Unos payasos a la venezolana.
No
todo está dicho sobre el pasado Festival Internacional de teatro de Caracas. Se
nos quedaba por ahí una breve reseña del espectáculo El aniversario, el cual se presentó en el Laboratorio teatral Anna
Julia Rojas, ese mágico espacio que comanda Carmen Jiménez, a la salida Sur del
Metro de Caracas, en Bellas Artes.
Lo
logrado es una atrevida versión de un grupo de jóvenes artistas que trabajaron a
partir del texto original la pieza El
aniversario de Antón Chéjov. Lo obtenido resultó ser un trabajo libérrimo,
escrito y dirigido por Adrián Jiménez y actuado por grupo de muchachos, protegidos por “el
paraguas” del grupo Teatro Tracodra.
Se
trata de una venezolanización donde se muestra a un grupo de disparatados
personajes que coinciden en la oficina del presidente de un banco y donde los insólitos
enredos no se harán esperar. Este es el punto de partida de espectáculo El Aniversario, original del célebre
Antón Chejov, que en esta ocasión vuelve a la escena venezolana en una versión libre
escrita y dirigida por el novel director Adrián Jiménez.
Con
esta propuesta se pretende “venezolanizar” esta pieza escrita a mediados del
siglo XIX, la cual, salvando las
distancias entre la sociedad rusa de ese momento y la sociedad venezolana actual,
permite en tono de farsa permite plasmar de la manera más ridícula y grotesca
algunos de los aspectos más oscuros de nuestra sociedad contemporánea, donde la
corrupción, el oportunismo, la ineptitud, la explotación, la mediocridad, entre
otros vicios, quedan expuestos ante el espectador a través de unos personajes
que carecen de valores positivos y que lamentablemente en muchos casos vemos
reflejados en la vida real.
El
director Jiménez resalta que es un remontaje, ya que la primera versión fue estrenada durante en la temporada del 2015
para representar a la Escuela Nacional de Artes Escénicas César Rengifo en el
Festival de Teatro del Autor que se realizó ese mismo año.
Jiménez
destacó que “dentro de mi proceso de capacitación como director en la Escuela Nacional
de Artes Escénicas César Rengifo tuvimos la oportunidad de participar en el
FESTEA 2015 con El aniversario, y en
esa oportunidad recibimos la sorpresa de resultar ganadores en las categorías
de mejor vestuario, mejor maquillaje, mejor escenografía, mejor producción y
mejor actor de reparto”.
"Gracias
al apoyo de Bruno Mateo y de la Asociación Civil Tracodra la pieza realizó dos exitosas
funciones en la octava edición del Festival Internacional de Teatro de Caracas.
Luego de esto mi equipo tiene planes de realizar una gira por algunas ciudades
del interior del país a partir de este mes de mayo, para finalizar realizando
una temporada en Caracas"
Además,
Jiménez afirmó que: “esta producción es posible gracias al trabajo comprometido
de un grupo de jóvenes, que a pesar de las innumerables dificultades, apostamos
por seguir llevando al público venezolano una serie de trabajos entretenidos y que al mismo tiempo inviten a la reflexión,
sobre todo tomando en cuenta el momento histórico que atraviesa nuestro país”.
El
elenco en orden de aparición está conformado por: Leomar Aponte en los papeles
de Pedro Pérez y el dueño, Javier González como el presidente Pantaleón Verdi,
Yordano Marquina y Wilson Medina compartiendo el rol de Tatiana Estefanía y
Michael Pérez quién interpreta a la señora Dolores del Carmen. La producción
está a cargo de Isaías Herrera y Sandra Jiménez. El diseño y la realización del
vestuario, escenografía y la utilería son obra de Sandra Jiménez y Adrián
Jiménez.
Jiménez
explica que parte de la propuesta de Chejov, o llega a
él por casualidad. “Resulta que en el año 2015 yo estaba en mi segundo año de
formación en la Escuela Nacional de Artes Escénicas César Rengifo y en la
cátedra de Dirección 1 nos colocaron como asignación final montar una pieza
para participar en la edición de ese año del Festival Teatral de Autor
(FESTEA) que en ese oportunidad dedicó su edición a los autores:
Ibsen, Strindberg, Wilde y Chejov. Debo confesar que me aterroricé,
era la primera vez que me tocaba dirigir formalmente y todos estos autores eran
extremadamente complejos e interesantes, no sabía que elegir y seleccioné a
Chejov, me enamoré de su obra; pero me costó mucho conseguir una pieza en la
cual me sintiera cómodo para intentar abordar el trabajo y que el resultado no
terminara siendo un desastre. Resumiendo la historia,
gracias a mi mejor amigo conseguí El
Aniversario, me encantó la crítica tan aguda, tan mordaz, las denuncias de
la pieza y los paralelismos entre la Rusia de finales del siglo XIX y la
Venezuela actual. Luego junto a mis compañeros de estudio y la tutoría de
mis profesores logramos sacar adelante un trabajo que gustó bastante,
incluso ganamos cinco premios en esa edición del FESTEA; pero solo hicimos
tres funciones. Quede en deuda con el trabajo de meses y por eso desde finales
del año pasado (2018) me propuse realizar un remontaje del trabajo junto a un
nuevo elenco.
Jiménez puntualiza
que no se atreve a decir que usa al clown en su propuesta, “lo
que si tomo del clown es la estética, algunos símbolos y códigos. Los
personajes no están concebidos, ni pensados para ser clowns. Lo que quise
lograr o transmitir utilizando esta estética o la de imagen del payaso trágico
es el papel que muchas veces nos toca encarnar en nuestra vida real. En donde
atravesamos situaciones dignas de un número de payasos, en un circo patético y
de mal gusto.
Desde un principio Adrián Jiménez les planteó a sus
actores que realizarían una farsa con una obra de Chejov, que buscarían lo
grotesco, lo circense, elementos de clown y de la comedia del arte.
“También les pedí
que desde la técnica del animal crearan la corporalidad de sus personajes, y
que también tuvieran formas muy peculiares de hablar y moverse. La idea era
deshumanizar a los personajes, que fueran dibujos animados, muñecos,
caricaturas... Además se les agregó el uso de la máscara desde un principio de
los ensayos para que lograran transmitir sus expresiones y emociones con todo
el cuerpo y no solo con el rostro. Los personajes como en todo proceso fueron
resultado del ensayo y el error, incluso con cada presentación se van
alimentando más, van creciendo, ya que las reglas que plantea la obra crea un
interacción con el público que hace que los personajes está cada vez más vivos
en escena”.
“No tengo miedo de
caer en el histrionismo exagerado, pero si tengo pánico de caer en este montaje
no solo por el uso de la estética de payasos, sino porque la manera que está
planteado tiende a la exageración, a lo barroco, a lo excesivo y en cada
función estamos en una frontera muy delgada entre generar risas o aturdir al
público. La obra está recargada de elementos visuales y sonoros, todo con la
intensión de crear un caos colectivo, pero si no se tiene cuidado puede ser
desastroso y terrible”.
¿Y después que viene?
En un principio
presentar el trabajo en todos los espacios posibles, mi intención es viajar con
la pieza. La concebimos como una "obra portátil" que se adapta a
cualquier espacio. A corto plazo tenemos, después de nuestra reciente
participación en el Festival Internacional de Caracas 2019, tenemos compromisos
en el oriente del país, también estamos en la búsqueda de salas en Caracas. .
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