Una nueva y adiestrada generación actoral exhibe Ciane, como, lo
demuestran estos contemporáneos Laertes y Ofelia.
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Este cuento teatral es sencillo y estremecedor como lo demuestran sus
palabras y acciones. Son los malditos cuernos de una reina y la conspiración
que la adultera pone en marcha por casarse con el hermano de su esposo rey,
tras un rocambolesco complot para asesinarlo. Es la tragedia íntima que
arrincona a Hamlet, joven príncipe heredero, cuando descubre todo y opta
ejecutar una venganza que se lleva por delante a su novia y todos los demás miembros
de tan disoluta corte. Y aquella carnicería humana culmina con una gran
catástrofe general en ese reino europeo, sometido a una invasión extranjera
para imponer la paz, se supone, en medio de los funerales de esa dinastía de
malévolos políticos. ¡Las
moralejas sobran o son obvias!
Sobre esa obra teatral, Hamlet (1589), se han escrito asombrosos
ensayos o investigaciones, nosotros asumimos todo lo que suscribe Harold Bloom,
quien en su ensayo Shakespeare, la
invención de lo humano afirma que es
la máxima obra de la literatura imaginativa occidental. Texto centrado en la
venganza del enloquecido príncipe, el
cual ha sido usado por casi todos los teatreros para definirse y adoptar una
posición ante el mundo que les corresponde o eligen vivir, porque la trágica
saga de ese hombre joven ante la traición de su madre y su tío no es otra cosa que la teatralización de la
comedia humana, siempre ambivalente y dividida entre el bien o el mal.
El más reciente montaje caraqueño de Hamlet fue un éxito estético y de audiencia durante
la temporada 2012 en el teatro Trasnocho. Era una producción del grupo Skena,
dirigida por Armando Álvarez, quien hizo
un espectáculo muy contemporáneo usando la versión de Ugo Ulive.
Y ahora para cerrar la temporada 2013 irrumpe en la
sala Rajatabla la agrupación Ciane (Centro de Investigación Artística Nueva
Escena), creada hacia el año 2003 por Soraya Orta y Peggy Bruzual, inteligentes
y trabajadoras artistas quienes parieron y criaron, teniendo en contra a todos
los oráculos, su técnica Danza de altura, o Teatro de altura,
opinamos nosotros, en la cual fusionan la danza, el teatro
físico, la acrobacia y los zancos hasta lograr una sola disciplina multihíbrida.
Todo eso implica formar o capacitar intérpretes que más allá de ser bailarines,
actores, acróbatas o zanqueros, son comediantes integrales que utilizan
elementos de extensión corporal como herramientas dentro de sus diferentes
creaciones. No hay otra agrupación que se les asemeje y son, por supuesto,
únicos con lo que hacen, lo cual es plausible en medio de este contexto venezolano
donde se copian mal hasta las técnicas foráneas.
Este Hamlet,
que firma Soraya y produce Ciane, centrado
en un texto sin cortes, es un impactante trabajo teatral sin desperdicio, de vanguardia
criolla y ambicioso con su propuesta visual e intelectual, el cual que estará en cartelera de la sala Rajatabla
hasta el 1 de diciembre, como para que se mueran de envidia los incrédulos ante
el nuevo talento histriónico que este país produce.
Con
un elenco de más de 20 intérpretes en escena, este Shakespeare de Ciane le
propone a los espectadores venezolanos
“una reflexión sobre la descomposición moral” presente en todos los
niveles de la pirámide social, el cual cobra una estrujante vida por intermedio
un alucinante juego escénico combinado con actores en zancos y entregados a
exultantes acrobacias circenses, danza, música en vivo y grabada, y pirotecnia
festiva en medio de círculos de fuego.
“Traer a nuestros días un clásico de la historia
literaria universal, nos lleva a
reflexionar sobre la corrupción moral” indica la directora Soraya Orta, quien a
partir de esta premisa materializa un espacio extra cotidiano y activo, una atmósfera que
se pasea entre lo juglaresco y trágico de los personajes y que usa “la fisicalidad” de sus intérpretes,
para abordar contemporáneamente
al grandioso texto shakesperiano. Son dos horas de un estremecedor ritual donde
no solo los actores sudan y se emocionan,
sino que los espectadores están presenciando como se derrumba un régimen
carcomido por la corrupción, porque el príncipe insiste y destruye toda esa
corte o ratonera demasiado pequeña para atraparlo, porque el regresa
voluntariamente a ella para matar y
morir matando.
Este Hamlet de CIANE propone un espectáculo lúdico que va desde los cuerpos semidesnudos a
la sonoridad de las palabras dichas y
cantadas. Todo eso en el reino de Elsinor añejado, bélico y cargado de energías
tan potentes como sublimes: el amor, la pasión, la duda, la traición, la
lujuria, la amistad, la avaricia son recreados a través del hierro perenne de
la escenografía y de los zancos que se convierten en piernas de carne y hueso
para construir esa ciudad metafórica de
Shakespeare, como ha dicho y mostrado la directora Soraya.
La directora Soya demuestra fehacientemente la vigencia de la pieza.
Su contemporáneo Hamlet
encontró traiciones y desesperanzas, enfrentó, batalló y los pensamientos se
convirtieron en reflexión universal, en “verdades que aún se encuentran en las
paredes de las prisiones del deshonor”. Ella materializa su discurso escénico
con todo su bagaje cognitivo, severa
preparación física, preciso dominio escénico y espacial, una depurada creatividad
juvenil de los actores, además del
elemento sorpresa íntimamente ligada a la puesta en escena: la llegada de un
ser muy contemporáneo, el invasor
andrógino y perverso, Fortimbras.
Hay que subrayar que la importancia de los textos shakespereanos, en
especial Hamlet está dada por la
interpretación que se haga de ellos, por la creatividad de los actores y las
puestas en escena imaginativas, porque de lo contrario es literatura dramática
muerta. El montaje de Ciane rescata toda la advertencia de Shakespeare sobre
las maldades del poder y sus nefastas manipulaciones que le quitan vida y amor a
la gente joven y a todos quienes creen que el poder es lo único importante de
la vida misma.
Talento nacional
El conmovedor elenco está integrado por Pedro Pineda, veterano
actor de Rajatabla,Martín
Astudillo, Oliver Jaramillo, Scarlett Jaimes, David Abad, Ramón Goliz, Yurahy Castro, Jota Leal, Rufino Dorta, José Sánchez, Devinson Ferrer, Marcos Díaz, Yehisson García, Carlos Valiente, Badyr Paracuto, Cristóbal Mendoza, Crisbel Guzmán, Jhonny Torres, Antony Moreta, Alba Barazarte, Carlos
Valiente, Luigi Lobig,
Yehisson García, Alba Barazarte, Ivamary Lozada, Badyr Paracuto, Cristóbal
Mendoza, Oliver
Jaramillo, Marcos Díaz, Yehisson García y Kathy Colina.Todos bajo la preparación física y dirección general
de Soraya Orta; trabajo vocal de Cristóbal Mendoza y Yurahy Castro; preparación
de músicos y cantos de Cristóbal Mendoza; diseño de iluminación de Peggy
Bruzual; diseño de vestuario de Rufino Dorta; realización de máscaras de
Crisbel Guzmán, Devinson Ferrer y Carlos Valiente; montaje y manejo de aéreos
de Soraya Orta; pirotécnica de Ciane
y producción general de Peggy Bruzual.
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