El actor Adames en escena |
“Los poetas
tenemos que seguir envenenando las cosas reales del mundo para que no las
olviden los hombres del poder, quienes andan siempre entre sus cifras, sus
monedas, sus novedades o sus máquinas”. Así lo dijo esa rara avis que fue Juan
Liscano Velutini, precisamente cuando recibió el Premio Nacional de Literatura,
aquel el 24 de julio de 1951, momento que le sirvió además para recordar que el
más alto de los poetas del mundo gritó que “debemos
amarnos los unos a los otros…pero en la justicia”.
Y evocamos ahora
al vate Liscano Velutini porque precisamente aquel poético y maravilloso mensaje de amor y justicia,
titulado Humano destino, lo
utilizamos para conceptualizar al extraño y además sorprendente espectáculo La razón blindada, basado en la pieza
homónima de Arístides Vargas, el cual hace temporada en el Teatro San Martin de
Caracas, gracias al director, productor y actor Luis Bernal y el primer actor Salomón
Adames, con la asistencia de Demis Gutiérrez y el soporte escenográfico de
Armando Zullo.
TEATRERO TACHIRENSE
Este Luis Bernal,
nacido en el tachirense San Cristóbal y quien desde aquel año 1972 está
sin reposar por los avatares de su existencia y porque ha buscado ser útil a la
patria y su familia por intermedio del esmerado cultivo de las artes escénicas.
En el Taller Nacional de Teatro (TNT)-fundado por Carlos Gimenez en el mejor
momento de su huracanada existencia aquí en Caracas- se hizo teatrero hace más de
20 años y ahora, al frente de su agrupación productora “Con los pies en las
tablas”, exhibe ese poético texto del teatrero argentino Arístides Vargas sobre
sendos quijotescos personajes.
Graduado también en la Universidad
Nacional Experimental de las Artes (Unearte), y tras montar Pony, nunca
te he negado una lágrima de Gustavo Ott, se dio a la tarea de
escenificar Nuestra Señora de las Nubes, también de Arístides Vargas, con la que recibió
gratas críticas al presentarla en un Festival Creajoven, en el Celarg.
Bernal escenificó Nuestra
señora de las Nubes tras disfrutarla durante un Festival Internacional
de Teatro, representada por el grupo Malayerba, de Ecuador, con el autor Vargas
interpretándola junto a su esposa Charito. Quedo impactado. Luego asumió el
reto de dirigirla y actuarla. Nuestra Señora de las Nubes es
una obra que está más vigente que nunca y si hay algo que me llama la atención
de su dramaturgia es la manera poética de reflejar la realidad de nuestros
atormentados países. La pieza es un canto universal, un grito de
libertad…una mezcla de tristeza y estímulo a la imaginación. Es un lugar
donde se construyen y crecen las utopías. Una metáfora de lo que significa el
exilio, que aparece dibujado en múltiples formas. Mostrando aquello que se ha
vivido y padecido en silencio. “Por lo tanto considero que es una obra
importante que mostrar, tanto como necesario es un teatro donde hay tantas
cosas que decir, y donde tenemos la capacidad de ser oídos y la osadía de
romper con todos los silencios. Una obra que es un gran rompecabezas
donde intentamos reflejar el desarraigo violento del propio país”, dijo Bernal.
TECNICAS
Explica Bernal que cuando lee una
obra y se siente enganchado con la temática, el argumento, los personajes y
sobre todo el mensaje, o, como se dice en el lenguaje teatral, el subtexto, “pues uno inmediatamente
dice: esto tengo que mostrarlo a través de un discurso escénico y con actores y
actrices que le den vida a cada personaje y trasmitan el mensaje no sólo que
está implícito en la obra sino lo que yo como director quiero comunicar. Porque
los que ejercemos este oficio, al mismo tiempo utilizamos el medio para
expresarnos y decir lo que sentimos y pensamos no sólo del país, sino del mundo
y la gente que lo habitamos. Me interesan las obras que sacudan al público. Que
lo hagan no sólo reflexionar sino también lo lleve a hacerse preguntas. Las
piezas que he montado tienen que ver con la realidad de nuestros países, tanto
en lo político, como en lo social y cultural. Y eso me gusta reflejarlo en el
escenario para que el público de alguna u otra manera sienta y vea lo que
estamos haciendo nosotros como sociedad”.
