El elenco de "Peludas en el cielo" y su director Carlos Arroyo. |
Alfredo Caldera,
director del Centro Nacional de Teatro, informó que a partir del 16 de julio,
se dará inicio a la primera temporada de la obra Peludas en el cielo,
escrita por Gustavo Ott, bajo la dirección de Carlos Arroyo y con las
actuaciones de Aura Rivas, Francis Rueda, Vanessa Vásquez y Luis Domingo
González, dentro del dispositivo
escenográfico del finado Rafael Sequera.
Esta obra, que fue estrenada
en el estado Zulia y también participó en el Festival de Teatro de Caracas 2016,
estará por tres fines de semanas en el caraqueño teatro Municipal: 16,17, 23,
24, 30 y 31 de julio, a partir de las 5:00 de la tarde con un costo de 250 bs
por entrada.
Los
temibles vuelos de las mariposas palometas peludas han retornado. Ahora no
serán en la región oriental venezolana .ni tampoco, en el Zulia, sino en
Caracas. Que no cunda el pánico ante la reaparición del peligroso lepidóptero distrisio o hylesiua
metabus y sus pelos que producen enfermedades
epidemiológicas entre las que destacan: erosiones, alergias en la piel y
conjuntivitis; en algunos casos estas afecciones están acompañadas por fiebre y
trastornos respiratorios.
Cuenta
el director Arroyo (Chabasquén, 14 de octubre de 1965, Portuguesa) que la pieza
transcurre en este temible siglo XXI, en la población de
Piacóa, Delta del Orinoco, al noroeste venezolano, en la humilde casa de las
Pacheco (Mariana y Yesenia), donde coinciden la maestra Rita y el amigo Luis
Domingo González. Estos personajes, amantes de la libertad pero conscientes de
las limitaciones que tienen por sus precarios recursos económicos, superan
cualquier asomo del aburrimiento cotidiano recordando los tiempos idos, paseándose
por las inconmensurables páginas de la poesía universal y la que la ellos
mismos pueden componer o armar, y especialmente sueñan con todo lo que podrían
hacer, como viajar a París, si se ganan la lotería para lo cual compraron un
billete. Pero se les presenta un delicado problema: cómo dominar la invasión de
mariposas peludas que les pueden destruir todos sus anhelos si llegan a enfermarse
con la plaga que ellas transmiten y mucho más ante las naturales carencias
de medicinas adecuadas para curarse.
Por
supuesto que las palometas peludas son una metáfora del autor que le propone a
sus espectadores venezolanos, porque las incómodas mariposas son algo más de lo
que representan físicamente. Y aquí invitamos a los lectores, eventuales
espectadores del susodicho montaje, que se paseen por lo que dice o
propone Albert Camus en sus piezas La peste y Estado de Sitio.
Para
Arroyo, el dramaturgo Ott (Caracas, 1963) es un digno heredero de la escuela
teatral de José Ignacio Cabrujas porque toma personajes y situaciones
venezolanos y los recrea dentro de un espacio simbólico para desarrollar
sus tareas escénicas, que siempre son críticas y que en esta pieza su mayor
conflicto son las palometas peludas y todo lo que ellas ocasionan y el peligro
que representan, tanto en lo físico como en lo simbólico. No es una pieza con
intenciones ecologísticas, sino que utiliza la existencia real de las mariposas
para invitar a reflexionar más allá.
Hay que
recordar que Peludas en el cielo fue
ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2015, creado por el
Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
Peludas en
el cielo, que podría calificarse como un sainete venezolano
contemporáneo, es una producción de la Compañía Nacional de Teatro, que comanda
Alfredo Caldera.
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