Cuarenta años haciéndolo todo y bien en el
teatro y no menos de exitosas 100 telenovelas, escritas y dirigidas, constituyen una experiencia y un bagaje intelectual que pocos teatreros tienen o poseen. Es por eso que José
Simón Escalona Acosta (Ciudad Bolívar, 14 de mayo de 1954) decidió hacer
su primera película, El hijo de mi
marido, apuntalado por la productora venezolana Épica, la cual inicia así
el proceloso camino de su exhibición en 16 salas dispersas en la geografía nacional.
La cantidad de espectadores, que ojala no sea inferior a los 150 mil, será un indicador de su aceptación, mientras
que la crítica aplaudirá o defenestrará al producto. La recuperación de la inversión
permitirá que la audaz empresa, donde además participan Antonio Crimaldi y Juan
Pablo Zamora, prosiga con sus ambiciosos proyectos de otros 11
filmes como éste, los cuales proporcionaran, entre otras cosas, trabajo a los
artistas y técnicos. Y si la taquilla llega a ser nefasta, el negocio no mengua
porque está la internacionalización, rubro que sí está garantizado, ya que la televisión
foránea es una hidra insaciable.
Los
actores Claudia La Gatta, Daniel Elbittar y Javier Vidal protagonizan esta ópera
prima de Escalona Acosta, donde además participan: Juan Carlos Pabón, Amanda
Gutiérrez, Alfonso Medina, Nacarid Escalona,
Rosario Prieto, Dayra Lambis, Raúl Olivo, Raquel Yánez, Héctor Peña, Eben
Renán y con la colaboración de Carlos Fraga. También se estrenan en pantalla
los jóvenes modelos Eduardo Rodríguez, Michael Cohn y Silvana Continanza. Un conjunto
artístico variopinto que demuestra el talento nacido y formado en este país, a
pesar de las rémoras y contradicciones
que todos conocemos…pero que son superables.
Este
largometraje, que Escalona Acosta considera
una muestra muy personal del género dramady -rocambolesca combinación de
drama, comedia y teatro-, y al cual ya la
crítica pretende peyorizar diciendo que es otro telefilme, es una entretenida historia, muy audiovisual y dentro de
la atmósfera del mundo fashion y el modelaje, donde la belleza convencional, casi
helénica, y los deseos sin límites desencadenan pasiones ocultas, pero siempre
tan humanas; una saga que muestra la inexorable realidad del paso del tiempo y
lo complejo de las relaciones humanas, que siempre nos recuerdan la mortalidad
que todo lo resuelve o soluciona. Ahí el guionista y director, que es un
arquitecto frustrado, no niega su cultura teatral y la usa para tomar el mito
de Fedra, que Eurípides y Racine lo trataron a su manera y dentro de sus circunstancias,
y crear una trama con sus gotas de intriga, donde además se destaca la historia
paralela de un desenfado modista gay (Juan Carlos Pabón), quien vive su romance
sin disfraces y al final es uno de los
pocos que sale ganancioso, aunque ahí los únicos perdedores, por así decirlo,
son los galanes heterosexuales, porque hasta el maduro protagonista (el primer
actor Javier Vidal) acepta unos cuernos para no quedarse solo, temible estadio
que él disfraza como “amor apasionado” por su bella Fedra.
¿Qué
público disfrutara El hijo de mi marido?
Las mujeres no solo la gozarán sino que la entenderán de principio a fin,
porque la superprotagonista es una hembra,en todo el sentido del término, que se
atreve a jugar con los machos, pero al final
logra su epílogo romántico. Muchos teatreros irán a verlo porque hay profundas razones de lealtad y se darán cuenta
del obvio talento que como cineasta tiene Escalona Acosta, quien no será por ahora un Pedro Almodóvar criollo, pero que sí tiene
posibilidades de desarrollarlo y obtener así unos cuantos premios, además de las
indispensables taquillas, aunque su felicidad personal va más allá de eso
trofeos.
El
filme es además un bonito homenaje a lo mejor de la moda en Venezuela, donde se
lucen sobre la pasarela los trapos de los diseñadores Giovanni Scutaro,
Raenrra, Octavio Vásquez, Luis Perdomo, Gabriela Chacón, Irma Contreras,
Rosmary Romero y hasta las prestigiosas marcas de moda Biglidue y de maquillaje
Camerino. ¡Hasta en eso nos destacamos los venezolanos…coño…o mejor escrito: los
latinoamericanos!
A
nosotros nos satisface que Escalona Acosta se haya atrevido a escribir y rodar
su primera película, su audacia que no
ha conocido límites de ningún tipo está ahí en la pantalla. Ahorca sus
fantasmas y le dice a Venezuela: “esto
es lo que yo pienso y hago”. ¡Exalta la vida total, con sus trampas y hasta con
todos sus sabores!
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