La novela que vino desde España.
El escritor español
Jose Acevedo desembarcó pacíficamente
en Venezuela gracias a una editorial que le publicó su obra Metamorfosis
y otros relatos. Desde la vieja Numancia contestó así nuestro cuestionario para
que los “aborígenes” conozcan algo más del autor de tan original literatura.
¿Qué conoce de Venezuela?
Desgraciadamente, lo que nos llega a
España de Venezuela es la situación política. Pero la situación política de los
países, siempre, viene tergiversada por los medios de comunicación que imperan.
Por lo tanto es complicado definirse realmente acerca de la realidad de un
país, porque siempre dependerá de quién y cómo se cuente la historia. De
Venezuela me preocupa, principalmente, su realidad social. Cómo vive su pueblo,
cuáles son sus carencias, qué podría hacer la comunidad internacional para
ayudar a que esa realidad pueda ser un día diferente. Pero la comunidad
internacional también tiene colores, ideologías, o impone sus contrapartidas a
cambio de algo. Lo hemos visto recientemente en muchos países de Hispanoamérica,
incluso de Europa. Me gustaría ver una Venezuela que sonríe y es capaz de salir
adelante por sí misma.
¿Cómo le editaron un libro y que enseña esa
publicación?
Metamorfosis y otros relatos se publicó en España en diciembre de
2016, en Venezuela acaba de llegar a las librerías. En este caso, simplemente
se le hizo llegar el texto a Lector Cómplice y aceptó gustosamente su
publicación. Y me alegró especialmente esta publicación, porque ésta es mi
primera edición internacional de alguno de mis libros, por eso tendré que
agradecerle especialmente a Lector Cómplice la posibilidad de llegar a otro
público distinto del que estaba acostumbrado, y espero, con ello, la buena
acogida de los lectores venezolanos.
Metamorfosis y otros relatos es un libro de relatos con un hilo
común. Teniendo en cuenta la realidad social actual, es el momento de dejar un
hueco a la mujer. La realidad la hemos convertido es algo desnaturalizado
y oscuro, algo que debe cambiarse, porque la gente sufre, y solamente es
posible a través de la mujer. La Metamorfosis…
es convertir a un hombre en mujer para que esa mujer sea capaz de transformar
la realidad que la rodea.
¿Cuántos libros hasta ahora?
Como libros completos, Metamorfosis y otros relatos es mi
cuarto texto editado. En 2013, Ediciones Carena publicó Relatos para la tortura de un abandonado doméstico, un conjunto de
cuentos que había escrito en 2001, y del que había sido editado ya un relato en
un libro de relatos colectivos doce años antes. En 2015, la misma editorial
publica mi primera novela Carlos y alguien más. En 2016, Planeta Alvi edita mi
segunda novela Identidad, o la importancia de ser uno mismo. Una novela de la que suelo hablar poco, porque siempre me ha parecido
una pésima edición. A finales de ese mismo año, Ediciones Carena publica Metamorfosis y otros relatos, libro que
ha editado Lector Cómplice para Venezuela y, en cuestión de unos días, saldrá
en EEUU con La Pereza Ediciones. Además de estos libros, en este mismo 2017, mi
relato Metáfora aparece en el libro
de relatos colectivo homenaje a Juan Rulfo en el centenario de su nacimiento,
publicado por Huso Editorial.
¿Qué literatura hace y como llega a ella?
Me gusta la literatura comprometida
socialmente. Como trabajador social, la literatura es una forma de reivindicación
de los problemas que acontecen en el devenir diario. Me preocupa especialmente
el tema de la igualdad de género, de la violencia contra las mujeres, de la
pobreza general, de la forma de vida de muchas personas como única solución a
su subsistencia diaria. Intento mostrar esas realidades a través de una visión
particular de la literatura, visión que emana, básicamente, de las formas
literarias de la novela francesa del siglo XX, también de la narrativa
norteamericana del mismo periodo
¿Qué literatura venezolana conoce?
Posiblemente, llegué a la literatura
hispanoamericana a través de autores venezolanos. Cuando todos los lectores se
hacían eco del boom del realismo mágico, a mí me dio por entrar de lleno en un
escritor que me llamó especialmente la atención. Me refiero a Rómulo Gallegos.
