Un espectáculo muy exigente. |
La última vez que vimos el
espectáculo El alma buena de Se_Chuan
de Bertold Brecht, dirigido precisamente por Carlos Giménez, fue durante la
temporada de 1985 en la Sala Rajatabla. De ese elenco sobreviven: Aníbal Grunn,
Gonzalo Velutini, Pilar Romero y unos pocos actores más. Ahora nos corresponde ver
otra versión de tan fantástica obra en el Teatro Luís Peraza, de Los
Chaguaramos. En esta ocasión la dirección está a cargo de Lya
Bonilla, acompañada por Guillermo Díaz Yuma en la asistencia de dirección. Para
el Taller Experimental de Teatro (TET) este proyecto comenzó siendo un
ejercicio de su Centro de Formación Actoral en el pasado Taller de Formación
2013-2015 y hoy día es un montaje profesional. Veremos esta versión, 31 años
después, y estamos seguros que Venezuela, nuestro pais, no ha cambiado mucho, y
diremos que Brecht tenía y tiene razón.
VIGENCIA
DE BRECHT
En El alma buena de Se-Chuan, nos enteramos de cómo un día cualquiera
llegan tres Dioses al pueblo con la misión de encontrar, por lo menos, una
persona de buena voluntad cuya alma sea pura y noble. Solo Shen-té, la
prostituta, acepta recibirlos en su casa. Los Dioses le dan la misión de seguir
haciendo buenas obras, pero pronto, los vecinos comienzan a abusar de su
generosidad. Shen-té debe cambiar de identidad y llevar una máscara para poder
protegerse del prójimo.
El alma buena de Se-Chuan predica casi todas las dificultades que hay para hacer el bien en un
mundo, donde la honradez y la confianza parecieran ser una desventaja, generando
conflictos. La profunda reflexión sobre el ser humano y la sociedad hecha por Brecht
es una valiosa oportunidad para llevar a escena un par de interrogantes fundamentales:
¿Qué es la bondad? ¿Queda en nuestro mundo un lugar para la bondad? Frente a
los impulsos y acciones vitales de los seres humanos, frente a la naturaleza
humana cíclica y salvaje, habremos de responder qué significa verdaderamente
ser un alma buena.
La pertinencia de esta obra en nuestro contexto es
innegable. Vivimos en Venezuela donde la bondad puede ser vista como ingenuidad
o torpeza. A la astucia, la destreza, al mínimo esfuerzo, se le llama viveza
criolla -así lo acuñó José Ignacio Cabrujas en uno de sus ensayos-. El asunto
de la obra de Brecht se nos hace local, contemporáneo y más vigente que nunca.
Con su obra, el autor nos advierte hasta qué extremos puede llegar una sociedad
tomada por el egoísmo y la mezquindad. El tema de la búsqueda del bien común,
de preservar el espacio que pertenece a todos, implica una reflexión impostergable
en nuestros días. La directora, en conjunto con Emmanuel Barroeta y
Joilson Pinzón, realizó la adaptación del texto de Brecht.
TRECE ACTORES
Para esta versión de El
alma buena de Se-Chuan, la
directora se ha planteado una
puesta en escena en la que 13 actores
llevan una historia cargada de
imágenes poéticas; una propuesta a partir
de elementos lúdicos y estimulantes.
Sonidos rústicos, salvajes y estridentes
contrastan con música y cantos armónicos,
elevados. A partir de altos contrastes
se plantea el conflicto de la obra: la
lucha entre el bien y el mal, entre
la honradez y la deshonestidad, entre
lo animal y lo espiritual, entre la equidad y la injusticia, entre amor y el desprecio. Los actores
aparecen como figuras cubiertas de polvo, con ciertas manchas de color en sus
manos, pies y rostros, restos de un pasado esperanzador y más próspero que el
presente. Sus figuras ondulantes contrastan con el fondo rígido y estructurado
de un mundo que no parece haber sido construido a la medida de los seres que lo
habitan. Esta propuesta que nos ofrece el TET cuenta con un
elenco de diferentes generaciones del grupo y otros artistas invitados quienes
a su vez han tenido una participación constante en el quehacer teatral.
Encontramos entre ellos a Guillermo Díaz Yuma, Ludwig Pineda, Costa Palamides,
Matilde Corral, Mónica Quintero, Alí Rondón, Dixón Da Costa, Jariana Armas,
Vera Linares, Hector Castro, Louani Rivero, Abel García, Andreina Salazar,
Aromaia León y Carlos Sánchez Torrealba. A este grupo de artistas se suma Boris
Paredes, director de la Orquesta Barroca Juvenil Simón Bolivar, quien se ha ocupado
de la composición y la dirección musical. Junto a él, Beruzhka Paredes en el
violín y Gorgias Sánchez en el clarinete, interpretan la música en vivo.Las funciones serán los viernes a
las 6:00 PM, los sábados y domingos a las 5:00 PM. Lo recaudado por taquilla estará destinado a
la reconstrucción del Teatro Luís Peraza, sede del grupo.
43 AÑOS
Luego de numerosos procesos y
resultados inolvidables para la escena nacional, el TET celebra así los 43 años
de su fundación como grupo independiente. El Taller Experimental de Teatro se fundó el 11 de
diciembre de 1972, en los sótanos del Aula Magna de la UCV. Desde entonces, se
ha dedicado intensamente a producir Teatro de Arte, a la formación de recurso
humano para la escena y a la animación sociocultural, en un intenso trabajo de
autogestión que ha incluido alianzas favorables como la hecha en esta ocasión
con la Embajada de Alemania en Venezuela para la producción del espectáculo.
Siendo un grupo autónomo, ha recibido varios premios y las mejores consideraciones
del público nacional e internacional, así como de la crítica especializada. Lo
certificamos. El TET ha servido de escenario para historias que han permitido
mirar al país y a nuestra contemporaneidad, incluso de manera premonitoria.
Piezas claves de Shakespeare, Gogol, Ionesco, Beckett, Strindberg, Kafka y
Dostoievski, entre otros, se han revivido a través de sus representaciones,
formando parte ya de una trayectoria y de unos principios artísticos que han
posicionado al TET como uno de los grupos teatrales más arriesgados y de mayor
calidad del país.
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