LA RAZON BLINDADA
La razón blindada ha sido calificada como un poema para exaltar el poder liberador
de la imaginación y como forma de resistencia a la represión. Basada en la vida
real del hermano de Vargas, otra víctima de la dictadura argentina, toma ideas
y conceptos de El Quijote de Miguel
de Cervantes y La verdadera historia de
Sancho Panza de Franz Kafka. Se elabora así una especie de libreto o guión sobre la supervivencia de dos
presos políticos, de esos que a mala hora pululan en este balcanizado
continente: De la Mancha y Panza, quienes se encuentran a las tres de la tarde
de cada domingo, el único día que se pueden ver en el patio de la cárcel,
para tratar de representar una historia que les permita “liberarse” a través de
la imaginación del encierro al cual fueron sometidos. Ambos sobreviven en el
inframundo que representa la prisión a la cual fueron condenados injustamente. Ellos
se entregan a un ritual con sus personajes entregados al frenesí de la locura
real o imaginaria donde la ficción y la realidad deben cohabitar para que la
vida sea posible. Ya que la creación de un mundo paralelo al infierno diario
hace posible la salvación, ha dicho el mismo Bernal, quien encarna a Sancho Panza.
Ya Arthur Miller dijo que el teatro es el único lugar que tiene
el hombre para vivir y soñar en libertad, aunque en este caso es más patético y
hasta lacerante. Los dos privados de libertad se salvan porque sueñan, hacen
teatro y esperan que llegue la justicia. No puede haber amor sino hay justicia,
dijo Liscano años ha.
En La razón blindada se
sufre con unos seres humanos sometidos a un castigo brutal e injusto, donde se
desprende el terror que nos imponemos con las desgracias a las que nos
sometemos y la grandeza que nos pueden dejar los momentos más degradantes de
nuestra existencia.
Cabe destacar que los antihéroes de Arístides Vargas sobrellevan
humillaciones y derrotas, se empecinan en retener el espíritu lúdico, el afán
de aventuras. Van de la llanura manchega a la Patagonia, cruzan montes y ríos
para arribar al páramo andino… pasan el “túnel intangible” y con la frágil pero
imbatible fuerza de aquellos presos políticos, exiliados, rebeldes- que
conservan la ternura, la risa, y la pasión por jugar y crear- historias para
alcanzar la libertad profunda; esa utopía que todos parecemos perseguir alguna
vez.
De La Mancha,personaje magistralmente creado por el primer
actor Salomón Adames, es el caballero sediento de aventuras y desbordante
pasión por su Dulcinea, loco-lúcido, manchego, patagónico o tropical, que por
encima de su origen geográfico, es el paradigma del idealista. Un Quijote que
confunde cárceles con paraísos y desiertos, y que se exilia en la sinrazón, en
ese extraño desorden que no hace mal a nadie pero que ayuda profundamente a
vivir.
Panza,encarnado sobriamente por el actor y director Luis
Bernal, quien representa a la perfección la dualidad entre el personaje
literario y el creador de historias coexistentes en él. Unos personajes muy expresivos
y convincentes capaces de hacer reír, llorar, sufrir por ellos y con ellos
hasta el final de la obra.
Esta puesta en escena de Bernal se caracteriza por su sobria autenticidad
en la dirección, las actuaciones y la escenografía –un par de sillas que se
convierten en rejas y en otros marcos básicos para apuntalar las acciones
actorales- es una especie de tercer personaje, metálico en su esencia pero hermosamente
útil y hasta frágil. Un gran aporte de Zullo.
Con un tono, lúdico, algunas veces trágico y otras veces
humorístico, La razón blindada mantiene
cautivada la atención del espectador de principio a fin, en sus intensos 80
minutos.
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