos Andrés Pérez y Jaime Lusinchi, de la cuarta república. Gracias a la investigación y al trabajo de creación dramatúrgica de Carmelo Castro (sobrino nieto de Cipriano Castro), quien logra mostrar lo que ha sido el queridaje en la institución familiar venezolana, a todo nivel, se escenifican cuatro sagas de igual número de mujeres que acompañaron a esos machos poderosos y significaron su fuerza o su perdición en sus mundos íntimo. Hay que subrayar que las cuatro damas estuvieron a la altura de sus circunstancias y fueron útiles, aunque la sociedad las denigró. Ahí, pues, desfilan,  desde Barbarita, la amante de Páez, hasta Cecilia Matos, que después Pérez la hizo su esposa legítima,   además de “La Chanito”, la concubina de Castro, y Blanca Ibáñez, también desposada por Lusinchi.
La intimidad y la fuerza femenina logra atrapar al espectador en lo que representa "el queridaje como institución", donde la mujer que acompaña al poderoso puede ser su fuerza o su perdición; y subraya que la mujer con su sexo puede hacer y deshacer hasta a un país. 
Es, para nosotros, el mejor texto de investigación y el trabajo actoral más ambicioso, resuelto por Maga González y Carlos Dugarte con sus interpretaciones bien diferenciadas. Ahí está el germen para un texto más amplio o una teleserie, tras vencer los obstáculos legales.
QUEDÉ LOCA POR BOCONA
 Basada en hechos reales y existenciales de un personaje del mundo LGTBI caraqueño, el escritor y director Yanosky Muñoz crea una historia un tanto inverosímil, pero cuyos actores le dan una gran dimensión escénica, donde el cuento pasa a un segundo plano y se destacan así sus performances individuales. Esta pieza merece ser reescrita y podría convertirse en un espectáculo redondo, donde el periplo existencial del joven gay tiene más fuerza y trascendencia.
  Ahí está, por ahora, Adrián, un varón de clase media, que sueña con ser famoso y pertenecer al mundo del espectáculo, quien cuenta las peores situaciones por las que ha pasado en su vida a consecuencia de no quedarse callado cuando es oportuno  y dejar que las cosas fluyan por sí solas. "Somos dueños de lo que callamos y esclavos de lo que decimos", este dicho él jamás lo ha tenido claro y es entonces cuando conoceremos cada uno de los enredos y problemas donde se verá envuelto el protagonista. Yanosky Muñoz se inspiró en casos sonados de la farándula, política y la vida cotidiana de amigos cercanos para llevar a las tablas esta comedia, que cuenta con la actuación estelar de Ángel David Díaz y su “Sancho Panza”, pero más delgado, Ramphis Sierra. Hay talento pero falta pulirlo.
EL TRAJE DEL MUERTO
 Adam, excéntrico millonario fanático de objetos del más allá, tiene una pelea con su hija que mantiene separada o en ruinas a la sociedad familiar, a causa de su afición por los objetos embrujados. Adquiere un supuesto fantasma que lo atormenta, y lo persigue hasta llevarlo a la muerte. Escrito por Fernando Martínez, bajo la dirección de Arnoldo Maal y Fernando Martínez, es un espectáculo que debe ser depurado, especialmente su texto, y dejar que los trucos teatrales sean más apreciados y degustados por el público. Tiene un primer actor como Juan Carlos Ogando, secundado por la bella Carla Müller.
AFUERA 
Otra vez José Simón Escalona rompe esquemas y se atreve con el monólogo de Marquito, quien decide contar como salió del closet y lo hace de manera didáctica y sin cortapisas. Este un texto hace parte del espectáculo Raros, que no ha sido escenificado aún, donde se revelan los dramas de personajes venezolanos, de carne y hueso, afectados por sus peculiares orientaciones sexuales. Es una bofetada a la hipocresía machista, que ha abusado de él. El humor escénico resulta de sus rocambolescas peripecias para conjurar su inusitado y extraordinario culo y el drama se ve representado irónicamente, en la misma provocación que emancipa sus extravagantes nalgas. El personaje revela facetas de su vida en un intento de auto exorcismo, de desfachatez para equilibrar su soledad y lo que busca es "liberarse del culo".  Si la obra deja sin aire al espectador pacato, la performance actoral de Víctor Hugo Gomes es asombrosa, un trabajo perfecto de este comediante, conducido por Angélica Escalona.
Más allá de las valoraciones o evaluaciones de cada uno de los montajes que integran a Cortos y variados, hay que resaltar el hecho cultural como tal, el que hayan logrado reunirse y generar un espectáculo que contribuye a drenar los sinsabores de Caracas en estos días. Felicitaciones para todos ellos y que viva el teatro, el único lugar donde el hombre puede pensar o soñar en libertad.

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