No solamente su Doña Bárbara, sino
también Cantaclaro, Canaima o Reinaldo Solar fueron cayendo en mis manos una detrás de
otra. Como siempre me ha ocurrido, cuando la literatura de un país invade
mi espacio íntimo, de un autor fui llegando hasta otros. Así, a Rómulo
Gallegos le sucedieron Uslar Pietri o Miguel Otero Silva. Fue la
literatura venezolana la que me condujo, sucesivamente, a otros autores y a
otros países del entorno.
¿Qué espera de la literatura y está satisfecho
con ella?
Siempre me han dicho que escribo para
mí. No solamente desde que comienzo la época de los libros publicados, sino
mucho antes. Soy de las personas que si no me gusta algo, no lo hago. En la
literatura me ocurre lo mismo. Me gusta la forma que utilizo para escribir, me
gusta ilustrar mis historias, pero también las historias que cuento, y no
pienso cambiar ni mi estilo, ni mis contenidos. Solo espero que esta visión
particular de la realidad sea conocida pronto. No es una literatura al uso, no
es convencional, pero sí lo que escribo son realidades que todos conocemos,
directamente porque las hemos vivido en nuestra propia piel, o indirectamente a
través de personas cercana. Nadie escapa a los entresijos de la vida y la
literatura de Jose Acevedo es eso, una explosión de realidades que te estallan
desde la primera página. Puedes llorar, puedes reír, puedes enojarte, pero
nunca te dejará indiferente.
¿Vive y es feliz con la literatura que
practica?
Como te he dicho antes, me siento
feliz con lo que hago. No solo literariamente, sino en todas las facetas de la
vida. La felicidad es una forma de vivir, de enfrentarse al día a día, a la
rutina. Nuestra actitud marcará hasta qué punto hemos disfrutado de nuestra
estancia en ella. Y no pienso cambiar a estas alturas.
¿El teatro y el cine le atraen y ha tenido
deseos de abordarlos?
El teatro no tanto, aunque reconozco
su mérito, pero sí me siento un apasionado del cine. Enamorado de la
"Nouvelle Vague", mi vida ha ido siempre paralela a innumerables
películas. Me hubiese encantado ser director de cine, y eso se refleja en mi obra,
que para muchas personas es una literatura cinematográfica. Además pienso
sinceramente, que las historias que escribo quedarían muy bien llevadas a la
pantalla. Hace unos años sí tuve la oportunidad de llevar uno de mis relatos a
la pantalla grande en forma de cortometraje (Flor de otoño), que está incluido
en mi primer libro), me apasionaba la idea, pero el proyecto quedó aparcado por
falta de dinero.
¿La filosofía le interesa y por qué?
Claro que me interesa la filosofía.
Antes de estudiar Trabajo Social, estudié Filosofía. Pero más que las teorías
de ciertos autores, la parte de la Filosofía que me interesa es la que se
refiere a la propia vida. La forma de mirar la realidad, de acercarnos a la
otra persona, de afrontar el día a día, de levantarnos todas las mañanas para
seguir adelante, sin sentir el cansancio, sin desvanecernos, entendiendo que
todos los días nos enseñan, aunque sean malos, que contribuyen a que seamos
mejores personas, a que vivamos con otra intensidad, a que aportemos nuestro
grano de arena para que hacer la vida, y los que vivimos en ella, sea más
gratificante. Me gusta acostarme todas las noches pensando que la vida es
maravillosa, que merece la pena. Son las palabras que intento transmitir a las
personas que me rodean. Esa es mi Filosofía de la vida, la Filosofía que
actualmente me interesa.
¿Satisfecho de lo vivido y del país donde se has creado y formado?
Como habrá adivinado por mis palabras
de antes, por supuesto que me siento satisfecho de lo vivido, pero sé que aún queda
mucho por vivir y por conseguir. Y creo que esas vivencias no están solamente
en los lugares donde naces y te desarrollas como persona. Posiblemente, si
hubiera nacido en otro país pensaría igual. No dudo de que las posibilidades
sean distintas por el hecho de haber nacido en una ciudad u otra, pero una cosa
son las posibilidades que un país te da y otra saber salir adelante a pesar de
las circunstancias. Nací en Sevilla, España, pero me siento un poco ciudadano
del mundo, y no creo que pensara diferente de haber nacido en otro lugar.
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