Nacido en Maracay y muerto en Caracas, Isaac Chocrón no sale de la escena venezolana |
Carmen Ramia (@carmenramia) y su equipo, con Héctor Manrique (@manriquehector) a la cabeza, ya definen la programación
del XIX Festival Internacional de Teatro de Caracas 2014, el cual estará
dedicado al dramaturgo venezolano Isaac Chocrón (1930-2011) y se realizará entre
el 18 y el 28 de septiembre.
El XIX FITC 2014 no será exclusivo para la dramaturgia de
Chocrón, pero sí tendría varios montajes con piezas de tan celebrado autor, procedentes
de España, Argentina y Estados Unidos,
pero Javier Vidal Pradas (@javiervidalp) inició
el complejo proceso de la versión y el montaje de Asia y el Lejano Oriente, el musical, una
pieza chocroniana que él juzga de “vital importancia y actualidad”.
Dramaturgia sólida
Chocrón al escribir Asia y el Lejano Oriente (1965),
puntualiza Vidal Pradas, se coloca
dentro de una dramaturgia más sólida y su respeto como tal lo lleva a fundar El
Nuevo Grupo al lado de Román Chalbaud, Miriam Dembo (académica, directora y
productora), Samuel Dembo (productor y fotógrafo), Elías Pérez Borjas
(productor y animador cultural) y John Lange (diseñador), luego se anexionarían
José Ignacio Cabrujas, el actor Rafael Briceño y el diplomático Francoise
Moanak. “Anotamos que Chalbaud dirige a partir de esta fundación gran parte de
las piezas de su amigo Chocrón”.
“Deberíamos igualmente de apuntar
que el propio Isaac escogió esta pieza para inaugurar la Compañía Nacional de
Teatro (CNT) que bajo su dirección fundara en el año de 1984 por decreto
presidencial (Jaime Lusinchi), quizá, supersticiones de la gente de teatro,
para darle la misma suerte que corrió El Nuevo Grupo bajo su fundacional
dirección”.
Vidal considera con dicha pieza, Chocrón
logra aglutinar no sólo una gente que emerge con sangre nueva a las tablas
caraqueñas, sino que también una nueva mirada al posible anquilosamiento de los
estamentos escénicos para ese entonces, la década delos 60, consagrados y por
ende canonizados en sus signos teatrales como eran los de Horacio Peterson en
el Ateneo de Caracas, ahora con sede, teatro y amplios espacios en la para ese entonces
Quinta Ramia, la cual sería derruida posteriormente para dar paso a un
monumental edificio, inaugurado en abril
de 1983 por el presidente Luis Herrera Campins.
Venta de un pais
Subraya Vidal Pradas que el tema
de la venta de un país posiblemente y para esos años sesenta eran un tanto
exagerados, cómicos, casi farsa, de una ironía exógena propia de un Chocrón que
no olía todavía el malsano cinturón de miseria que mentaban los intelectuales
de izquierda cuando se referían a los “ranchos” de nuestros cerros urbanos;
pero pasados los años y aclimatados a otras temperaturas distintas al que
enunciaba Sol Orense, esta pieza cobra unas dimensiones de vanguardia tanto en
fondo como en forma. “Hoy no sabemos cuánto tenemos de país y cuánto de él
hemos vendido a gringos, cubanos, chinos o persas, la cuestión es que han
vendido un país y de él no nos ha llegado más que miasmas y deudas
multimillonarias teniendo el valor del barril al mismo precio que lo tiene
Dubai y los Emiratos Árabes… es decir, el cercano Oriente, pisando Asia, como
quien dice”, enfatiza.
Texto lúdico y juvenil
La pieza en tonalidad de humor,
fragmentada, lúdica y hasta juvenil, va armando un rompecabezas, puzzle para los más esnobistas, que el
espectador/lector debe ir completando para visualizar en la gran Gestalt, el
país al cual han ido disolviendo los filibusteros del Poder. “Un poder que ha
perdido el rumbo de la ética de vida y una moral que se va justificando con el
ramplón maquiavelismo del fin que justifica los medios. Es decir de un bien
para mí sin tener en cuenta los males que produzco a mis “otros”. Una
desmembración de la identidad nacional y de la consonancia política de un país
que tanto costó levantar de los escombros del fascismo. Pero lo hermoso de la
pieza de Chocrón es que todo esto se hilvana debajo de las sábanas, como todos
sus conflictos: velados. En esta oportunidad, reitero, la catarsis se da por
medio de la catástasis: la purificación en el espectador, por medio del humor,
al observar la catástrofe del anti-héroe. Estamos, pues, leyendo una comedia
que Chocrón, con sus artísticas parabólicas, nos lo anunciaba medio siglo antes
de su consumación. Quizá, ahora, la tendríamos que ver como una tragedia
clásica”, asevera.
Otras piezas chocronianas
Afirma el director Vida Pradas que en sus
continuas idas y venidas a su ciudad de adopción, New York, Isaac va
alimentando su mirada escénica con los nuevos movimientos escénicos que
irrumpen en el famoso Off-off-Broadway, la cuna de la experimentación que hace
eclosión en los finales de una década donde el sonido de The Beatles ya ha sido
canonizado. “Siendo amigo cercano de Arthur Miller y Edward Albee, lo es
también de Ellen Stewart de La MaMa, de Julian Beck y Judith Malina del Living
Theater, Joseph Chaikin del Open Theater… y su espíritu palpita al mismo ritmo
de una escena que puja por ser más espectacular marginando la tesis
psicologista de los sagrados mitos vivientes del Actors Studio de Lee Strasberg,
también muy cercanos a Chocrón. Por eso, en parte, aparece en su dramaturgia su
próxima gran pieza teatral: Tric-Trac (1968) es una obra de distensión que marca el
cambio de rumbo tras el descanso en plena encrucijada. Por ello ésta está con
un pie en el experimento y otro en el juego, ambos formales y donde la libertad
de la palabra anula el argumento y se convierte en una de las piezas más radicales
del tradicional play, player, playwright, inglés; spielen,
spiler alemán o el jeu, jouer, jeux,
francés”.
Concluye recordando que el periplo dramatúrgico
de Chocrón, con no menos de 18 textos, cierra
con Los
navegaos , estrenada en el teatro Trasnocho, en la temporada 2006, por el director Michel Hausmann, y repuesta
en la temporada 2014.
Artistas y técnicos
Actores y actrices: Julie Restifo, Gonzalo
Velutini, Gerardo Soto, Gladys Seco,
Oswaldo Maccio, Selene Quiroga, Jan Vidal Restifo, Fabiola Aracae, Natalia
Román y Fernando Azpúrua. Música: Federico Ruiz y Santos Palazzi. Coach vocal: Pancho
Salazar. Coreografía: Luz Urdaneta. Dirección
de Arte: Carlos Medina. Vestuario: Raquel Ríos. Sonido: Omar Ocando. Iluminación:
Martin Flores. Adjunta de dirección: Silvia Vidal. Asistente al director: Stephanie Bor. Producción
artística: María Eugenia Romero. Jefa de producción: Sonia Witmann. Producción ejecutiva: Carlos Scoffio y
producción general: Image Class.
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